Estamos acostumbrados a una visión estandarizada de la orientación de los mapas, con el Norte arriba y el Sur abajo. Por eso, el Mar Mediterráneo lo visualizamos así:
Pero, a veces, es curioso "darle la vuelta" a los mapas, y ver qué aspecto presentan. Es lo que hizo la artista francesa Sabine Réthoré en 2011 con el Mediterráneo, y el resultado fue éste:
La imagen que a mi me transmite es la de una especie de "cul de sac" o de bolsa de agua, donde el punto de entrada fuera el Estrecho de Gibraltar y que descendiera hasta las costas de Oriente Medio, Rusia y Georgia . Y esto me recordó un artículo que había leído hacía ya tiempo por indicación de mi amigo Luis T. H., sobre el origen geológico del Mar Mediterráneo.
El artículo, publicado en ABC en abril de 2018, se titulaba: "Una colosal cascada de kilómetro y medio llenó el Mediterráneo en menos de dos años". Lo firmaba Judith de Jorge, y hacía referencia a un artículo científico publicado por investigadores del CSIC en la revista Scientific Reports. La síntesis es la siguiente:
Crisis de salinidad del Messiniense |
Comienzo de la inundación Zancliense (en línea punteada el nivel actual de las aguas) |
El artículo citado confirmaba que los investigadores habían identificado en el subsuelo del canal de Sicilia un cuerpo de sedimentos que parecían confirmar esta hipótesis".
Con motivo de la exposición "Mediterráneo", en CosmoCaixa, se presentó una animación de este proceso que resulta muy ilustrativa. La puedes ver aquí.
Sörgel proponía construir una enorme presa hidroeléctrica a la entrada del Estrecho de Gibraltar, de forma curvada y de unos 35 km de longitud. La presa controlaría el paso de agua desde el océano Atlántico, proporcionando unos 50.000 MW de energía. Con el control de entrada de agua, el nivel del Mar Mediterráneo bajaría unos 100 metros en su parte occidental (de Sicilia hacia la izquierda) y unos 200 metros en su parte oriental.
El proyecto también incluía otra presa en el Estrecho de los Dardanelos, para controlar la entrada de agua desde el Mar Negro y otra entre Sicilia y Túnez, que sería factible una vez que el nivel de las aguas hubiera bajado lo suficiente. El aspecto del "Nuevo Mediterráneo" sería éste:
En tono más oscuro figuran las nuevas tierras ganadas al mar por el descenso de las aguas (unos 660.000 km2, equivalente a la suma de España y Portugal). Mallorca y Menorca estarían unidas por tierra, así como Córcega y Cerdeña, y Sicilia y la Península Itálica. El Mar Adriático casi desaparecería y muchas de las islas griegas estarían unidas al continente. Habría dos líneas de ferrocarril "transcontinentales": una, que permitiría unir París con Dakar (a través de un túnel en Gibraltar), y otra, Berlín con Ciudad del Cabo (cruzando Sicilia; aquí no harían falta túneles).
El tráfico sobre la presa de Sicilia (visión artística) |
El proyecto presentaba enormes complejidades técnicas para la época, y no pocos efectos colaterales indeseados (por ejemplo, el incremento de la salinidad del mar resultante pondría en grave riesgo toda la flora y fauna marina; por no hablar de que la nueva línea de costa quedaría a decenas de kilómetros de ciudades como Valencia o Barcelona).
Pero Sörgel no se arredró y peregrinó por Ferias, Exposiciones Universales y Ministerios presentando su proyecto. Además, lo fue ampliando a África, proponiendo desvíos de los grandes ríos, la creación de enormes lagos artificiales, la reforestación del Sahara, etc... todo ello con la idea de crear ese nuevo continente, Atlantropa, que permitiera la expansión europea e hiciera frente a lo que anticipaba como grandes rivales: América y Asia.
Incluso pensó que, con la llegada del Partido Nazi al poder en Alemania, su plan tendría una buena recepción, pero enseguida le quedó claro que el ánimo expansionista nacionalsocialista (su "Lebensraum") iba más hacia el Este de Europa que hacia el Sur.
Sörgel murió atropellado el 4 de diciembre de 1952, cuando iba en bicicleta a dar una charla sobre Atlantropa en la Universidad de Munich. La crónica del suceso dice que el accidente tuvo lugar en una recta totalmente despejada y que el conductor del vehículo nunca fue identificado...(Iker, hay que investigar esto...)
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En su memoria, rescato una viñeta de Olmo, publicada en El Correo hace muchos años, y que me inspiró en alguno de mis proyectos:
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¿Hacer una presa en el estrecho de Gibraltar? ¿Otra presa en el Estrecho de los Dardanelos? ¿Crear un embalse de agua que llegue hasta Georgia? Este señor, Herman Sörgel, sería un ingeniero muy notable, pero una de dos: o bien, además de sus dotes técnicas y tecnológicas, reunía las dotes de un diplomático de primera fila o no tenía ni idea de la historia ni de cómo eran los pueblos y países de las riberas del Mediterráneo y planteó un proyecto muy bonito y muy grandioso y pelín megalómano (el papel la aguanta todo) pero total y absolutamente irrealizable.
ResponderEliminarPoner de acuerdo a las márgenes norte y sur del mar Mediterráneo, a sus pueblos, culturas, religiones, étnias, visiones de la existencia humana, intereses geopolíticos, intereses económicos, intereses sobre el agua, etc para construir una presa que daría la llave de paso al y del Mediterráneo al Estado que la controlara no es posible. No lo ha sido a lo largo de la historia, ni lo es en la actualidad. He tenido ocasión de comprobarlo en un curso sobre las culturas del mediterráneo que he hecho este año y que terminaré a finales de mayo.
Muy interesante!!!
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