Prost! (y 2)

Cumpliendo con el "mandato" de mis amables seguidores, a los que no se les escapa una, completo en este post la historia de empresas familiares de origen franco-alemán que tuvieron un papel relevante en el impulso del consumo de cerveza en España a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Aunque, quizás, menos conocidas que las del primer post. La primera (Knörr) dejó la fabricación de cervezas como algo marginal en el primer tercio del siglo XX para ser reconocida por sus gaseosas y refrescos, y la segunda (Schumann) pasó a manos de otra familia, ésta de origen español, a la muerte del hijo del fundador. Vamos a dar una vuelta por Vitoria y Bilbao.

Roman Knörr Streiff

Knörr - 1874 - Roman Knörr Streiff (el apellido alemán se pronuncia "kéner") llegó a Vitoria el año 1870, procedente de Alemania y dejando atrás la guerra franco-prusiana. Había nacido en la ciudad de Ulm (como Augustus Damm). Empezó a trabajar en la fábrica La Azucarera. 

Al poco tiempo fundó, con la aportación económica de un empresario local (algunas fuentes lo señalan como "indiano"), Mariano Ortiz de Urbina, la fábrica de cervezas "La Esperanza", situada en el Camino de Ali, entonces en las afueras de Vitoria. Poco después se casó con una hija de su socio, Pilar Ortiz de Urbina. Tuvieron 11 hijos. 

"La Esperanza" empezó a fabricar, entre otros productos, cervezas con la marca "Knorr". Fue un negocio próspero, pero de ámbito muy local, que se extinguió con la muerte de Roman en Pamplona, en 1919. 

Un año después, su hijo Román Knörr Ortiz de Urbina retomó el negocio con la creación de dos nuevas empresas: la cervecera "La Sucursal" y la fábrica de gaseosas "El AS". Pronto, tras su repentina muerte, los dos hijos mayores, Román Knörr Elorza y su hermano José María, quedaron al frente de las empresas. De los dos negocios, la cerveza fue quedando en producción local y marginal, mientras que las gaseosas ampliaban su volumen de producción y su ámbito territorial.

En el año 1925, Antonio Knörr Ortiz de Urbina, otro hijo de Roman, se asoció con el francés Carlos Bouvard, propietario de la cervecera barcelonesa La Moravia, y decidieron estudiar la posibilidad de fabricar cerveza en Andalucía. El resultado será la creación de la "Fábrica de Cervezas La Alhambra", marca que, tras numerosos avatares, ha llegado hasta nuestros días.

Roman Knörr y unos amigos bebiendo cerveza en el patio de "La Esperanza"

A partir del año 1954, las actividades de la empresa de gaseosas sufrieron un importante revulsivo con la aparición del refresco de naranja con la nueva marca KAS (5 años antes de que se empezara a comercializar Fanta en España) La nueva enseña se había obtenido como resultado de añadir a gaseosas El AS la K del apellido familiar Knörr. 

En 1988 la familia Knörr Elorza vendió una participación mayoritaria de sus empresas al Banco Bilbao Vizcaya quien a su vez, en 1991, lo hizo a la multinacional Pepsico, que añadió la marca KAS a su portfolio de marcas en España. Y así continúa hoy día.

(Paréntesis: siempre que sale el apellido Knörr en una conversación e insistir en que se pronuncia "kéner", también hay que aclarar que nada tienen que ver los vitorianos con la otra familia Knorr, ésta sin diéresis en la "o", y que nunca salieron de Alemania, mundialmente reconocidos por sus caldos y sopas (y aquí sí que el apellido se pronuncia "norr"))

Schumann ("La Salve") - 1886 - Karl Friedrich Schumann Strebel nació hacia 1830 en el hoy desaparecido pueblo de Winkel en Alemania. Parece que también salió huyendo de los conflictos de su tierra y, tras pasar algunos años en Francia, apareció en Bilbao el año 1870. Llegó acompañado de su segunda esposa y de un hijo de 9 años de su primer matrimonio. En Bilbao castellanizó su nombre a un simple Carlos y abrió una primera fábrica de cerveza en la calle de la Estación nº 20 (hoy este tramo de la calle corresponde a la de Hurtado de Amézaga). En 1874 trasladó sus instalaciones a la calle Iturribide nº 44. No se conserva (o no he encontrado en la red) ninguna etiqueta ni botella de esas primeras fábricas.

Campa de La Salve, con las primeras instalaciones de la fábrica

En 1886, el hijo mayor de Carlos, José Schumann Cordés, que ya tenía 25 años, instaló una fábrica con la que elaborar tanto cervezas como bebidas gaseosas junto a la ría de Bilbao. La fábrica estaba ubicada en una campa en el recodo de la ría conocido como "La Salve", porque era desde donde los barcos, cuando llegaban a la ciudad, veían por primera vez la torre de la basílica donde se encontraba la Virgen de Begoña, patrona de la ciudad y del Señorío de Vizcaya. Por eso, al pasar por ahí, los marineros entonaban la "Salve" para agradecer que habían llegado bien. Y esto mismo se repetía al partir, para que les cuidara en la travesía. Años después, en 1897, se ampliaron las instalaciones con una nueva fábrica en Artasamina, en las laderas del monte Artxanda.

Carlos Schumann falleció en París en 1900. José Schumann se casó, primero, con Severiana Raizabal y después, al enviudar, con Marina Barasorda. No tuvo descendencia. Sus dos hermanos nacidos en Bilbao, Carlos Federico y Mauricio, se habían desentendido de los negocios familiares. Por eso, cuando José murió en 1910, con 49 años, su viuda decidió vender la empresa a una sociedad familiar, “Viuda e hijos de Francisco Pérez”, con la que Schumann mantenía relaciones comerciales. 

¿Y quién era esa viuda? Pues Lucía Yarza Arregui, nacida en la anteiglesia de Begoña en 1847. Viuda desde 1896, y con 8 hijos, se hizo cargo de los negocios de alimentación y hostelería de su marido, que era natural de Crevillente (Alicante). Hasta pocos años antes de su muerte, en 1927, Lucía estuvo al frente de esos negocios, junto con algunos de sus hijos. Los Pérez-Yarza siguieron con las cervezas "La Salve" hasta su cierre, por motivos económicos, en 1978.

1) Etiqueta de 1911, donde se menciona a los Schumann
2) Retrato de Lucía Yarza joven
3) Etiqueta de 1915 con el ángel desnudo sentado sobre un barril con el escudo de Bilbao. 
También se ven las iniciales V.H.F.P.: Viuda e Hijos de Francisco Pérez

En el año 2014, un grupo de empresarios decidió volver a fabricar y poner en el mercado las cervezas La Salve. Contaron con el apoyo de algunos Pérez-Yarza descendientes de los propietarios anteriores para recuperar algunas de las "recetas" y de los procesos de fabricación. En 2018, tras una inversión de 1,8 millones de euros, se inauguró la nueva fábrica "La Salve" en la calle Tellería, en el barrio de Bolueta, junto al río Nervión. 

En 2020 se lanzó al mercado la variedad "Lucía", en homenaje a la matriarca de la familia Pérez-Yarza. Según se puede leer en su página web: "es una receta german ale, una cerveza fácil de beber, con matices de olores frescos y a cebada, que LA SALVE elabora en su fábrica de Bilbao con cebada 100% alavesa, como todas sus cervezas".

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Posdata: Hubo más maestros cerveceros que se instalaron en España para impulsar la fabricación y el consumo de cerveza en esos años, pero, hasta donde he podido investigar, no crearon empresas familiares que mantuvieran su apellido en el tiempo. Pero, si se me ha escapado alguna, a tiempo estamos de escribir un nuevo post.

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Prost!

O podríamos decir ¡Prosit!, que así lo recogía el Diccionario de Autoridades de la RAE de 1737:

PROSIT: Voz latina, que significa buen provecho haga: y se usa en castellano para expresar que nos complacemos de alguna acción que otro ha hecho, o de algún bien que le ha sobrevenido, como dándole el parabién.

Prueba de agudeza visual: ¿Qué observas que tienen en común estos 4 caballeros de la foto? Aparte de que fueron más o menos coetáneos...:

Efectivamente, sus apellidos germánicos delatan su origen. Pero, si has sido perspicaz, y conoces un poco el mundo de la cerveza, habrás adivinado que sus apellidos identifican 4 fabricantes de cerveza de larga presencia en España: Moritz, Kutz, Damm y Mahou. Vamos a ir conociendo un poco su historia, por "orden de llegada" al suelo ibérico:

1 millón de robots humanoides... en 2030

Pasado mañana, como aquel que dice... Pues ese es el objetivo que se ha marcado la empresa Figure AI (www.figure.ai). Como dijo Víctor Hugo: "no hay nada mas poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo". Y parece que, justo ahora, se están dando las condiciones para posibilitar el crecimiento, no ya exponencial sino explosivo, de este tipo de robots humanoides: bípedos, autónomos, de propósito general, que puedan interactuar con los humanos de manera segura:

- capacidad de computación
- algoritmos de IA
- locomoción avanzada

- manipulación de precisión
- tecnología de baterías

- modelos GPT + visión computerizada

Hay 3 compañías que están marcando la vanguardia en este tipo de robots. Vamos a ir viéndolas.

La Habana - 2 de julio de 1915

Estoy sentado en una de las terrazas con vistas al Malecón, en La Habana, disfrutando de un refrescante guarapo en una calurosa tarde de julio. Es el verano de 1915. De Europa llegan los ecos de la terrible guerra, a la que todavía no se le ha puesto nombre. La República de Cuba tiene ya 13 años, desde su proclamación en mayo de 1902, aunque continúa bajo la estricta tutela de los Estados Unidos de América, quienes, por el momento, se mantienen neutrales en el conflicto armado. Para Cuba, la guerra y sus años precedentes han supuesto, aunque dé un poco de apuro decirlo, un gran beneficio económico.

Es viernes por la tarde y me dispongo a leer la edición vespertina del "Diario de la Marina" (8 páginas, 2 centavos):

Guiris, monosabios y otras palabras de origen curioso

Cumplo hoy la "amenaza" de un tercer post inspirado en el libro "El porqué de los dichos" de José Mª Iribarren. Pero hoy no va de dichos, sino de algunas palabras de origen curioso, pues también el libro dedica un capítulo a ellas. 

De cada palabra doy, copiando del diccionario de la RAE, su definición actual más conocida.

Guiri .- 3. m. y f. coloq. Turista extranjero. La costa está llena de guiris.

Aquí el diccionario nos da también dos pistas, aunque no acaba de "rematar": 

2. m. y f. En las guerras civiles del siglo XIX, partidario de la reina Cristina. Era u. t. para designar a los liberales, y en especial a los soldados del Gobierno.

Y nos propone como etimología: Acort. del vasco guiristino 'cristino'.

Botón Guardia Real Ysabel II (G R Y 2)

(La "reina Cristina" era Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias, viuda de Fernando VII y reina regente entre 1833 y 1840, durante la minoría de edad de su hija Isabel II)

Pues, efectivamente, hay que remontarse a las guerras carlistas para encontrar el origen de la palabra guiri. Pero, según el mismísimo Benito Pérez Galdós, en su Episodio Nacional Zumalacárregui, no es una abreviatura de una adaptación al euskera de la palabra "cristino", sino que procede de la Guardia Real, unidad del ejército liberal a cuyos componentes derrotó Zumalacárregui en la batalla de Alsasua. 

Estas tropas vestían casaca azul, correaje blanco en cruz y gorras de pelo o morriones con la chapa G.R.I. (Guardia Real Infantería). Y así se les llamó: "guiris". No he encontrado un grabado de la chapa del gorro, pero sí de un botón de un uniforme de la misma época, que nos da una idea.

Términus

"Su elección no fue otra que el hotel d´Angleterre por la mera razón de que sus bajos albergaban el café Boulevard y porque, desde sus ventanales, se podía contemplar el paseo del Arenal. Además, tampoco cabían demasiadas alternativas. Tras la efímera aventura del fastuoso hotel Términus, Bilbao adolecía de establecimientos emblemáticos al estilo del hotel María Cristina de San Sebastián o el hotel Real de Santander..." ("La ciudad de los ojos grises" - Félix G. Modroño - 2012).

Yo conocía el hotel Términus de San Sebastián, situado junto a la Estación del Norte, pero nunca había oído hablar de un hotel Términus en Bilbao hasta leer este pasaje de la novela, ambientado en el año 1914. Y lo de "efímera aventura" me llamó la atención. O sea que, a buscar en Google. Y es una curiosa historia.

Mi pariente Tutankamón

Fue a finales del pasado mes de enero cuando, visitando el Valle de los Reyes en Egipto, estuvimos en la tumba de Tutankamón, la famosa KV62, que fue descubierta casi intacta, en 1922, por el arqueólogo y egiptólogo británico Howard Carter. Para dar testimonio de nuestra actividad exploratoria, compartí con el grupo de guasap familiar la foto adjunta. 

Rápidamente mi primo Mariano, conocedor de mi afición por la genealogía y por la genética, sugirió en el mismo grupo: "Ángel, comprueba si Tutankamón es antepasado nuestro!!!" Jijiji, jajaja... típica gracieta de grupo de guasap...

Pero claro, durante y después del viaje, la curiosidad te lleva a leer y conocer más sobre el mundo egipcio, sus dinastías, sus faraones, sus costumbres, sus obras arquitectónicas, su escritura,... Y, en una de esas búsquedas, me "topé" con la siguiente información: