El 11 de diciembre de 1875, el barco de vapor SS Mosel, de la compañía naviera North German Lloyd, se encontraba fondeado en el puerto de Bremerhaven, en el norte de Alemania. Con cerca de 400 pasajeros ya a bordo, la gran mayoría alemanes, y enganchado al remolcador Simson, se encontraba realizando las últimas labores de carga antes de zarpar con destino a Nueva York. Un gran número de curiosos se encontraba en el muelle, admirando la grandiosidad del buque y preparándose para despedir a familiares y amigos que partían con destino a las Américas.
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"Mosel und Simson kurz vor der Katastrophe" El Mosel y el Simson poco antes de la catástrofe |
A las 11 de la mañana se produjo un fatal accidente. Uno de los grandes bultos que debían embarcarse estaba blindado con hierro y pesaba 650 kg. El documento de embarque afirmaba que contenía caviar por un valor de 3.000 marcos. Al levantarlo la grúa, algo falló, y el gran barril se desprendió e impactó contra el pavimento. De forma extraña, se produjo una enorme explosión, que abrió un boquete en el barco y provocó un cráter de 4 metros de profundidad en el muelle. Pero no solo eso: hubo 81 muertos y más de 200 heridos. ¿Qué había pasado?
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"Nach der explosion" Después de la explosión |
A las 5 de la tarde, seis horas después de la explosión, en la inspección que se llevó a cabo de todas las estancias del buque, se encontró a un pasajero en una de las cabinas de 1ª clase. Estaba cubierto de sangre, empuñaba una pistola y, por lo que parecía, se había disparado dos tiros. Pero estaba vivo. Su documentación estaba a nombre de William King Thomas, un ciudadano canadiense. Poco después, también apareció ese nombre como propietario del cargamento de caviar que había explosionado. ¡Qué raro!
La policía lo tomó bajo su custodia y lo trasladó a un hospital. Thomas murió 5 días después, el 16 de diciembre, habiendo confesado a la policía, en los breves momentos de lucidez que tuvo, que efectivamente era el propietario del barril de caviar y que, en su interior, había una bomba de relojería cuyo objetivo era explosionar en mitad del Atlántico, hundir el buque, y cobrar la importante suma de dinero por la que había asegurado el cargamento. Él desembarcaría en el puerto británico de Southampton, la última escala antes del Atlántico, y así se libraría de la explosión.
La naviera encargó a la famosa agencia americana de investigación Pinkerton que averiguara la historia de este Thomas, y el resultado fue sorprendente.
Resultó que Thomas, en realidad, se llamaba Alexander Keith Jr. Copio y traduzco de la Wikipedia inglesa:
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La fábrica de cerveza de Alexander Keith en Halifax Todavía hoy existe |
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Alexander Keith Jr. cuando era William King Thomas |
Utilizando identidades falsas, primero contactó con el relojero vienés Ignaz Rind. Sin dar demasiadas explicaciones, le dijo lo que necesitaba: un mecanismo que pudiera ser programado para funcionar en silencio durante diez días y que, a continuación, activara una barra que cayera con la fuerza de un martillo. El relojero cumplió el encargo, aunque el resultado final no fue del todo satisfactorio para Thomas. Así que probó de nuevo, esta vez con un relojero alemán, Johann Fuchs, al que pidió un modelo similar al vienés, pero más grande y más potente. Lo terminó en abril de 1875. Un mes antes, con la identidad de un tal "señor García", había conseguido un buen paquete de explosivos en una fábrica de Colonia.
Thomas hizo un primer intento solo dos meses después de tener el mecanismo detonador y la dinamita: el vapor Rhein. Pero falló el mecanismo de ignición y el buque llegó sin novedad a Nueva York. Lo arregló y volvió a intentarlo. El resto, ya lo conocemos...
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Mecanismo de ignición con retardo - Johann Fuchs |
Muy curioso y te hace pensar
ResponderEliminarMenudo elemento!!! Muy interesante!
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