martes, 28 de abril de 2020

Cuando la clausura es elegida

Entrada al convento de "Las Peraltas" (Foto: J.A. Lasheras)
Mi primera toma de contacto con la clausura fue, siendo un niño, en el torno del convento de "Las Peraltas". Por ese nombre se conocía a estas monjas, en referencia a la calle donde se encontraban, la calle del Licenciado Peralta, en Segovia, muy cerca de mi casa. He encontrado una foto de la entrada y aquí la pongo.

Íbamos a comprar pastas y dulces (veo que todavía los siguen haciendo y que incluso han aumentado su oferta y su promoción a través de una página web). Había que llamar a un timbre (o tirar de una cuerda acoplada a una campanilla, ya no me acuerdo bien), y esperar a que una voz (porque no se veía a nadie) contestara desde el interior: "Ave María Purísima...". Una vez formulado el pedido, y depositado el importe en la mitad abierta del torno, éste giraba y, después de un tiempo, volvía a girar y descubría el paquetito con los dulces.

viernes, 24 de abril de 2020

Ogodei

Estatua del Kan en Mongolia
El 11 de diciembre celebra el santoral cristiano la festividad de San Dámaso, papa de origen hispano del siglo IV. Quizá, después de leer este post, estés de acuerdo conmigo en que ese día debería ser festivo en toda Europa, algo así como la conmemoración del "Día en que se salvó Europa y la civilización occidental". ¿Y por qué? Pues no por el bueno de Dámaso, que sus méritos tendría, sino porque el 11 de diciembre de 1241 murió en la lejana Karakórum (Mongolia) Ogodei Kan, hijo de Gengis Kan y 2º emperador mongol. No, no se me ha ido la olla, y lo voy a explicar.

Pero, para entenderlo mejor, hay que empezar por tener una visión panorámica de la situación geopolítica de ese momento.

En lo más cercano, hacía 5 años que Fernando III de Castilla y de León (lo de "Santo" vino después) había entrado triunfalmente en Córdoba, y preparaba las futuras campañas para retomar Jaén y Sevilla.

En la Europa occidental y central, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico era Federico II de Hohenstaufen, "stupor mundi", que libraba batallas contra todos sus rivales, incluidos varios Papas.

martes, 21 de abril de 2020

El viaje de la evolución: los últimos 40 millones de años


Platirrino y Catarrino
En un post anterior, dejábamos el viaje de 4.500 millones de años que la vida ha realizado en el planeta Tierra, en el momento, hace unos 40 millones de años, en que se produjo la separación entre los "monos del Nuevo Mundo" (los platirrinos) y los "monos del Viejo Mundo" (los catarrinos).

Que ahora los vemos un poco diferentes en la foto, pero que hace 40 millones de años serían prácticamente iguales. Lo curioso es la diferente evolución que ha tenido cada "rama". Mientras que los de nariz chata se han quedado en eso (bueno, y seguramente son ahora más hábiles que sus ancestros en desenvolverse en las selvas tropicales americanas), los de nariz "hacia abajo" evolucionaron hasta dar origen, 36 millones de años después, al género Homo. Pero vamos por partes, porque la cosa no fue tan lineal y "predeterminada" como a veces se presenta.

viernes, 17 de abril de 2020

Algo no cuadra en La Meca

Del 28 de julio al 2 de agosto de este año estaba prevista la peregrinación anual (conocida como Hach حَجّ) a La Meca. Todavía no se ha decidido su cancelación definitiva, a la espera de ver la evolución mundial de la pandemia COVID-19.

Este acto es uno de los cinco pilares del Islam, establecido en las suras 3.96:  "La primera Casa erigida para los hombres es, ciertamente, la de Bakka, casa bendita y dirección para todos", y 3.97: "Hay en ella signos claros. Es el lugar de Abraham y quien entre en él, estará seguro. Dios ha prescrito a los hombres la peregrinación a la Casa, si disponen de medios. Y quien no crea... Dios puede prescindir de las criaturas". Curiosa la mención a Abraham, a la que luego volveremos.


La peregrinación tendría lugar en el duodécimo mes del año 1441 AH (Anno Hegirae), año que terminará, en nuestro calendario gregoriano, el 20 de agosto de 2020. Como el año musulmán sigue el ciclo lunar, y no el solar, se produce cada año una diferencia de 11-12 días. Quizá este año la peregrinación nos dará imágenes inéditas, no las típicas de millones de peregrinos abarrotando los lugares sagrados como en la foto de arriba, sino algo así:

martes, 14 de abril de 2020

"...rasca igual por detrás que por delante"

Esta es la "crónica de un post anunciado". Y no es que me haya venido arriba y me crea García Márquez... no; lo que pasa es que estoy seguro de que a todos, a mí el primero, nos sorprendió el comportamiento ciudadano en España en los primeros días (¿horas?) de la expansión de la epidemia COVID-19, cuando se anunciaron las primeras normas de limitación de movimientos, cierre de colegios, etc... que consistió en acaparar productos de primera necesidad (cada uno según sus propias prioridades) y... ¡papel higiénico! rollos y rollos de papel higiénico, como si la pandemia anunciara el fin del mundo por "diarrea universal". 

Bromas aparte, que la cosa es muy seria, lo cierto es que pensé que este tema, el del papel higiénico, merecía un post. Empezando porque, a los que ya tenemos una edad, nos vinieron a la cabeza imágenes de otra época, materializadas en un rollo de color parduzco, envuelto en un celofán amarillo y con una imagen llamativa en rojo de... ¡un elefante! Efectivamente, el papel higiénico por excelencia en la España de los años 50 y 60. 

Pero... ¡alto ahí! Ahora que puedes mirar con detenimiento la foto... ¿dónde pone que sea papel higiénico? En ningún lado. "PATENTADO" en mayúsculas, "Papel fabricado por la Papelera Española" y "Película fabricada e impresa por La Cellophane Española" en letras más pequeñas. Eso sí, "400 HOJAS" bien grande. ¿Hojas de qué, si era un rollo continuo sin perforaciones? Y está claro que un elefante sí que se ve, pero por ningún lado aparece la palabra "ELEFANTE". 

Algunos entendidos llegaron en su día a la conclusión de que, efectivamente, el uso previsto para este papel en su origen no era el higiénico, sino el de envolver pequeñas mercancías, como el papel que se usa en ferreterías y comercios al por menor. La Papelera Española, después integrada en Sancel y finalmente comprada por la Scott Paper Company, nunca lo confirmó ni desmintió (no fuera a malograrse un gran éxito de ventas). Se dijo que el elefante era, en realidad, el logo de Papelera Española y que por eso se usó en este papel, nada de gran "estudio de mercado" para ver qué marca le hacía más tilín a los potenciales usuarios. Ahora descubro, por la foto, que había dos "anchos" de papel, lo cual añade un poco más de intriga al caso.

martes, 7 de abril de 2020

Éxodo - Versión alternativa

El libro de la Biblia que conocemos como "Éxodo", el 2º en el Antiguo Testamento y uno de los 5 del Pentateuco, en hebreo se conoce como "Shemoth" (שׁמות), que significa "nombres", porque así comienza: "Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob". Empezando por sus 12 hijos (no me resisto a citarlos, todavía muchos los recordamos de memoria, esas cosas que se aprendían en el colegio sin saber muy bien para qué: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín). Y también sus respectivas genealogías: Hijos de Rubén: Janoc, Falu, Jesrón y Carmí. Etc, etc... Será por nombres...

Moisés rescatado de las aguas - Nicolas Poussin (1638)
Por aparecer, salen hasta los nombres de las dos parteras de los hebreos, Sifrá y Fuá, sobre las que recayó el terrible mandato del rey de Egipto, inquieto por el crecimiento de esta población "inmigrante": "cuando asistáis al parto a las hebreas, observad el sexo: si es niño, lo matáis; si niña, que viva". Pero lo que no aparece por ninguno de sus 40 capítulos es ningún nombre egipcio. Ni el del faraón, verdadero co-protagonista junto con Moisés de los primeros 12, ni el de su hija, que, según el texto, rescató al niño de las aguas del río cuando "vio la cestilla entre las plantas de papiro". Ni el de capataces, escribas o magos que también salen en el relato. Un "olvido" que no parece casual.

viernes, 3 de abril de 2020

Un viaje de 4.500 millones de años, de la mano de Arsuaga

Juan Luis Arsuaga
Ya mencioné hace unas semanas el último libro de Juan Luis Arsuaga, "Vida, la gran historia" (Ediciones Destino, 2019). Con el subtítulo de "Un viaje por el laberinto de la evolución". Por supuesto que recomiendo encarecidamente su lectura. No es un libro de los que se dice que "te lo lees de una sentada", no, ni mucho menos; hay que dedicarle tiempo y reflexión. Contiene, además, muchas notas y referencias a otros autores y publicaciones que, si el tema te atrae, te pueden abrir otras vías de información. 

Pero sí he querido reunir en este post aquello que me ha resultado curioso, que quizá conocía parcialmente o que ha sido un descubrimiento para mí. Sin ánimo de hacer "spoilers", como se dice ahora, o de desincentivar la compra y lectura del libro. Y lo he hecho en forma de viaje en el tiempo, resaltando los sucesos más relevantes que fueron cimentando la evolución tal y como la conocemos (todavía no del todo; quedan algunas lagunas que completamos con hipótesis) en el planeta Tierra.

Antes de empezar el viaje, copio las preguntas que se hace Arsuaga al principio del libro, y que van a guiar su desarrollo en búsqueda de respuestas (respuestas que no da el autor, sino que espera que sea cada lector, con toda la información proporcionada, el que dé las suyas propias):

En la evolución biológica: "¿Tenía que aparecer la vida, para empezar? ¿Tenía que llegarse a una especie inteligente y tecnológica al cabo del tiempo? ¿Era sólo cuestión de esperar (eso sí, mucho tiempo: más de tres mil quinientos millones de años)? ¿Cuánto hay de azar y cuánto de necesidad en nuestra propia historia evolutiva?

Empezamos el viaje. Por la Astrofísica y la Geología, se ha establecido que el Planeta Tierra, el tercero en órbita alrededor de la estrella tipo G que los humanos llamamos Sol, se formó hace 4.500 millones de años.