miércoles, 24 de junio de 2020

Del tael al "dólar del junco"

En el anterior post sobre la plata, dejábamos a China convulsa tras las "guerras del Opio", con parte de sus puertos ocupados por las 8 potencias vencedoras: Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Japón, Rusia, Alemania, Italia y Austria Hungría. Tan desastroso fue el siglo XIX y los comienzos del XX para China que hablaban del "siglo de la humillación".

Aún así, la población de China representaba aproximadamente 1/5 de la población mundial (curiosamente eso era así a finales del siglo XIX, cuando China contaba con 450 millones de habitantes y en todo el planeta había unos 2.500 millones, y lo sigue siendo ahora, cuando China cuenta con 1.400 de los 7.000 actuales). Por lo que el potencial económico seguía siendo significativo.

Puyi, el último Emperador
El siglo XX no comenzó mejor. La Dinastía Qing ya no daba más de sí. La Emperatriz Cixí, (viuda del Emperador Xianfeng), ejerció el poder directa o indirectamente entre 1861 y 1908, manteniendo bajo arresto desde 1898 al verdadero Emperador, Guangxu. A su muerte en 1908 (los dos murieron con un día de diferencia), se aceptó la designación "in extremis" que había hecho como heredero de su sobrino-nieto Puyi, el último Emperador (al que todos recordamos de la magnífica película de Bertolucci), que en aquel momento tenía 2 años. Y, finalmente, en 1912 llegó la República (no la comunista de Mao, que esa lo haría en 1949), sino una de corte nacionalista, con deseos de unificar el país, modernizarlo y recobrar la pujanza de siglos anteriores.

Su primer presidente fue Sun Yat-sen (1866-1925), aunque lo fue sólo durante 3 meses. Pero es importante su nombre, por lo que veremos luego. Porque aquí hemos venido a hablar de la plata, y todavía no ha aparecido... 

Si consultas la lista de Presidentes de la República de China entre 1912 y 1949 te salen unos 20 nombres (el que más nos suena, porque lo fue en varios períodos y porque luego fue el primer Presidente de la República de China (la no "Popular", finalmente confinada en la isla de Taiwan),  fue Chiang Kai-Shek). Y si haces lo mismo con la de Presidentes del Yuan Ejecutivo (equivalente a Jefe de Gobierno o Primer Ministro) salen otros 40 nombres, muchos con varios períodos de mandato... lo que da idea de lo "agitado" que se encontraba el país, claro que en esos años, además de las dos Guerras Mundiales, tuvieron lugar innumerables conflictos regionales y locales.

viernes, 19 de junio de 2020

Los Anakim (y 2)

Seguimos en el Neolítico, a la búsqueda de los gigantes...

En el ABC del 15 de marzo de 2019 se podía leer el siguiente titular: "Los invasores que erradicaron a los hombres de la península Ibérica hace 4.000 años". Hombre, que dicho así, causa una cierta turbación. Luego lees el contenido de la noticia, y otros artículos sobre el mismo tema aparecidos en las mismas fechas, a raíz de la publicación de este artículo en la revista Science: "The genomic history of the Iberian Peninsula over the past 8000 years" - Iñigo Olalde et al. y la cosa se va explicando:

Expansión de las lenguas indoeuropeas en el tercer milenio a.C.
(causada por la "invasión" de los pastores de las estepas)
"Hace unos 4.500 años (2500 a.C.), grupos descendientes de pastores de las estepas de Europa del Este llegaron a la Península Ibérica tras una larga migración por el continente. La irrupción de los sucesores de los yamnayas, la antigua estirpe que montaba a caballo y poseía carros, supuso la erradicación de los varones locales, de forma que su linaje (R1b-M269) sustituyó casi totalmente a los del cromosoma Y presente hasta entonces a finales del Neolítico. Nada parece indicar que la invasión fuera forzosamente violenta. De hecho, el proceso se prolongó durante 400 años. De alguna manera, estos jinetes tuvieron un gran contacto con las mujeres ibéricas. Quizás ellas les prefiriesen por su fuerte jerarquización social y el establecimiento de élites hereditarias". (Artículo del ABC citado)

viernes, 12 de junio de 2020

Licores conventuales... ahora sí

Lo prometido es deuda. Después de relatar la semana pasada el curioso origen de algunas marcas muy conocidas de licores supuestamente "conventuales", que sólo vieron el convento de lejos, vamos a conocer en este post algunos de los licores, ahora sí, fabricados dentro de los muros de un monasterio. Hay muchos, pero éstos me han parecido particularmente curiosos.

Empezamos el viaje en San Cristóbal de Cea, provincia de Orense. Allí se encuentra el monasterio cisterciense de Santa María la Real de Oseira. Refundado en 1929, fue a partir de 1969 cuando, para ayudar al sostenimiento del convento, emprendieron la fabricación y comercialización de diferentes productos. Entre ellos, el que nos ocupa, el licor de eucalipto "Eucaliptine". En su versión "Ámbar" combina tres especies de eucalipto: Biminalis, Tasmania y Rostrata. No hace falta ser muy perspicaz para saber a quién pretendían parecerse con ese nombre acabado en "tine"... Comenzó a publicitarse como "beneficioso para los bronquios" y también "elaborado según fórmula de Fray Orsisio" (que no se sabe quién fue), pero a partir de 2007, para cumplir con la normativa europea, tuvieron que quitar estos reclamos de la etiqueta y ceñirse a los 30º de graduación (antes parece que tenía más).

También hay un licor de hierbas "Eucaliptine Oro", pero este no lleva eucalipto, sino una gran variedad de hojas de plantas medicinales cultivadas en las proximidades del monasterio: melisa, manzanilla, hisopo, menta piperita, angélica, artemisa, flor de saúco, clavo...

viernes, 5 de junio de 2020

Licores "conventuales"... o no tanto

En el post de hace unas semanas sobre los monjes cartujos, al hablar del famoso licor "Chartreuse", anotaba que tal vez merecía la pena "visitar" algunos otros licores asociados con la vida monástica, los saberes ancestrales de los monjes para recolectar hierbas y extraer sus propiedades, bien medicinales, bien energizantes o simplemente agradables al gusto de los mortales. Pues dicho y hecho.

Pero mi sorpresa ha sido que, al entrar en el conocimiento del origen y desarrollo de algunas de las más conocidas, he descubierto que lo de los monjes o el convento, sí, pero de refilón. Vamos, que se han tratado más bien de elaboradas estrategias de marketing "avant la lettre" (pues en algún caso se remontan al último cuarto del siglo XIX).  Analizamos 4 de ellas, las que me han parecido más significativas, a la par que curiosas.

D.O.M. Bénédictine - El licor "monástico" por excelencia. Lacrado y "certificado" con ese D.O.M (Deo Óptimo Máximo : "Para Dios, el mejor y más grande") con el que parece que los benedictinos empezaban sus documentos.

Pues todo fue invención de un comerciante de vinos y licores francés, llamado Alexandre-Prosper-Hubert Le Grand (1830-1898), quien, en 1863, se sacó este licor de la manga. Fue en Fécamp (Francia) donde sí es verdad que existe una abadía benedictina desde siglos atrás. Para darle más verosimilitud al "invento" hizo creer que había encontrado el grimorio de un tal Dom Bernardo Vincelli, monje del que no existe ninguna prueba documental de su existencia, donde se explicaba la fórmula magistral del licor divino. Con los beneficios del negocio construyó en la misma localidad el Palacio Bénédictine, en el que reputados artistas ilustraron en paredes y vidrieras la "historia", muy adornada, del licor.

(Paréntesis:  yo también he tenido que buscar la palabra grimorio en el diccionario. Allí la definición es bastante escueta: "Libro de fórmulas mágicas usado por los antiguos hechiceros". Pero si vas a la Wikipedia, la definición es mucho más esotérica: "Libro de conocimiento mágico europeo, generalmente datado desde mediados de la Baja Edad Media (siglo XIII) hasta el siglo XVIII. Tales libros contienen correspondencias astrológicas, listas de ángeles y demonios, instrucciones para celebrar aquelarres, lanzar encantamientos y hechizos, mezclar medicamentos, invocar entidades sobrenaturales y fabricar talismanes")

En la actualidad, el licor Bénédictine pertenece al catálogo del grupo Bacardí-Martini.