viernes, 21 de noviembre de 2025

Parece que los sapiens del Paleolítico eran más listos de lo que se pensaba hasta ahora...

Fue a finales de mayo, en un encuentro de antiguos colegas de la empresa en la que trabajé 24 años. Donde ves a gente con la que no has perdido el contacto y otros a los que hace décadas que no has visto. Donde el "qué bien te conservas" (sí, en formol) es una mentira piadosa y la pregunta más repetida es "¿y a qué te dedicas ahora que estás jubilado?" (la mayoría de los asistentes). Yo, en esas ocasiones, aprovecho para comentar mi dedicación a este blog, a ver si consigo nuevos seguidores... 

Y fue allí cuando Vicente Moreno, uno de los compañeros al que hacía tiempo que no veía, comentó, en el corrillo del cóctel en el que coincidimos, que dedicaba buena parte de su tiempo a la investigación, como aficionado, de algunas pinturas rupestres, tratando de buscarles un significado. Obviamente, no a las más explícitas, un bisonte es un bisonte, un arquero es un arquero, sino a determinados gráficos o pautas que había en las cuevas y que habían llamado su atención. Comentó que tenía publicados algunos artículos sobre el tema y yo tomé nota, intuyendo que ahí podía haber un tema curioso. Y así ha sido.

(Nota: El propósito de este post es dar a conocer las propuestas de Vicente en dos de las investigaciones que considero más interesantes, con un ánimo sobre todo divulgador. Utilizo libremente, con su permiso implícito y el de sus editores, textos y gráficos contenidos en los artículos. Para quien quiera profundizar en los detalles, incluyo las referencias a sus publicaciones).

Rápidamente encontré uno de sus primeros trabajos publicados: "Un posible mapa paleolítico en el sur de Andalucía: Conjetura sobre el panel 14 de la cueva de Las Estrellas" - Revista Atlántica-Mediterránea de Arqueología y Prehistoria Social 24 - Marzo de 2022 - Lo puedes leer completo aquí.

En él centra su análisis en un panel de la cueva de Las Estrellas, en la provincia de Cádiz. Esta cueva se encuentra en el municipio de Castellar de la Frontera, a 20 km al norte de Algeciras. Está documentado que la orilla norte del estrecho de Gibraltar ha estado poblada, sin interrupción, desde el Paleolítico. La cueva fue descubierta en los años 90 del siglo pasado, y en 2014 se identificaron una serie de manos impresas y un gran panel central formado por líneas de puntos pareados en el techo. 

El panel tiene unas dimensiones aproximadas de 120 x 95cm y se ve así en la cueva:

Copio del artículo: "Los puntos han sido un motivo frecuente y enigmático del arte rupestre desde la antigüedad, sobre todo en el Sur de España, con una gran variedad de composiciones... La mayoría de las veces se ha aplicado el pigmento con la yema de los dedos, pero también hay casos en que parece haberse hecho con pincel y mayoritariamente son de color rojo, aunque los hay también negros".

Constata Vicente que: "Sin embargo, aún reconociendo su potencial importancia, ninguno de los trabajos anteriores aborda el estudio interpretativo del Panel 14, ese dibujo central de la cueva de grandes dimensiones referido como “cuya interpretación presenta gran complejidad”, “intrincada secuencia de trazos curvilíneos sin forma general reconocible” o “signos abstractos cuyo significado desconocemos”, si bien es cierto que el libro plantea la posibilidad de que se trate de un mapa estelar o una “representación cartográfica” no localizada".

Y, a partir de ahí, formuló su atrevida hipótesis: ¿Y si se tratara de un mapa? ¿De un mapa del entorno de la cueva? Y se puso a estudiar la cartografía actual e histórica de la zona, tratando de buscar puntos de conexión. Me imagino que, después de muchas horas de trabajo y análisis, llegó a esta interesante comparativa:





Como el mapa se ve un poco pequeño, lo reproduzco aquí un poco más grande:

En el punto más alto se encuentra Alcalá (de los Gazules). Castellar, municipio donde se encuentra la cueva de Las Estrellas, está bajando a su derecha. A la izquierda del mapa Vejer y Barbate. A la derecha Gibraltar, y al sur, la punta de Tarifa.

Impresionante, pero entonces surge la voz del escéptico... ¿puede ser una casualidad? Y aquí aparece el ingeniero Moreno (naval para más señas) que somete su hipótesis a dos tests de base matemática, el de Mantel y el de la Distancia de Jaccard, preguntando precisamente eso: ¿Cuál es la probabilidad de que la propuesta de interpretación del panel de la cueva frente a la realidad cartográfica del entorno sea fruto del azar?

Y el resultado es abrumador: "El Test de Mantel sobre las matrices de distancia arroja una correlación de Pearson de 0.922 con un p-valor de 0.001 y una correlación de Spearman de 0.916 con un p-valor de 0.001. Estos resultados del test de Mantel nos confirman que la correlación o similitud entre el mapa y la realidad es superior al 92% y el p-valor tan bajo nos permite confirmar que esta similitud no es fruto del azar, y que se puede aceptar la relación entre ambas matrices con una confianza superior al 99%". 

Dejo a Vicente exponer sus propias conclusiones: "Si los cálculos realizados a partir de la foto más fiable de la cueva fueran confirmados por las mediciones reales de detalle, podríamos quizás encontrarnos delante del posible mapa prehistórico de mayor antigüedad, dimensión y exactitud descubierto hasta la fecha". 

Y unas interesantes consecuencias: "La extraordinaria lógica y utilidad que habría detrás de este dibujo, especialmente para recolectores y cazadores con movilidad estacional entre costa e interior y entre cuevas y abrigos, numerosas en la zona por la especial combinación geológica, sísmica y eólica.

Habitada la zona de manera ininterrumpida desde el Paleolítico, generación tras generación recorrían la sierra para comunicarse con otros pobladores, habitar otras cuevas o hacer ofrendas, ceremonias o rituales en santuarios, y acceder a zonas de recursos como la Laguna de La Janda y la costa para la pesca, la sierra para recolectar frutos o cazar, o a Tarifa quizás recordando que vinieron de allí cuando el Banco de Majuan estaba emergido durante la glaciación Mindel (Giles y Santiago, 1988: 98).


La cueva de Las Estrellas
Pero además, podría existir otra motivación funcional y lógica para pintar este plano: la importancia de, mediante dibujos, poder compartir y describir esta información, de poder organizarse, entre ellos y entre generaciones, para unos grupos humanos que se movían constantemente por una zona abrupta y con grandes barreras geográficas y que no conocían más escritura que los símbolos y cuyo protolenguaje les impedía explicar todo lo que el mapa contiene. Más allá del arte y las ceremonias, los dibujos podrían tener un objetivo primigenio de comunicación. 

Todo lo anterior, nos podría llevar a plantearnos revisar nuestra asunción de que los dibujos esquemáticos de las cuevas representan solamente zoomorfos, antropomorfos y otros signos ideomorfos que no entendemos, pero que no tenían un objetivo funcional y práctico, como lo sería este mapa, a lo que podríamos llamar dibujos “geomorfos” o “cosmomorfos”. Serían dibujos que representarían elementos geográficos, orográficos, e incluso astronómicos, que veían y usaban todos los días".

Y la que, para mí, es más relevante: "...tendríamos que asumir las consecuencias del descubrimiento y quizás ampliar nuestra visión sobre los grupos humanos paleolíticos en el Estrecho, el desarrollo de su capacidad intelectual, de abstracción y de comunicación, su organización “en red” y el inicio de la ciencia cartográfica y la comunicación a través del arte, entre otras". O sea, revisar en profundidad muchas de las "creencias" desarrolladas a lo largo de siglos de paleontología que nos transmitían una imagen quizá demasiado primitiva y salvaje de nuestros ancestros sapiens.

La segunda investigación de Vicente se sitúa en la archiconocida cueva de Altamira, en Cantabria. El resultado está contenido en el artículo "La representación del espacio y el territorio en el Paleolítico Superior: Seis croquis rupestres en cuevas españolas", publicado en 2024 en el Journal de la Rock Art Research 41(2). Puedes leer el artículo completo aquí

En este caso, el "enigmático" dibujo a descifrar era el siguiente:


Te animo a que, antes de continuar la lectura, formules tú una hipótesis sobre qué puede representar...

No sé las horas de trabajo y de insomnio que le llevó a Vicente encontrar un posible significado a este galimatías de "escaleras". Pero lo encontró. En este caso no era un mapa de los alrededores de la cueva, sino un plano del interior de la cueva, con sus distintas galerías y pasos. Esta es la comparativa:



Y, de nuevo, sometió su propuesta a análisis estadísticos... Y el resultado es concluyente. 

"Los seres humanos del Paleolítico tenían habilidades  conceptuales y cartográficas, lo que significa que tenían la capacidad de abstracción exigida para la producción de mapas en dos dimensiones. Esto sitúa un nuevo hito que rebasa en mucho los 12.000 años BP e indica una inteligencia humana evolucionada y capacidad para el pensamiento “científico” de la que hasta hoy no existían evidencias. Quizás debamos definir nuevos periodos de nuestra historia (Altamirensis) en base a estas “herramientas de información”, de la misma manera que las herramientas líticas se usan para definir las etapas de la prehistoria. El hecho de que algunos de estos “signos” estén clasificados actualmente como auriñacienses o gravetienses obliga a realizar nuevas dataciones que confirmen los indicios de esta nueva época".

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Hasta aquí mi resumen de las dos investigaciones de Vicente Moreno, en la cueva de Las Estrellas (Cádiz) y en la de Altamira (Cantabria). Prueba fehaciente de que, adoptando un enfoque distinto al análisis de "problemas", se pueden alcanzar conclusiones distintas, muy innovadoras y muy probablemente ciertas. 
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