viernes, 28 de noviembre de 2025

Jurar en arameo

Ya lo dijo Rafael Gómez Ortega "El Gallo" cuando le presentaron a Don José Ortega y Gasset como "pensador": "Hay gente pa tó"...

Te presento a Richard Stephens, "senior lecturer" en Psicología en la universidad de Keele, que está en una zona rural de Staffordshire, a dos horas de Londres en tren hacia el noroeste.

Richard investiga la psicología de la emoción, y más concretamente cómo el decir palabrotas puede ayudar a las personas a soportar el dolor y mejorar la fuerza y ​​el rendimiento físico. Su primer libro, titulado "Black Sheep: The Hidden Benefits of Being Bad" ("Oveja negra; los beneficios ocultos de ser malo"), fue el ganador del "Libro del Año" de la Sociedad Británica de Psicología en 2016 en su sección de "Ciencia Popular". 

He usado el término "palabrota" (en inglés se usa "swearing"), que la RAE define como "dicho ofensivo, indecente o grosero", pero también podía haber puesto "tacos", "juramentos",... o sea el "j...r" o el "c..o" de toda la vida (y otros muchos más, que si algo tiene el español es abundancia de groserías)

Fue en 2009 cuando Stephens, junto con otros dos colegas, publicó en la revista Neuroreport el artículo titulado "Swearing as a response to pain" ("Decir palabrotas como respuesta al dolor") que le dio a conocer en el mundo académico. Esto decía su "Abstract": 

viernes, 21 de noviembre de 2025

Parece que los sapiens del Paleolítico eran más listos de lo que se pensaba hasta ahora...

Fue a finales de mayo, en un encuentro de antiguos colegas de la empresa en la que trabajé 24 años. Donde ves a gente con la que no has perdido el contacto y otros a los que hace décadas que no has visto. Donde el "qué bien te conservas" (sí, en formol) es una mentira piadosa y la pregunta más repetida es "¿y a qué te dedicas ahora que estás jubilado?" (la mayoría de los asistentes). Yo, en esas ocasiones, aprovecho para comentar mi dedicación a este blog, a ver si consigo nuevos seguidores... 

Y fue allí cuando Vicente Moreno, uno de los compañeros al que hacía tiempo que no veía, comentó, en el corrillo del cóctel en el que coincidimos, que dedicaba buena parte de su tiempo a la investigación, como aficionado, de algunas pinturas rupestres, tratando de buscarles un significado. Obviamente, no a las más explícitas, un bisonte es un bisonte, un arquero es un arquero, sino a determinados gráficos o pautas que había en las cuevas y que habían llamado su atención. Comentó que tenía publicados algunos artículos sobre el tema y yo tomé nota, intuyendo que ahí podía haber un tema curioso. Y así ha sido.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Popurrí de letras de canciones con una historia curiosa

Creo que ya he usado la palabra popurrí en el título de algún otro post. Pero es que me parecía los más adecuado para lo que viene a continuación (Popurrí, del francés "pot pourri", que significa literalmente "olla podrida", en español ha derivado en "Mezcolanza de cosas diversas, cajón de sastre" y también "Composición musical formada de fragmentos o temas de obras diversas").

Porque tenía anotadas algunas cosas curiosas sobre letras de canciones y no tenía claro en cómo ordenarlas. Al final, las he clasificado en tres apartados:

1) Letras que la censura obligó a cambiar
2) "Lost in translation" (letras que, traducidas al español, poco tienen que ver con la original)
3) "From lost to the river" (¿De verdad que Dire Straits hablaba de un "queso roñoso" en su "Money for nothing"?

1) Letras que la censura obligó a cambiar

Hubo muchas canciones prohibidas, o sea que solo se podían escuchar de forma clandestina o bajo la amenaza de que las FOP entraran a saco en el local y hubiera que salir por piernas. No me refiero a esas, sino a aquellas en que el autor o el cantante aceptaron cambiar la letra original para que fuera permitida su interpretación en lugares públicos. 

Cecilia (Evangelina Sobredo (1948-1976)) tuvo dos casos "clásicos":

En la canción "Dama Dama" original, la "puntual cumplidora del tercer mandamiento" tenía "algún desliz en el sexto". No hace falta que te recuerde de qué va el sexto mandamiento. El caso es que Cecilia, a instancias del censor de turno, tuvo que adaptar esa línea, que quedó en un incomprensible "desliz inconexo". No es fácil encontrar una actuación de Cecilia donde cante la versión original, pero aquí, en una actuación de 1974, la puedes escuchar.

La otra canción censurada fue "Mi querida España". La letra original empezaba con "Mi querida España, esa España viva, esa España muerta". Luego iba modificando las parejas de palabras: "España mía / España nuestra", "España nueva / España vieja", "España en dudas / España cierta"... Esos calificativos no encajaban con el triunfalismo reinante a nivel oficial y tuvo que ceñirse a "Mi querida España, esa España mía, esa España nuestra" a lo largo de toda la canción. Aquí puedes escuchar a Cecilia en la versión original, en el festival de Mallorca de 1975.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Las Salas-cunas de finales del siglo XIX

Te lo cuento como sucedió. Una mañana del pasado mes de julio, yendo al mercado de La Ribera de Bilbao por un trayecto diferente al habitual, me llamó la atención un precioso edificio antiguo, pero con aspecto de haber sido restaurado recientemente. En la margen izquierda del puente de San Antón. En la calle, lo consulté luego, Urazurrutia. Que no recordaba haber visto anteriormente. Pero ahí quedó la cosa.

Pocos días después, en una de esas publicaciones que aparecen en tu muro de Facebook (sin saber muy bien por qué... algunos insinúan que es que FB "oye" todo lo que dices...) salía una imagen de ese mismo edificio y se referían a él como "la casa cuna". Curioso... había que investigar.

Y, efectivamente, se trataba del edificio de la Salas-Cunas de San Antonio, oficialmente inaugurado, en un primer edificio, el 7 de enero de 1884 por el alcalde de Bilbao Eduardo Victoria de Lecea y el impulsor del proyecto, el concejal Fernando Luis de Ybarra. Este primer edificio se usó hasta 1913, pero debido a la aparición de numerosas deficiencias, el Ayuntamiento decidió comprar el solar y construir un edificio totalmente nuevo. Obra que se encargó al arquitecto bilbaino Ricardo de Bastida (1878-1953), y que quedó finalizada en 1916. Con esta imponente fachada: