viernes, 21 de abril de 2023

Los Agotes - Historia de una exclusión (*)

((*) Título del libro publicado por Paola Antolini, experta asociada a la UNESCO, en 1989. Ediciones ISTMO)

Fue en la Semana Santa pasada. Dando un paseo por el borde exterior de la playa de San Juan de Luz, me llamó la atención uno de los carteles explicativos que lo jalonan. "Les kaskarots" se titulaba; hice una foto y aquí la incluyo.



Si sabes francés, está explicado de forma clara. Si no, te hago un pequeño resumen:

Resulta que "kaskarots" era como se conocía en la zona de San Juan de Luz a los "cagots", el nombre dado en Francia a los que en España eran los "agotes". Un grupo humano establecido a ambos lados de los Pirineos que sufrió una peculiar discriminación desde los tiempos medievales hasta bien entrado el siglo XX.


Sobre cuyo origen se barajaron distintas hipótesis a lo largo de la Historia, algunas contradictorias entre sí: 

- Descendientes de los godos de Alarico, que fueron derrotados en la batalla de Vouillé por Clodoveo (año 507)
- Descendientes de los sarracenos derrotados por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (año 732)
- Herejes albigenses ("cátaros") perseguidos por la Inquisición desde 1245
- Moriscos expulsados de España por Felipe III (año 1609)
- Descendientes de Giezi, el siervo de Eliseo castigado por Dios con la lepra por sus mentiras y avaricia (2º Libro de los Reyes) (hay quien busca explicaciones de lo más raras...)

Pero la causa de su discriminación no lo fue tanto por su posible origen, el ser "diferentes", sino por la creencia generalizada de que eran portadores de algún tipo de enfermedad (lepra, lepra blanca, vitíligo, psoriasis) o mal (pecado original, herejía, hechicería), lo que hacía peligrosa su cercanía y convivencia. Lo cual les confinó al exterior de pueblos y villas, les obligaron a casarse entre ellos, a no beber de las fuentes públicas o tocar los alimentos destinados al consumo general. No podían comprar tierras ni ser propietarios de sus casas. 

Incluso en las iglesias se abrió una puerta especial para ellos, la "Agoten Atea", por la que accedían a una zona específica reservada. Había, en algunos casos, una pila de agua bendita diferente para los agotes y tenían que ir los últimos a recibir los sacramentos. En algún período y zonas de Francia, se les obligó a llevar cosido en sus ropas un retal de color rojo con forma de pata de oca, para poner claramente de manifiesto su condición (en la postal adjunta se ve cómo los identificaban como "los parias de los Pirineos").


Como explica el cartel de la playa de San Juan de Luz, al ser creencia popular que la madera era el único material de uso corriente que no transmitía la lepra, se fueron especializando en oficios relacionados con ella: leñadores, carpinteros, toneleros... incluso fabricantes y tocadores de instrumentos (flautas, txistus, atabales...) en los que alcanzaron gran reputación en procesiones y festejos. Muchas de sus mujeres tenían fama de curanderas y adivinas (el cartel incluso apunta "de reputación ligera"), por lo que fueron objetivo prioritario de los procesos de brujería incoados por la Inquisición en el siglo XVII. 

Parece que las tensiones de convivencia se fueron suavizando con el paso de los siglos, con la llegada de las nuevas ideas "ilustradas" de igualdad (antes en Francia que en España) y con el avance de las ciencias médicas, que pusieron claramente de manifiesto que los agotes ni eran leprosos ni contagiaban enfermedad alguna (o no más que el resto de los habitantes de la zona).

El libro de 1989 de Paola Antolini que da título a este post, además de una exhaustiva documentación sobre las menciones a cagots y agotes en libros y escritos a lo largo de los siglos, recoge un trabajo de campo realizado por la autora en Navarra en los años 1983-1985, entrevistando a algunos de los descendientes de esa población excluida. 

La tónica general del resultado de las entrevistas era que la discriminación era cosa del pasado, algo que quizá sí que sufrieron en mayor o menor medida "los abuelos", incluso algún representante eclesial la negaba en redondo, pero, aun de manera poco consciente, algún resquemor quedaba cuando se abordaba directamente el tema (algunos sólo aceptaron responder a la entrevista si se les aseguraba el anonimato). Eso sí, el trabajo de campo seguía dejando abiertas las distintas explicaciones sobre el origen de este grupo humano.

Fue en 2020, en plena pandemia, cuando el equipo del profesor Antonio González-Martín, del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense, propuso realizar un estudio genético de los individuos identificados como descendientes de cagots y agotes en busca de una explicación sobre su origen. Para ello contaba con el impresionante avance realizado en las últimas décadas sobre los análisis de ADN.

Toma de muestras en Bozate
(Imagen: Diario Vasco)
Con el apoyo de los ayuntamientos de la zona, el equipo de trabajo obtuvo muestras de unos 60 individuos. De personas con claros antepasados agotes y también de otras, habitantes del mismo entorno, pero con nula relación con el grupo objetivo, para actuar como "grupo de control". 

(Bozate, barrio del municipio de Arizkun, en el norte de Navarra, es el lugar donde históricamente se dio la mayor concentración de familias de agotes. Está a unos 60 km de Pamplona, 40 km de San Juan de Luz y 20 km de la frontera hispano-francesa. Allí se encuentra el Parque Museo Santxotena, una simbiosis de naturaleza y arte, en homenaje a los agotes).

A finales de 2020, la Universidad Complutense ofreció un webinar titulado "Reescribiendo la historia humana a través de la genética - El caso de los agotes" donde el profesor González-Martín explicaba, de una manera muy clara y didáctica, cómo se realiza un análisis de estas características y cómo iba a ser el trabajo con las muestras recogidas en Navarra. Puedes ver la charla aquí

Pues bien, han pasado algo más de dos años y parece que los resultados del estudio están próximos a conocerse. Me puse en contacto vía mail con el profesor González-Martín quien, muy amablemente, así me lo confirmó. Eso sí, como agradecimiento a la generosidad de sus vecinos, la primera presentación del informe se llevará a cabo en Bozate, y, ya después, se comunicará a prensa e interesados.

Como se suele decir en el argot televisivo, "permanezcan atentos a sus pantallas". En cuanto sean públicos los resultados del trabajo, los leeremos con fruición, a ver si arrojan un poco de luz sobre el origen de este curioso grupo humano. Y escribiré un nuevo post.

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Localización de Arizkun y Bozate en el valle del Baztán

4 comentarios:

  1. Excelente resumen y exposición. En mi manifiesta falta de rigor siempre he tenido la creencia que los agotes eran apartados por ser albinos, no recuerdo ahora el nombre una obra de teatro que vi de joven en Estudio 1 de tve que así lo exponía. No veo ninguna alusión a ello ni en el cartel de San Juan de Luz ni en el resto del blog por lo que debo estar equivocado. Un saludo Angel, sigue así

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  2. Hay que ver. Desde que Dolores Redondo escribió su famosa trilogía del Baztan, sobre el Basajaun y compañía, esta preciosa zona del norte de Navarra ha sido objeto de estudios de casi todo tipo. No hay nada parecido, a estos efectos, como que alguien te situe en el mapa. Por cierto, el famoso pastelillo de la zona, el txantxigorri no está mal, pero está sobrevalorado sin ninguna duda. Otro día igual me animo a contar la historia de los hermanos Agote (¿O era Argote?). Muy curiosa

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  3. En la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo se hace referencia y se habla de los Agotes. Por cierto, puedes preguntar a nuestro anterior seleccionador Julen Lopetegui, su segundo apellido es Agote.

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  4. Una copla del Baztan, tierra de Agotes:

    Las brujas de Zugarramurdi
    al culo le llaman ipurdi
    en cambio las de Zorgintzulo
    al ipurdi le llaman culo

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