viernes, 4 de octubre de 2019

Caldereros de la Hungría

Comparsa de caldereros
El primer sábado de Febrero (o el siguiente a la fiesta de la Candelaria si el día 2 cae en sábado), se celebra en San Sebastián (y también en Pamplona y alguna otra localidad) la fiesta llamada "de los Caldereros". Aunque hay algún antecedente fechado en 1828, cuando una "Comparsa de Caldereros Turcos" desfiló el domingo o lunes de Carnaval por las calles de la Parte Vieja donostiarra, es el 2 de febrero de 1884 cuando se considera la primera fecha "oficial" de arranque de esta fiesta. Cuando desfilaron las comparsas de La Unión Artesana y de La Fraternal.



Coincide que ese año, el popular compositor Raimundo Sarriegui (1838-1913) publicó su obra "Coro de Caldereros Húngaros", donde se puede escuchar la conocida letra:

¡Qué belleza! ¡Qué paisaje!
contemplamos todos por doquier!
¡Al gran pueblo donostiarra
saludamos, llenos de placer!

Caldereros somos de la Hungría
que venimos a San Sebastián;
aquí Momo sólo nos envía
a decirles que pronto vendrá.
Componemos la vanguardia
del alegre Carnaval!
...
Recorrimos diversos países
y admiramos beldades a mil,
pero nunca mujeres tan lindas
cual las niñas que vemos aquí;
su shintura es flexible palmera,
son sus labios cual fino coral
si ellas fueran caldereras
con sus ojos fundieran metal. 

(Puedes escuchar la canción interpretada por la Comparsa de Gros aquí)

Aquí quería llegar yo. ¿A San Sebastián? No... a "la Hungría" de donde venían estos caldereros. ¿Y quiénes eran? ¿Y qué hacían en San Sebastián? Pues vamos a ello. 

Recordemos que estamos en el último tercio del siglo XIX. ¿Cómo era el mapa de Europa en ese momento? Pues así:
Mapa de Europa en 1870









Por resumir, podemos decir que de la vertical de Viena hacia la izquierda, los países y las fronteras eran "casi" las actuales (no existía la República de Irlanda, o todavía una parte de Marruecos era español). Pero, hacia la derecha, eran bastante diferentes. En particular por los tres Imperios que aparecían: Ruso, Austro-Húngaro y Otomano. También la Alemania del kaiser Guillermo I se extendía bastante más al este. Ya tenemos localizada a "la Hungría". La parte más oriental del Imperio Austro-Húngaro corresponde a la región de Transilvania, que tras muchos avatares, en 1848 se unió al Imperio.

La característica demográfica de Transilvania era que la mayoría de su población era de etnia rumana, y una parte pequeña, de etnia gitana. ¡Por fin llegamos a los gitanos! ¿Pero cómo y cuando habían llegado los gitanos a Transilvania (y por extensión a las regiones de Valaquia y Moldavia, que junto con Transilvania constituyen la mayor parte de lo que hoy es Rumanía)? Pues hoy, gracias a los estudios genéticos, se ha confirmado que toda la población europea gitana procede de un sólo grupo de gitanos que salió del noroeste de La India hace 1.500 años y se dirigió hacia el oeste, llegando a estas regiones europeas hacia el siglo XIV. (Por tanto, hay que olvidar lo que nos contaron en el colegio de Egipto y los "egipcianos").

Anuncio de venta de esclavos gitanos (tiganesti)
 en Valaquia el 8 de Mayo de 1852
La verdad es que la vida de los gitanos en esas zonas de Europa oriental fue bastante azarosa en esos siglos (bueno, en el resto de Europa tampoco lo tenían fácil: eran señalados, estigmatizados y perseguidos, cuando no masacrados o expulsados); allí eran, simplemente, esclavos. Y duró hasta la década de 1850, cuando finalmente la esclavitud fue abolida.

Dentro de la etnia gitana, uno de los grupos más numerosos eran los Rom Kalderash, cuyo nombre procedía de su "especialización artesana". Eran expertos en el trabajo del metal (sobre todo cobre), tanto en la elaboración de piezas nuevas: ollas, cazos, peroles, calderos,... como en su reparación. ¡Hemos encontrado a los caldereros de la Hungría!

Efectivamente, el nombre Kalderash (kalderash en Romaní, căldărari en Rumano, kalderás en Húngaro, калдараш (kaldarash) en Búlgaro, y кэлдэрары (kelderary) en Ruso) desciende en última instancia del latín caldāria (caldero, cubo, barreño).

Me imagino que, con el paso a hombres libres, los gitanos kalderash retomaron su pasada vida de nómadas y empezaron a cruzar Europa de este a oeste, ofreciendo sus servicios. Y así llegaron a San Sebastián. Y a otros lugares. Sin ir más lejos, también a Bilbao. Donde Jon Juaristi los sitúa en una visita anual para reparar las calderas de los altos hornos siderúrgicos (artículo en ABC titulado "Rom", de 2010, aquí).

Y también en Cataluña. Con una derivada sorprendente: "El presidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, Joan Turull i Estatuet (Tarrasa, 1945), contaba que, en el XIX y hasta bien entrado el siglo XX, pasaban por las pastelerías de las ciudades catalanas unos caldereros, en su mayoría artesanos de etnia gitana, que ofrecían sus servicios de trabajos en cobre batido, laminado o forjado, para hacer con él utensilios de uso doméstico (ollas, calderos, cazos, chocolateras, moldes, etc.). 

Los pasteleros, tras pagar los arreglos de calderas, peroles y ollas, les empezaron a regalar los recortes que sobraban de los pasteles del día. Los enrollaban en una plancha de bizcocho para poderlos acarrear mejor en sus transportes. Cuando se marchaban con su cilindro de recortes apoyado en el brazo, los operarios del obrador comentaban: "Qué bien va el pastel en el brazo del gitano". Se popularizó tanto que se comenzaron a hacer expresamente, y se quedaron con el nombre de brazo de gitano".

O sea, que el brazo de gitano bien podría haberse llamado "brazo de calderero húngaro". ¡Qué cosas!
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Con todos estos ingredientes, la imaginación de Tatiana R. se dispara y produce esta magnífica ilustración:

Ilustración de Tatiana Restrepo (www.tatisart.com)

Esta es su interpretación: "Alusión clara al origen indio, inspirándome en los bailes de Shiva. La figura central baila (rey o reina de la fiesta) y está profusamente adornada con joyas que desprenden brillo y tintinean. Sostiene un coral con la forma de la India (origen de los gitanos); el coral y el patrón de palmeras del fondo hacen alusión a la canción. En las otras manos, el brazo de gitano y una cacerola de cobre. A los pies Shiva suele pisar un demonio (o algo así); yo lo he sustituido por una cadena rota haciendo alusión a la liberación de la esclavitud. Suele ir acompañado Shiva, en algunas ilustraciones, de un león; lo he sustituido por un oso, porque leí en algún sitio que en la fiesta, desde hace no sé cuántos años, incluyen a un personaje disfrazado de oso".

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Lañas en vasija de barro
Posdata: Parece que, en España, estas tareas de venta y reparación de "quincallerías" fueron pasando a otros grupos también nómadas pero autóctonos, que recogieron ese nombre: "quincalleros", "quinquis" o "mercheros", cuyo representante más conocido fue Eleuterio Sánchez, "el Lute", del que ya hemos hablado en otro post con ocasión de los laúdes.

También fue muy popular en el siglo XX la figura del "lañaor", especializado en la reparación de objetos de porcelana o barro con "lañas" (una especie de grapas de metal), o de cacharros de metal con parches de estaño fundido.

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Otra posdata: Muchas veces me habéis preguntado cómo se me ocurren los temas para los artículos del blog. Y la respuesta es que no hay regla fija. Pero, para este post en concreto, fue así: volvíamos mi mujer y yo en coche desde Bilbao a Madrid un domingo del pasado Junio. De fondo, Radio5. Y, a eso de las 9 de la noche, empezó un programa sobre "Cultura gitana". Hablaban del reciente viaje del Papa Francisco a Rumanía, de cómo había pedido perdón en nombre de la Iglesia a los gitanos rumanos por su trato discriminatorio a lo largo de la historia, etc...

Isabela Stanescu con su traje de gitana căldărari
Y de pronto, anuncian a una cantante que, dicen, nos va a sorprender. Que había participado en el concurso "Got Talent" de Rumanía. Isabela Stanescu. 18 años. Con una interpretación espectacular del "O mio babbino caro" de Puccini. Y que lo había hecho vestida con el traje típico de las gitanas "calderari". Mi mujer y yo nos miramos: "¡Andá, los caldereros!" (Obvio decir que mi mujer es de San Sebastián). Yo me quedé con la copla y me anoté mentalmente investigar el por qué de la presencia de los gitanos caldereros en las fiestas de San Sebastián. Y este post ha sido el resultado.

Podéis ver y escuchar la interpretación de Isabela aquí.
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3 comentarios:

  1. Muy interesante y completo, Angel. Yo tengo un especial sentimiento de gratidtud hacia la etnia gitana, no porque me apañen calderos, sino por ser los padres del flamenco. A pesar de lo que se les ha podido vilipendiarles por su estilo de vida, lo cierto es que el flamenco es el movimiento folclórico más importante por su belleza, su amplitud en generos musicales (palos) y expresiones artísticas (cante, baile, poesía, ritmos, instrumentación). Pese a no destacar por su contribución directa al herario público, sería interesante conocer la contribución al PIB de la cultura flamenca. La historia de su presencia en España es tambien digna de algun capítulo (si no lo has escrito ya). Como curiosidad, de las distintas teorías sobre la palabra "flamenco" la mas plausible es la que la asocia con los gitanos que se alistaban a los tercios de Flandes y, por hacerlo, a su regreso podían moverse libremente sin la obligación de recluirse en guetos. Eran los "gitanos flamencos" o "flamencos" sin mas. A finales del XVIII, Carlos III promulgó una ley de integración a partir de la cual todos gozaron de ese derecho con lo que todos pasaron a ser flamencos.

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  2. Interesante, yo que he sido calderero en Guipuzcoa no sabía de donde venían.

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  3. Muy interesante Ángel como siempre. Un abrazo.

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