viernes, 26 de octubre de 2018

Cita en 2025 con "el mensajero de los dioses"

Banda sonora: "Rocket Man" interpretada por Elton John en el Royal Festival Hall en 1972, aquí.
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El sábado pasado, 20 de Octubre, despegó del puerto espacial de Kourou, en la Guayana francesa, el cohete Ariane V que porta la misión BepiColombo con destino al planeta Mercurio. Los aficionados a la astronomía y a la astronáutica, seguro que habéis seguido las noticias y que no voy a descubriros mucho en este post, pero me parecía oportuno recopilar algunas de las características de la misión y de su objetivo, que pienso que son curiosas y de interés general.

Todos recordamos del colegio que Mercurio es el planeta más cercano al Sol (está a unos 58 millones de kms en promedio; la Tierra a 150), y, una vez "degradado" Plutón, el más pequeño (tiene un diámetro de unos 5.000 Kms ; la Tierra 12.800). Podríamos pensar que es el planeta más caliente, pero no es así: por no tener atmósfera se produce un gran contraste entre las zonas expuestas al sol, donde la temperatura alcanza los 430º C, y las que están a la sombra, donde baja hasta -170º C (en cambio Venus, que tiene atmósfera, puede alcanzar los 500º C). 

La misión lleva en su interior dos "orbitadores", el Mercury Planetary Orbiter (MPO), que ha sido desarrollado por la ESA (European Space Agency), y el Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO), por la JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency). Está previsto que llegue a Mercurio dentro de 7 años, a finales de 2025. ¿Por qué dura tanto el viaje? Pues, por decirlo de forma resumida, porque como la nave se tiene que acercar tanto al Sol, si hiciera un vuelo "directo" su influencia gravitatoria haría que adquiriera una aceleración tremenda, y pasaría de largo por Mercurio. Por eso, hay que ir frenándolo, y eso se hace utilizando a su favor la gran fuerza del universo que es la gravedad.


Esquema y fechas de la trayectoria de BepiColombo
Y realizar lo que se conoce como "asistencia gravitatoria": maniobra destinada a utilizar la energía del campo gravitatorio de un planeta o satélite para obtener una aceleración o frenado de la sonda cambiando su trayectoria (si visteis la película "The Martian", de 2015, justo lo que se plantea para que la nave Hermes pueda regresar a Marte y recoger al astronauta "olvidado" es realizar una asistencia gravitatoria alrededor de la Tierra, para ganar impulso y así acortar la duración del viaje; en el caso de la BepiColombo se trata de lo contrario, de hacer que frene).

Pues la BepiColombo, no va a realizar una, ni dos ni tres asistencias gravitatorias, sino ¡¡¡NUEVE!!!. Una alrededor de la Tierra, dos alrededor de Venus y otras seis en aproximaciones sucesivas a la órbita definitiva de inserción alrededor de Mercurio. Una vez en ella, y en fechas sucesivas, se irán situando el MPO y el MMO en sus respectivas órbitas y comenzarán los experimentos. 

Llegados a este punto, seguro que muchos os habréis preguntado, ¿y por qué la misión tiene ese nombre tan curioso? ¿algo que ver con Cristóbal Colón? Pues no, pero sí con otro italiano, aunque no genovés sino paduano, y bastante más contemporáneo: Giuseppe (Bepi) Colombo (Padua, 1920-1984) fue el científico italiano que determinó de forma precisa el curioso fenómeno de la "resonancia orbital" del planeta Mercurio. 

Todos recordamos que la Luna gira sobre su eje en el mismo tiempo que completa una órbita alrededor de la Tierra (unos 28 días), razón por la cual siempre es la misma cara la que "mira" a la Tierra y hay otra "cara oculta" que nunca vemos. Los astrónomos dicen que este fenómeno es una resonancia 1:1. Pues bien, Mercurio gira sobre su eje cada 58 días terrestres y da una vuelta alrededor del Sol cada 88 días, o sea que da exactamente 3 rotaciones completas sobre su eje por cada dos vueltas alrededor del Sol. Es una resonancia 3:2. Y que este fenómeno sea estable es posible debido a las características concretas de la excentricidad de la órbita de Mercurio. El amigo "Bepi" fue el primero que lo descubrió (hasta entonces se creía que su resonancia era también 1:1) y en su honor se bautizó esta misión.

Tránsito de Mercurio del 9 de Mayo de 2016
Hay un fenómeno curioso con los planetas interiores, en este caso Mercurio y Venus, que es observar cuando su órbita atraviesa el disco solar. Se conoce como tránsito. En el caso de Mercurio, por las características de su órbita en relación a la de la Tierra, estos tránsitos se producen cada 3,7,10,13 años, no siempre en esta secuencia. Y siempre en dos intervalos de fechas fijas en el año, en Mayo o en Noviembre. El primer tránsito registrado lo observó el astrónomo francés Pierre Gassendi el 7 de Noviembre de 1631, aunque el fenómeno, a nivel teórico, ya había sido predicho unos años antes por Johannes Kepler. El último fue el 9 de Mayo de 2016 y el próximo será el 11 de Noviembre de 2019.

Debido al pequeño tamaño del planeta en comparación con el Sol es fácil no distinguirlo de una mancha solar, aunque el planeta, lógicamente, se mueve y la mancha no, o no tan rápido.

Otro fenómeno astronómico curioso es el llamado "ocultación" y se produce cuando un planeta u otro astro celeste "tapa" a otro  (de forma aparente, visto desde la Tierra). En el caso de Venus y Mercurio, este es un hecho que ocurre cada varios siglos: el último fue en 1737; el siguiente será en 2.133 (Cada vez que leo un dato de estos no deja de asombrarme la precisión con la que se pueden calcular los fenómenos astronómicos; por ejemplo, hay una página web dedicada a estos temas donde ya se establece que la próxima ocultación de Urano por Saturno será el 1 de Julio del año 6.257).

Volviendo a Mercurio, también es sorprendente que, con lo difícil que es observarlo a simple vista (por su cercanía al Sol sólo es posible verlo un poco antes del amanecer y un poco antes del anochecer, y normalmente es poco brillante), ya fuera identificado como planeta en Asiria hacia el 1400 a.C. y llamado Udu.Idim.Gu\u4.Ud  ("el planeta saltarín", dado lo curioso de su órbita aparente en el cielo terrestre). En Babilonia, unos siglos después se le conocía como Nabu, "el mensajero de los dioses". En Roma se le dio el nombre del dios Mercurio, que también tenía esa faceta de "mensajero".

Pues eso, que iremos siguiendo el periplo de BepiColombo en su viaje hacia el "mensajero de los dioses", y a ver, en 2025, lo que nos cuenta...

Mapa "termográfico" de la superficie de Mercurio realizado por la sonda Messenger en 2014


2 comentarios:

  1. Que sorpresas nos esperan gracias a esas sondas? Increible lo rápido que avanza el conocimiento espacial en múltiples campos y lo desfasada que se queda en solo una decada
    Saludos

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  2. Voy retrasada en mi lectura semanal de post. Primero un viaje a tierras de Alsacia y Selva Negra donde, quién lo iba a decir, hemos pasado calor; y luego, motivos menos gratificantes, me han cambiado mis ritmos y, con ello, mi lectura. Espero ya entrar en la calma de la normalidad (si eso existe). Genial, Ángel, como siempre... Para mí Plutón siempre será un planeta y a mí también me asombra las predicciones de fenómenos astronómicos, los cálculos tan exactos. Parece magia.

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