viernes, 24 de noviembre de 2023

Caldereros

Ya he hablado en anteriores artículos del Catastro de Ensenada (Año 1752). Aquí os presento la "ficha" que dicho Catastro contiene de mi hexabuelo Isidoro Díaz Miguel (o 6º abuelo, porque la palabra "hexabuelo" todavía no está aceptada por la RAE) en el municipio manchego de Daimiel.

Os resumo la información (adaptada a la ortografía actual): 1124. Isidoro Díaz Miguel, su ejercicio calderero, su edad de 57 años, su estado casado. 

Hijos: Francisco (19 años), Faustino (15), Lorenzo (10), los que se ejercitan en dicho oficio, Tomás (7), Isidoro (4), Julián (1). 

Hijas: María (14), Bonifacia (8), Francisca (5), las que se ejercitan en las haciendas de la casa.

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Isidoro es mi 6º abuelo, porque, siguiendo la línea agnaticia (sucesión de padres a hijos), la cadena sería: Isidoro --> Lorenzo (el chaval que tenía 10 años) 5º abuelo --> Evaristo (trastatarabuelo o 4º abuelo) --> Alejandro (tatarabuelo o 3er abuelo) --> Alejandro (bisabuelo o 2º abuelo) --> Severo (abuelo) --> Manuel (padre) --> Ángel


Hecha esta digresión genealógica, vamos al tema de hoy. Aunque el motivo por el que despertó mi atención está relacionado. Me explico. Tras unas cuantas horas dedicadas a buscar Díaz Migueles en la relación de habitantes del Catastro de Ensenada en bastantes pueblos de las provincias de Ciudad Real y Toledo (porque en ellas tiene su origen y difusión inicial el apellido), sólo he encontrado 15 Díaz Migueles reflejados en los libros de personal, donde, además de sus datos familiares, se dice su oficio. De ellos:

- 11 eran caldereros  (7 en Daimiel, 2 en Manzanares, 1 en Ciudad Real y 1 en Almagro)
-  1 era escribiente (en Daimiel)
-  1 zapatero de viejo (en Manzanares)
-  1 jornalero (en Manzanares)
-  1 soltera, sus labores (en Daimiel)

Está claro que la calderería era un asunto familiar. Aunque no un monopolio... en Daimiel, para una población censada de 3.114 habitantes, había 19 caldereros (y 31 zapateros, 19 sastres, 24 panaderos...).

El caso es que, al conocer este dato, sentí curiosidad por ese gremio y empecé a buscar información. Y la más completa me llevó a Barcelona... a la publicación de Mª Carmen Riu de Martín titulada "Caldereros barceloneses de la primera mitad del siglo XV". 

En ella ya se señalan dos contratos de calderería del año 1390 (casi 4 siglos antes de mi antepasado Isidoro). También, que el 26 de septiembre de 1453 el Consell de Cent limitó el ejercicio de este oficio a unas calles determinadas (supongo que para tratar de acotar a una zona el ruido ocasionado al "batir el cobre"): Calderers, Pla d’en Llull y en el abrevadero frente a la capilla de Santa Marta hasta el muro del mar.

Copio la descripción de algunas curiosidades del oficio:

"Hemos podido observar a grandes rasgos: el elevado coste de estos objetos, hecho que obligaba a algunas personas a tener que pagarlos a plazos; también que estos se valoraban por el peso o calidad del cobre y no por el tamaño que tenían; que existía una variedad formal y de usos (ollas, peroles o vasos de metal, fanales, cazuelas, calderos normales y de pega, botas); y que no iban únicamente destinados a las clases nobles y elevadas, como productos de lujo, sino que se usaban para tareas cotidianas, como en el caso del perol adquirido por los tintoreros, del cual se especifica el uso que tendría. Igualmente, el precio de coste de un ejemplar no se estipulaba mediante una tarifa fija, sino que era aproximado y debía ser negociado entre el vendedor y el comprador, interviniendo otros factores, tales como el coste abonado por la materia prima, etc., en el importe final, o el hecho de que el objeto se hubiera realizado con cobre nuevo o viejo".

También es curioso que el cobre llegaba al puerto de Barcelona desde Venecia o Flandes, a veces por mediación de los alemanes. Este procedía, a menudo, de Rumanía. Y que las jornadas laborales eran de unas 14 horas...

En 1547 se crea la Cofradía ("Gremi dels calderers", junto a herreros, ballesteros y latoneros) bajo la protección de San Eloy (orfebre y acuñador antes de coger los hábitos). Estaba inicialmente situada en el carrer de la Bòria junto a la Plaza del Ángel. 

Fachada de la Cofradía dels Calderers
Grabado de la ubicación original y aspecto actual en la Plaza de San Felipe Neri
Debajo, detalle de los dos escudos

En el anexo de la publicación se incluye la lista de todos los caldereros que trabajaron en Barcelona en ese período: 74, de los cuales: 1 lo hizo a finales del siglo XIV, 34 durante el primer cuarto del siglo XV, 35 en el segundo cuarto y 4 corresponden al tercer cuarto del siglo XV. Entre los mismos, solo consta la existencia de 4 maestros de obra de cobre: Ramon de Puig, Joan Bisbal, Guillem Desclós y Francesc Texidor. (nombres y apellidos totalmente autóctonos).

Entre las varias funciones de la Cofradía estaba la de expedir la licencia para ejercer el oficio. Y ello mediante un examen, que estaba muy definido:

Caldero de cobre con 2 asas
"El examinado y los dos maestros examinadores siempre debían ser del mismo ámbito, es decir, caldereros; y las pruebas debían hacerse ante los prohombres de la cofradía. Los herreros, latoneros y ballesteros no podían formar parte del tribunal de examen de los caldereros...

El primer examen (sábado 21 de diciembre de 1549) que se halla expuesto en el libro de la cofradía es el del aprendiz Gabriel Llacuna, quien se examinó con Joanet Pont y Rafael Dalmau. Tuvo que efectuar las siguientes piezas: 2 canteros con dos asas, 1 alambín de cobre y 1 calentador de barbero. Pasó el examen y así obtuvo la licencia de trabajo y la posibilidad de tener tienda en la ciudad".

Caldereros de Rivello
Foto: Nicola Manfredelli
Dejamos Barcelona y le damos al "fast forward" 4 siglos, hasta mediados del siglo XIX. Entonces se produce otro fenómeno curioso relacionado con el gremio, y es la llegada a España de numerosos caldereros procedentes del pueblo de Rivello, en el sur de Italia. Hay constancia de su implantación en Albacete (Hellín, Tobarra, Tarazona de la Mancha, Liétor, Casas Ibáñez), Córdoba (Lucena, Peñarroya) Badajoz (Esparragosa de Lares, Zafra), Ciudad Real (Bolaños de Calatrava), Cuenca (San Lorenzo de la Parrilla, Beteta),...
Muchos castellanizaron sus apellidos: De Giuseppe Cernicchiaro a José Chiornichiaro, de Antonuccio a Andanuche, de Puglia a Pulla.

Los primeros que llegaron se dice que salieron de Italia por la división y el deterioro social creado en la población por las conquistas napoleónicas. Otra de las causas que forzó la emigración de estos caldereros (y de otros artesanos de la zona) fue la gran devastación causada por el gran terremoto (magnitud 7.0) de la región de Basilicata de 1857 que tuvo su epicentro en Montemurro, a unos 50 km de Rivello. Causó unos 12.000 muertos.

Juanjo Villena, investigador del Archivo municipal de Hellín, solicitó al Ayuntamiento que se le pusiera el nombre de "Jardín de los Caldereros de Rivello" a un jardín en la zona de Tenerías. Y lo consiguió. En su solicitud, detalla las aplicaciones del trabajo de esos caldereros del siglo XIX:

"La calderería consistía en la fabricación de objetos en cobre, latón y bronce para una gran variedad de aplicaciones industriales, domésticas y de uso público.

Entre las aplicaciones industriales destacan las calderas, tubos planchas y un sinfín de útiles empleados en industrias alcoholeras, la fabricación de jabones, caramelos, repostería, etc. Para uso doméstico encontramos accesorios de cocina de todo tipo: calderos, lecheras, chocolateras, cazos, braseros, candiles y quinqués y un largo etc. Y para uso público: calderas de calefacción, ferrocarril, depósitos para las bombas de los equipos de los bomberos, lámparas y farolas para el alumbrado público".

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Pues hasta aquí mi viaje por el gremio de los caldereros y mi pequeño homenaje a los Díaz Miguel caldereros del siglo XVIII. Entiendo que la progresiva industrialización y la mecanización de estas tareas, hizo que despareciesen los artesanos manuales, para dar paso a las fábricas. 

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Posdata 1: Si pones en el buscador de Google Maps "Calle de Caldereros", "Plaza de Caldereros" o sus variantes regionales, te aparecen más de 20 localidades. He hecho este pequeño collage con las imágenes que he encontrado en la red:



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Posdata 2: Otro grupo de caldereros muy diferente lo constituían los ambulantes, que además de vender algunas piezas, se dedicaban, sobre todo, a reparar las antiguas. Y que dieron origen a las fiestas de caldereros de San Sebastián y Pamplona entre otras. Lo traté en el post titulado: "Caldereros de la Hungría".
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Posdata 3: Jacopo Bassano (1510-1592) pintó, hacia 1577, este magnífico cuadro que se encuentra en el Museo del Prado. Conocido como "La Fragua de Vulcano" es anterior, en unos 50 años, al del mismo título y más conocido de Diego Velázquez. Lo que Bassano representa, más que una fragua, es un taller de calderería del siglo XVI:







4 comentarios:

  1. Buenos días Angel y selecto grupo de seguidores de este blog.
    Me ha gustado tu entrada de hoy. Es bonito eso de investigar las raíces que uno tiene y enterarse de donde procede.
    Hablas del Catastro de Ensenada en bastantes pueblos de Ciudad Real y Toledo. Te veo metiendo horas delante del PC, metiendo los nombres de tu apellido y de los pueblos “sospechosos” de haber albergado a Díaz-Migueles. Incluso diría, que habrás visitado más de uno personalmente para ver in situ los archivos parroquiales o municipales de la época en sus libros originales.
    Casi casi siempre me obligas a usas el diccionario. “hexabuelo” y “agnaticia”. Nunca está de más enriquecer el vocabulario personal.
    Para terminar, me permito hacer un juego de palabras con la descripción que Juanjo Villena hace de la calderería. Creo que te resultará familiar. Ahí va:
    La “consultoría de sistemas” consistía en la fabricación de objetos en cobol, fortran y pascal para una gran variedad de aplicaciones industriales, domésticas y de uso público.
    Como siempre, muchas gracias por ilustrarnos. Un abrazo.

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  2. Como siempre. no nos dejas indiferentes con tus investigaciones... Curioso lo de tus hexabuelo. gracias por compartirlo. Por cierto, encontré la página que me comentaste dónde ponía el empadronamiento de mis abuelos en 1915. Un abrazo LDM

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  3. Ha quedado muy bien como has hecho una larga cambiada para hacernos olvidar tu relación con el baloncesto que viene de tu ¿primo sexto? Antonio Díaz-Miguel, que nos dio la medalla de plata como seleccionador en los juegos olímpicos de 1984. Y esa relación con las cestas la has cambiado por formas geométricas parecidas como los calderos.
    Terminas el post con la Fragua de Vulcano. Yo me imagino una escena similar con Antonio en el banquillo cerca del yunque mirando la lumbre; a Epi con las tenazas; a Fernando Martín con el fuelle guiñando el ojo a Anita; y a Romay con el martillo buscando la cámara para sonreír de la situación. Corbalán con el fonendo se queda a un lado del cuadro porque en el siglo XVI no estaba de moda llevarlo al cuello. López Iturriaga está de charla con su hermano para aprovechar el fuego y hacer alguna receta de productos locales de Los Ángeles.

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    1. ¡Qué imaginación tienes, Carmelo!
      Lo que sí he podido confirmar, gracias a mis investigaciones genealógicas, es que el tatarabuelo de Antonio (Zoilo Díaz Miguel) y el mío (Alejandro Díaz Miguel) eran hermanos, nacidos ambos en Villacañas, provincia de Toledo.

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