martes, 31 de marzo de 2020

Del fustán al mercurio: así se gestó la fortuna de los Fugger

Carlos V en Augsburgo, con el banquero Anton Fugger
En un post anterior, prometía abordar la historia de la familia Fugger, tan ligada a los primeros monarcas hispanos de la familia Habsburgo (Carlos y Felipe). Hay abundantes artículos, estudios y libros que la documentan (al final incluyo dos buenas referencias para quien quiera profundizar en el tema). Pero, como acostumbro, lo que voy a hacer es resaltar aquellos hechos que me han parecido curiosos, y que tal vez quedan escondidos en un libro de 700 páginas.

Empezando por el principio, lo primero es constatar que aun siendo una familia dedicada, no en sus comienzos pero sí en su época de mayor esplendor, a las transacciones financieras (que eran prestamistas, vaya), no eran judíos, sino católicos. Y eso en medio de la Alemania del siglo XVI, bastante más "protestante" que "católica".

viernes, 27 de marzo de 2020

Sangrías, Zurras, Limonadas y Zurracapotes




Seguro que si digo Tara o Twelve Oaks (Los Doce Robles) a todos nos viene a la cabeza la Georgia sureña del siglo XIX que retrata "Lo que el viento se llevó" ("Gone with the Wind"). Pero, si digo Sangaree, es mucho menos conocido; quizá a alguno le pueda sonar la película de 1953 titulada en español "La mansión de Sangaree" y protagonizada por Fernando Lamas y Arlene Dahl. También está ambientada en Georgia, concretamente en Savannah, pero un siglo antes, en 1783, justo al final de la Guerra de Independencia norteamericana. 

martes, 24 de marzo de 2020

Auge y caída de grandes ciudades (y IV)

Acabamos nuestro viaje visitando las ciudades más pobladas de finales del siglo XV.

Año 1500 d.C. - Vijayanagara - Después de Pekín, seguimos en Asia, nuevamente en el "subcontinente" indio, pero esta vez en su zona sur central. El hecho de que el emperador Harihara I eligiera, en 1336, esta ciudad como capital del Imperio del mismo nombre, disparó su importancia y hizo crecer de manera paulatina su población, que en este siglo XV se estima en 500.000 habitantes.

Extensión del Imperio Vijayanagara y su capital
En el año 1500 el Imperio pasa por una época turbulenta. En 1485 se ha producido un cambio de dinastía (Saluva), pero los partidarios de la anterior (Sangama) no se resignan y, en 1491, asesinan al recién estrenado emperador Thima Buppala. Le sucede su hermano menor,  Narasimha Raya II, pero todavía es menor de edad y el poder efectivo recala en un regente,  cuyo hijo, Tuluva Vira Narasimha Raya, como jefe del Ejército será el poder en la sombra durante todo el mandato de Narashima y el responsable, finalmente, de su asesinato en 1505. Con su llegada al poder, da comienzo a una nueva dinastía, la Tuluva.

Como dejamos esbozado en un post anterior, se ha conservado mucha información sobre la historia del Imperio Vijayanagara gracias a los escritos de los viajeros portugueses Domingo PaesFernão Nunes y alguno más que, desde la cercana colonia portuguesa de Goa, recorrieron el Imperio a comienzos del siglo XVI.

viernes, 20 de marzo de 2020

¿Y si...?

Portada del libro
Fue en una nota a pie de página en el primer capítulo de "Vida, la gran historia", de mi admirado Juan Luis Arsuaga, donde se mencionaba el libro cuya portada pongo aquí al lado: "What If? The World´s Foremost Military Historians Imagine What Might Have Been", editado por Robert Cowley en 1999.

Arsuaga (su libro, muy recomendable, merecerá un próximo post), lo cita en apoyo a su propia pregunta de: ¿es la evolución, tal y como la conocemos, un camino pre-determinado, con pequeñas variantes, o, de no haberse producido ciertas "casualidades" a lo largo de los milenios (por ejemplo, la arquea que fagocitó de manera incompleta a una bacteria, originando la mitocondria y la célula eucariota, o el meteorito que impactó en Yucatán e hizo desaparecer a los dinosaurios, favoreciendo el desarrollo de los entonces secundarios mamíferos), el resultado final hubiera sido muy diferente al que conocemos?

Lo que hacen los historiadores militares en el libro de Cowley es precisamente eso: pensar qué hubiera pasado, cómo habría cambiado el mundo si, en lugar de producirse ciertos hechos históricos tal y como conocemos que sucedieron, se hubiera dado un resultado diferente. Me recuerda a los episodios de la serie televisiva "El Ministerio del Tiempo", si bien en ella siempre se trataban de alterar lo mínimo posible los hechos, para que el impacto en el curso de la Historia no fuera significativo. 

El primer ensayo del libro, escrito por William H. McNeill, se refiere al sitio de Jerusalén por el ejército persa de Senaquerib, en el año 701 a.C. Me pareció que aquí había "tema" para explorar, desarrollar y compartir, y aquí va.

Empezaré con lo que "sabemos" que sucedió. Y he puesto lo de "sabemos" entre comillas a propósito, porque, como en casi todos los hechos históricos, el relato depende de quién cuente la historia. Lo que nadie discute es que tanto Senaquerib como el rey de Judá, Ezequías, fueron personajes reales. Y que en esos años el ejército persa había lanzado una campaña de asedio por toda Judea, llegando a Jerusalén. En lo que no hay acuerdo es en la razón por la que los persas levantaron el asedio y se volvieron a su tierra.

Rubens - "La derrota de Senaquerib" (siglo XVII)
Si consultamos las fuentes "judías", una primera referencia es la Biblia (aunque ya hemos visto otros personajes citados en los libros de la Biblia de los que no está clara su realidad histórica, aquí sí que lo son). En el libro de Isaías 37:16 leemos: "Y salió el ángel de Yahvé e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres, y a la mañana, al despertar, he aquí que todos eran cadáveres. Y Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campo y se tornó, quedándose en Nínive; y sucedió que, mientras oraba en el templo de Nesroc, su dios, sus hijos Adramelec y Sareser le mataron a espada y huyeron a Tierra de Ararat. Y le sucedió en el trono su hijo Asaradón". O sea que, primera versión, "ángel exterminador". Y lo del final trágico del rey de Asiria también es histórico, aunque no está demostrado que los asesinos fueran sus propios hijos.

Hay una "variante egipcia" de esta versión bíblica, pues, según su tradición, fueron ratones de campo los que invadieron el cerco persa,  royendo los arcos de los soldados y las correas de sus escudos (y se supone que transmitiendo, de paso, algún microbio patógeno que los aniquiló en poco tiempo).

Prisma de Senaquerib
Para la "versión persa" tenemos un testimonio pétreo. El conocido como "Prisma de Senaquerib", una columna hexagonal de piedra caliza, de unos 14 cm de ancho y 38 cm de altura, con 6 paneles, cada uno con unas 500 líneas de escritura, donde se reflejan los hechos del reinado de Senaquerib. En la tercera columna, siguiendo el relato cronológico de los hechos, se puede leer: "En cuanto a Ezequías el Judío, que no se sometió a mi yugo, puse sitio a 46 de sus ciudades fuertes... y las conquisté mediante arietes y máquinas de asedio... A él mismo (Ezequías) encerré en Jerusalén, su residencia real, como a un pájaro en una jaula [...] Me envió más tarde a Nínive, mi ciudad señorial, además de 30 talentos de oro, 800 talentos de plata, piedras preciosas, antimonio, ... toda clase de valiosos tesoros, sus hijas, concubinas, músicos y músicas".

Ni ángel, ni ratones, ni peste... se levantó el asedio porque ya se habían conseguido los objetivos de que el rey de Judá volviera a ser tributario del de Asiria, y punto.

El consenso entre los historiadores se va a un punto medio. Para algunos sí que pudo haber alguna enfermedad infecciosa que aconsejara el levantamiento del asedio; para otros, el hecho de que no hubiera fuentes de agua cerca de Jerusalén suficientes para mantener a un numeroso ejército asediador, decidieron su final.

El caso es que Jerusalén sobrevivió al asedio y la historia siguió el curso que conocemos. Pero McNeill se pregunta: ¿y si Senaquerib hubiera conseguido su propósito, entrado en Jerusalén y "eliminado" a Ezequías (era lo habitual en esos tiempos) y trasladado a buen número de sus habitantes a Babilonia?

Y su tesis es llamativa: "el Judaísmo no se hubiera consolidado como religión global y, en consecuencia, habría sido improbable que tanto el Cristianismo como el Islam se hubieran desarrollado en la forma que conocemos". Échale hilo a la cometa...

Reinos de Judá y de Israel
Esta tesis la basa en lo que pasó veinte años antes, en 722 a.C., con el reino de Israel (vecino del de Judá, con capital en Samaria). Sufrió también una invasión por los asirios, en este caso por Sargón II, padre de Senaquerib. Samaria fue reducida a ruinas y miles de israelitas fueron llevados a Mesopotamia. Allí, con el curso de los años, perdieron su fe en Yahvé y adoptaron los dioses asirios. Eso es lo que pronostica McNeill que hubiera pasado si Senaquerib hubiera conquistado Jerusalén: nuevo exilio y nueva pérdida de identidad religiosa, lo que hubiera supuesto, casi con seguridad, la desaparición del judaísmo.

En cambio, la "victoria" de Ezequías sobre el invasor asirio se interpretó (y magnificó) como un triunfo de Yahvé sobre los enemigos del pueblo de Judá, y un refuerzo de todo lo que venían anunciando los profetas (Isaías incluido) sobre la protección divina al "pueblo elegido". Por eso cuando, 115 años más tarde, en el 586 a.C., el rey de Babilonia Nabucodonosor II llevó a cabo lo que no pudo (o quiso) hacer Senaquerib, destruyendo Jerusalén, Templo de Salomón incluido, y llevándose a Babilonia a miles de judíos, se encontró con un pueblo fuertemente cohesionado por la religión, que aceptó esta desgracia como "castigo de Yahvé por no haber observado sus mandamientos", pero que, lejos de alejarlos de la fe, les refuerza en ella, y, aun en el exilio, seguirán firmes en sus convicciones. El resto de la Historia, ya la conocemos.

Interesante este viaje por lo que fue y por lo que pudo haber sido. El libro de Cowley plantea en total 20 What Ifs. Seguro que hay otros que merece la pena explorar.


El Rey Salomón observa los planos de lo que será el primer Templo de Jerusalén.
Fresco de Andreas Brugger (1777)

martes, 17 de marzo de 2020

Auge y caída de grandes ciudades (III)

Seguimos con las ciudades más pobladas al final del primer milenio.

Año 1000 d.C. - Kioto - Situada en la isla de Honshu, desde el año 794 al 1868 fue la capital imperial de Japón, aunque en este año 1000 todavía se llamaba  Heian-kyō (平安京 , Capital de la tranquilidad). El mandatario en aquel momento era Ichijō Tennō, sexagésimo sexto Emperador del Japón, que en el año 986 había llegado al trono con tan sólo 6 años de edad. Su reinado se considera la culminación del período cultural Heian (que dio nombre a la ciudad), en el que alcanzó el máximo poder el clan Fujiwara. La población de Kioto en ese período pudo llegar a los 300.000 habitantes.

Maqueta de Kioto, con el Palacio Heian en el centro
El diseño de la ciudad era totalmente lineal, imitando a la capital china Chang'an, como un rectángulo de 4,5 km x 5,2 km. En su interior se encontraba el Palacio Imperial Heian. Copio de la Wikipedia: "El palacio estaba rodeado por una gran muralla de forma rectangular que contenía muchos de los tantos edificios ceremoniales y administrativos, incluyendo a los ministerios gubernamentales. Dentro de aquellos muros se encontraba otro complejo residencial (o "Palacio Interno") en donde residía el emperador. Además de la vivienda del emperador, el palacio interno contenía las habitaciones de las consortes como también estructuras ceremoniales y oficiales más cercanas a la figura del emperador".

viernes, 13 de marzo de 2020

7.000.000 de ducados: 1 Escorial - 8 Guggenheims

Si te das una vuelta por el madrileño Barrio de las Letras, cuya columna vertebral la constituye la calle de las Huertas, es muy probable que pases por la calle de Fúcar, situada a pocos metros del Paseo del Prado. Verás unas placas antiguas con ese nombre, y otra más moderna, formada por 9 piezas cerámicas y firmada por su autor, Alfredo Ruiz de Luna, ceramista talaverano que recibió, a partir de 1992, el encargo del Ayuntamiento de hacer más de 1.500 placas para las calles de Madrid.

No sabemos (al menos no lo sé yo) qué información recibió del Ayuntamiento para escoger los temas de sus placas. Por alguna razón, pensó que quien debía representar en la calle dedicada a la poderosa familia alemana Fugger (de donde procede la voz castellanizada Fúcar) era un tal Cristof Fugger. Curioso, porque en los registros genealógicos de la familia Fugger, que cubren en bastante detalle los siglos XIV a XVII, sólo podemos encontrar dos candidatos a ese nombre: Johann Christoph Fugger (1561-1612), empleado en la corte de Praga, y Christoph Fugger von Glött (1566-1615), al que tampoco se le sitúa en Madrid (*). Si bien es cierto que este último era nieto de Antón Fugger (1493-1560), del que sí que hay para hablar largo y tendido.

viernes, 6 de marzo de 2020

Sensores biomiméticos

Hace unas semanas estuve en la Fundación Ramón Areces, en una sesión dedicada a últimos avances en sensores biomiméticos (que imitan o se inspiran en sistemas o procesos presentes en la naturaleza). Las ponencias fueron bastante "técnicas" (vamos, que no era fácil seguirlas para un profano). Pero me quedé con las ideas y con las pistas de dónde buscar más información.  Eso he hecho, y me parece interesante compartir tres de estos desarrollos.

1) Monitorización y estimulación del cerebro.

Se trata de integrar el registro y monitorización de la actividad eléctrica del cerebro, lo que hasta ahora se hacía con un electroencefalograma (EEG), con la estimulación eléctrica de ese mismo cerebro (tES - transcranial Electric Stimulation) para tratar de inhibir o de estimular determinadas regiones del cerebro que intervienen en algunas enfermedades neurológicas (Epilepsia, Migrañas, Acúfenos,...) o en el deterioro de procesos cognitivos (Demencia, Párkinson, Alzheimer,...).

Starstim® acoplado a la cabeza

Esta idea, según resalta Ana Maiques, fue "made in Spain", ya que surgió, en 2011, en un grupo de colegas de Barcelona por entonces dedicados al análisis de patrones en señales radioastronómicas. Fundaron una empresa, Neuroelectrics (www.neuroelectrics.com), ahora con sedes en Barcelona y Boston, y desarrollaron algunas soluciones orientadas a este propósito. La más avanzada se llama Starstim®, y consiste en una especie de "casco" con electrodos que se coloca en la cabeza, y que, mediante tecnología inalámbrica, transmite y recibe información del software de gestión  que es el que ayuda a realizar el diagnóstico y a pautar el posible tratamiento.

El casco tiene hasta 32 canales de captura/estimulación. Utiliza pulsos eléctricos débiles (< 2 mA) que modifican suavemente las oscilaciones neuronales durante períodos prolongados (20 minutos o más). Se trata de una técnica segura, tolerable y no invasiva. Con la ventaja de que el proceso no necesita hacerse en el hospital o en la consulta del especialista, sino que se puede tener el casco puesto en casa el tiempo que sea necesario.