viernes, 27 de abril de 2018

Nombres "familiares"

Asistí el pasado mes de Marzo a una charla en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (¡qué nombre tan señorial!). La impartió la Dra. Fátima de la Fuente y llevaba por título "Curiosidades económicas desde una perspectiva histórica". Y una de las curiosidades que expuso, y que me llamó la atención, fue el origen de la palabra "Bolsa", entendida como lugar de intercambio de valores y de instrumentos financieros. Lo resumo así: 
Brujas - Edificio donde se encontraba la posada Ter Buërse

En la ciudad flamenca de Brujas se desarrollaba una de las ferias más animadas de la época medieval. A ella acudían comerciantes y compradores de toda la región e incluso más allá, que necesitaban de alojamiento en los días en que se desarrollaba la feria. Pues bien, cerca de la Gran Plaza, la familia Van der Buërse regentaba, ya desde 1285, una de las posadas más demandadas. En sus inmediaciones establecían sus puestos los cambistas, encargados del cambio de las distintas monedas y del comercio de metales preciosos. Entonces, como ahora, era muy importante saber a cómo "cotizaban" los distintos instrumentos financieros. Y los der Buërse tuvieron la innovadora idea de reflejar estos cambios en unos listados que colocaban en la pared de su hospedería, constituyéndose así en el punto de referencia para todo aquél que quería realizar alguna transacción. Con el paso del tiempo, el nombre familiar pasó a designar la función, y así surgió en diferentes idiomas: bourse, borsa, börse, bolsa. Los ingleses, aunque durante algún tiempo también utilizaron el término burse, finalmente se decantaron por el de exchange, siempre queriendo ser diferentes :-). 

viernes, 20 de abril de 2018

La roya negra

(Banda sonora: "Canto de Segadores" - Nuevo Mester de Juglaría - aquí)

El dios Robigus, con espigas en el pelo
El 25 de abril se celebraba en la antigua Roma la fiesta conocida como "Robigalia", en honor del dios Robigus (o de la diosa Robigo, que las dos versiones había). Copio de la Wikipedia: "Ovidio describe en el cuarto libro de los Fastos la ceremonia de las Robigalia: una procesión de personas, todas vestidas de blanco, guiadas por el sacerdote del Quirinal, se dirige al bosque sagrado del dios en la quinta milla de la vía Clodia, y, aquí, el sacerdote sacrificaba un perro y un cordero lechal. Después, se desarrollaban también competiciones de carreras.  El motivo del sacrificio canino era que, cuando la “Estrella del Perro” (es decir, Sirio) aparece en el cielo, se inicia la estación cálida (canícula) y existe el riesgo que los frutos maduren demasiado temprano; para evitar este riesgo se sacrifica un perro por su analogía con el nombre de la constelación". 

Tallos de trigo infectados de roya

En realidad, el dios Robigus era el "dios del óxido", de la corrosión, asociado con el color rojizo, y, por extensión asociado también a una de las plagas más dañinas que desde hace milenios han afectado a los cereales: en castellano, la roya ("Puccinia graminis", en inglés "stem rust"). Porque, en su desarrollo inicial, las esporas de este hongo se adhieren a los tallos del trigo y desarrollan unas pústulas que tienen ese color rojizo, aunque al final de su ciclo se vuelvan negras y se conozca como "la roya negra". Por  eso, parece que en zonas remotas del Imperio, como en la lejana Britannia, en estas fiestas se sacrificaban todo tipo de animales de pelaje rojizo: zorros, perros o vacas. La Robigalia tenía como objetivo pedir la ayuda del dios y evitar que la plaga invadiera los cultivos de trigo y causara la pérdida de una parte importante de las cosechas. 

(No por casualidad, el santoral cristiano asigna el 25 de Abril a San Marcos, que, además de evangelista, está designado como protector de cosechas y ganado).

viernes, 13 de abril de 2018

¡No hay vacas para tanto filete!

(Banda sonora: La canción "Buen menú", interpretada por el conjunto Los Xey, en la película "Yo no me caso", dirigida por Juan de Orduña en 1944).
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Para entender el problema hay que pensar a escala planetaria. Y hacer cuentas. El umbral de los 3.000 millones de seres humanos se alcanzó en 1960; sólo 40 años después, en el 2000, se duplicó a los 6.000 millones y ahora, 18 años más tarde, estamos cerca de los 7.800. Eso por un lado. Por otro, el consumo de carne por persona también se ha disparado (según datos de la FAO): de unos 26 Kgs./persona y año en 1970 (todo tipo de carne) a más de 40 en los últimos años (en España nos zampamos 90 Kgs. por barba). Combinando ambas cifras, y extrapolándolas a los próximos 10-20 años, podemos decir: "¡No hay vacas para tanto filete!" (ni cerdos ni pollos). 


Ya que mencionamos a la vaca, también hay que resaltar que, contemplado como sistema productor de carne, es bastante ineficiente: se calcula que se necesitan 26 Kgs. de alimento (forraje, pienso,...) para que la vaca produzca 1 Kg. de carne. Y, encima, tiene subproductos nocivos: se estima que los residuos orgánicos de los animales empleados en alimentación son responsables del 14,5% de los gases de efecto invernadero (me encanta que haya gente que calcula estas cosas con esta precisión). 

Por lo tanto, hay que buscar alguna alternativa. ¿Cómo conseguimos "carne" sin tener que criar animales? Y lo curioso es que ya tenemos no una sino dos vías alternativas para conseguirlo.