Me hacen notar algunos amigos fieles seguidores del blog, con ánimo constructivo por supuesto, que en el blog son mayoría los temas históricos, y que agradecerían más temas de actualidad y de futuro. Yo siempre les contesto que sabemos más del pasado que del futuro, por lo que es más fácil (y probable) encontrar curiosidades en la historia, y les recuerdo la famosa frase atribuida al Nobel Niels Bohr: "es muy difícil hacer predicciones, sobre todo respecto al futuro".
Pero, para saber de qué estoy hablando, es inevitable hacer un poco de historia...
![]() |
Imagen de Plutón tomada por la nave New Horizons en 2015 |
(Paréntesis: Los funcionarios de la Unión Astronómica Internacional decidieron en 2006, vaya usted a saber por qué, que, para ser considerado un planeta, 1) un cuerpo debe orbitar una estrella, 2) debe ser lo suficientemente masivo como para que la gravedad lo aplaste hasta formar una esfera y 3) debe tener una órbita despejada. Plutón no aprobaba la tercera condición; su órbita todavía está "sucia", o sea contiene multitud de otros objetos más pequeños)
A partir de 2013, los astrónomos fueron descubriendo algunos objetos muy lejanos que también encajaban en la categoría de "planetas enanos", pero, para darles un nombre más serio, los llamaron ETNO´s (Extreme Trans-Neptunian Objects) o sea Objetos Trans-Neptunianos Extremos (OTNE´s). Para ser cualificado como tal, el "objeto" debe tener un perihelio (punto de su órbita más cercano al Sol) mayor de 30 UA´s (UA=Unidad Astronómica=distancia de La Tierra al Sol) y un semieje mayor (la mitad del diámetro mayor de la elipse que hace la órbita) mayor de 250 UA´s.
Como referencia, Plutón tiene un perihelio de 30 UA´s y su semieje mayor es de 39 UA´s. O sea que un ETNO, cuando está más cerca del Sol está de lejos como Plutón, pero, cuando se va al otro extremo de su órbita, está muuuuuuy lejos. En esta imagen nos hacemos una idea de las distancias implicadas, teniendo en cuenta que el circulito verde del centro es la órbita de Neptuno:
Ahora, hay 4 protagonistas principales a los que hay que llamar a escena:
Chadwick A. Trujillo (1973), David Rabinowitz (1960) y Michael E. Brown (1965), tres astrónomos americanos que descubrieron, en 2005, Eris, el "planeta enano" similar a Plutón y que "abrió la veda" de la búsqueda de objetos trans-neptunianos, y Konstantin Batygin (1986) astrónomo ruso nacionalizado americano, especialista en cálculos orbitales. Fueron Brown y Batygin los que, en 2016, propusieron la existencia de un noveno planeta en el Sistema Solar.
Lo cuenta así el artículo de Scientific American de diciembre de 2024 ("We May Be on the Brink of Finding the Real Planet Nine" - "Quizás estemos a punto de encontrar el verdadero Planeta Nueve"):
![]() |
Brown y Batygin |
Los modelos informáticos de Brown y Batygin sugirieron que la única posibilidad razonable era un planeta oculto con una masa cinco a diez veces mayor que la de la Tierra orbitando a una distancia de hasta 700 UA. Este mundo, tal vez uno exiliado de los confines más cálidos del sistema solar durante sus caóticos años iniciales, logró aferrarse a las cuerdas gravitacionales del Sol. Y mientras giraba en la oscuridad distante, ejercía su propia influencia gravitacional sobre aquellos seis cuerpos celestes que pasaban por allí, llevándolos a órbitas nuevas, extrañas y similares".
Y, en base a estas observaciones, determinaron la hipotética órbita que podría seguir ese "Planeta Nueve":
No toda la comunidad científica estuvo (ni está) de acuerdo con esta hipótesis, pero muchos observatorios astronómicos del mundo empezaron una búsqueda sistemática del posible planeta. Entre tanto, se fueron refinando los cálculos de las posibles características del Planeta Nueve. La más actualizada, cifra su masa en 4,4+-1,1 veces la de La Tierra, su perihelio en 200+-50 UA´s y su semieje mayor en 290+-30 UA´s. También su "año" planetario (lo que tardaría en dar una vuelta alrededor del sol) sería de unos 4.940+-750 años terrestres. Y su magnitud aparente ("brillo") sería de 21 (muy baja), lo que dificulta enormemente su detección.
¿Por qué entonces la predicción de que, ahora, estemos cerca de su descubrimiento? Pues porque, como anuncia el artículo citado de Scientific American, en 2025 entrará en operación el telescopio del Observatorio Vera C. Rubin, situado en el Cerro Pachón, en Chile, que contará con un espejo primario de 8,4 metros de diámetro y una cámara asociada de 3.200 megapíxeles.
Para cumplir con los innumerables objetivos científicos de Rubin, los astrónomos están elaborando una estrategia para el estudio del cielo nocturno del observatorio, que será esencialmente automático. Los astrónomos no pueden simplemente pedir tiempo en Rubin como lo hacen en otros telescopios. En lugar de eso, algoritmos procesarán las imágenes nocturnas de Rubin para producir catálogos, que luego se publicarán para la comunidad.
Para la ciencia del sistema solar, los astrónomos verán una lista de objetos en movimiento (los conocidos y los no identificados previamente) con parámetros orbitales basados en la cosecha actual de observaciones de Rubin. Los investigadores que busquen el Planeta Nueve pueden usar los objetos transneptunianos recién descubiertos para ver si la hipótesis del planeta se consolida o se viene abajo".
El tiempo transcurrido irá ajustando las posibilidades de que exista o no el Planeta Nueve: "Cada año que no encontremos el Planeta Nueve, la probabilidad de que exista realmente disminuye drásticamente. Y después de un par de años, la existencia (o inexistencia) del Planeta Nueve será, para la mayoría de los astrónomos, inequívoca. Rubin es "el cazador de planetas ideal"".
Pues ahí queda la apuesta. De aquí a 2027 habrá que estar atentos a las noticias provenientes de Chile. _____________________________________________________
Posdata 1: Vera C. Rubin (1928-2016), que da nombre al observatorio chileno, fue una astrónoma estadounidense famosa por sus trabajos pioneros sobre la medición de la rotación de las estrellas dentro de las galaxias.
Posdata 2: Caso de ser descubierto, habrá que ponerle nombre. La Unión Astronómica Internacional certificará un nombre, y generalmente se dará prioridad a un nombre propuesto por sus descubridores. Es probable que sea un nombre elegido de la mitología romana o griega. Sugerencias no faltan, aun antes de descubrirlo: Perséfone, por ser la mujer de Plutón, Telistos, del griego τήλιστος , "el más lejano", Cronos, el dios griego del tiempo... En 2018, Batygin hizo una encuesta en change.org sobre posibles nombres para el hipotético nuevo planeta, y el nombre ganador fue... "David Bowie".
Posdata 3: La pista para investigar sobre el Planeta Nueve me la dio mi amigo Luis T., que, seguro que ya lo habéis adivinado, es el cabecilla del grupo que he mencionado al comienzo del post.
_____________________________________________________
![]() |
Visión artística del hipotético Planeta Nueve |
Ángel, te felicito, porque para no querer hablar de historia has escrito un post que es 80% historia. Y el resto es especulación. Todo para hacer una única predicción, que puede cumplirse o no. Y si se cumple ¿qué trascendencia tendrá para cada uno de nosotros? ¿seremos mejores, más sabios, más ricos, más humanos, más felices… porque exista un Planeta Nueve?
ResponderEliminarTodo lo que sabemos los humanos es en base al pasado, lo cual es historia por definición. Y deberíamos alegrarnos, porque los demás animales carecen de esta capacidad. El presente no es más que una singularidad, porque lo ocurrido hace un segundo ya es historia. El futuro es ignoto, pero uno de los defectos de nuestro imperfecto cerebro es que se empeña en averiguarlo y de ahí las religiones, desde los animistas hasta los que creen en los extraterrestres, pasando por las religiones “del libro”. Los celtas tomaban decisiones políticas en base a como caían las entrañas de la víctima sacrificada, los mayas declaraban guerras cuando se daba la conjunción de los astros que ellos conocían y algunos hasta prevén el futuro según los posos del café o las cartas del Tarot (y pagan por ello). Estuve cuatro años previendo las ventas de mi empresa, con sistemas informáticos sofisticados, hasta que un cambio de paradigma en el mercado nos obligó a reducir la plantilla drásticamente. Porque es imposible predecir lo que va a ocurrir si no es que se parece mucho al pasado, como el caso de tu post demuestra, pero seguiremos empeñados en ello, lo cual es garantía de frustración y por ende de infelicidad. Buenas noticias para los fabricantes de Fluoxetina (Prozac para los amigos).
“Nuestra tarea no es predecir el futuro, sino hacerlo realidad” (Antoine de Saint-Exupéry).
“La historia enseña, pero no tiene alumnos” (Antonio Gramsci).
A mi lo de explorar objetos en el espacio y predecir sus recorridos futuros me parece conveniente para anticipar la posible colisión de algún pedrusco importante. En la historia encontramos referencias preocupantes.
ResponderEliminar