viernes, 28 de junio de 2019

"Il fut un temps très lointain...

... où les instruments de musique ne se connaissaient pas entre eux". Es curioso cómo funciona la memoria. Seguro que a vosotros también os pasa. Yo estudié francés en el colegio, desde los 6 a los 17 años. Y llegué a tener, creo, un buen nivel. Pero luego vino la necesidad de aprender inglés, y el francés fue siendo desplazado hacia capas más profundas del cerebro. Pero ahí, de alguna manera sigue. Y de vez en cuando, por algún extraño mecanismo, sale a la superficie. Eso me ha pasado hace poco con la frase que encabeza el post. Que es el comienzo de una pequeña actividad didáctico-musical que hicimos en la clase de francés de 4º de Bachillerato, me imagino que con la ayuda de un tocadiscos o, quién sabe, de un moderno "radio-cassette". 

Portada del disco
Buscando en el todopoderoso YouTube, la he encontrado. Resulta que se llama "Piccolo, Saxo et compagnie", un cuento pedagógico-musical creado en 1956 por André Popp y Jean Broussolle, y cuya primera versión discográfica fue narrada por François Périer. El argumento es éste: en el Reino de la Música, hace muchos años, cada familia de instrumentos vivía aislada, ignorando la existencia de las demás. Pero un día, la familia de las cuerdas oye hablar de la de los vientos y decide invitarles. Poco a poco van añadiendo familias al grupo (maderas, metales, percusión,...) hasta que, con la inclusión del piano, conforman la gran orquesta. 

Es una bonita y entretenida manera de enseñar a los niños la estructura de una gran orquesta sinfónica, las distintas familias que la integran y los nombres y sonidos de cada instrumento. Una versión actual (2015), interpretada por la Orquesta Nacional de Lille y un vigoroso narrador, la puedes escuchar aquí. Son 40 minutos, y si hay niños en casa, seguro que les engancha (aunque no entiendan el francés). 


Muy bien. Fin del post, y a otra cosa mariposa ¿no? Hombre, hay que ganarse el sueldo, y ya que estamos con el tema, podemos hablar de algunas cosas curiosas relacionadas con la orquesta.

Empezando por el nombre, que proviene del griego ορχήστρα ("orchestra" - lugar para danzar), que designaba en el teatro griego del siglo V a.C. un lugar en el escenario reservado para cantantes, bailarines e instrumentos. El nombre de orquesta se aplica hoy día a todo conjunto variado de instrumentos e intérpretes, pero su máximo exponente es la "orquesta sinfónica".

A lo largo de la historia, la orquesta clásica ha ido añadiendo familias e instrumentos. En una estructura más o menos  típica, en la actualidad una orquesta sinfónica está compuesta por alrededor de 100 instrumentos, agrupados de esta forma:
- Familia de Cuerdas: Violines (30) - Violas (12) - Violonchelos (10) - Contrabajos (8) - Arpa - Piano
- Familia de Viento-Madera: Flautín - Flautas (3) - Oboes (2) - Corno inglés - Clarinetes (2) -         Clarinete bajo - Fagots (2) - Contrafagot - Saxofones
- Familia de Viento-Metal:  Trompetas (3) - Trompas (4) - Trombones (3) - Tuba
- Familia de Percusión:  Xilófono (Marimba) - Timbales (4) -  Bombo - Caja - Tambor - Platillos - Triángulo 

Y su disposición espacial suele ser la siguiente:


¿Qué instrumentos de los que hemos citado no conoció Mozart? Dicho de otro modo, ¿cuáles han sido "inventados" después de 1791, año de fallecimiento del compositor? Pues no muchos, en realidad. Sólo he encontrado éstos:
El serpentón, antecedente de la tuba
- el piano. A finales del siglo XVIII se produce la transición desde el clave ó clavecín, muy presente en todo el Barroco, hacia el pianoforte, antecedente del piano actual. 
- la tuba. Que en 1835 sustituyó al serpentón y al oficleido. 
- los saxofones. Inventados por el belga Adolphe Sax (1814-1894), de donde toman su nombre, en 1840. Pueden ser de ocho tamaños distintos en función de su afinación.

O sea que, si gracias al Ministerio del Tiempo o a algún pliegue del universo en el espacio-tiempo, resultara que el genial compositor austríaco apareciera frente a una orquesta de nuestros días, no apreciaría grandes cambios. Bueno, uno muy llamativo sí, el que haya mujeres en la orquesta. En su época no había. Y tardó en producirse el cambio. Fue en 1982 (1-9-8-2!!!) cuando la Filarmónica de Berlín admitió a la primera mujer en sus filas. Y, todavía más reciente, en 1997 la arpista húngara Anna Lelkes fue la primera mujer en tocar en la Filarmónica de Viena. Para completar la referencia histórica, fue en 1977 cuando la norteamericana Margaret Hillis se convirtió en la primera mujer en dirigir una orquesta; fue en el Carnegie Hall de Nueva York y se debió a un súbita indisposición del director titular. 

Hay instrumentos muy conocidos que no forman parte de la orquesta sinfónica estándar. Cuando aparecen, lo hacen en calidad de solista. Por ejemplo, la guitarra, la mandolina o el acordeón.

Para terminar, os propongo escuchar estas tres piezas "curiosas":
- Intermedio de "La boda de Luis Alonso", de Jerónimo Jiménez. Solo de castañuelas a cargo de Lucero Tena. Grabación de 2007. Ni toda la fuerza de trompetas, trombones y timbales logran eclipsar a las modestas castañuelas. Aquí.
- "Concierto de Aranjuez", de Joaquín Rodrigo. Interpretado a la guitarra por Pepe Romero. Grabación de 2011. Máxima expresión del virtuosismo. 25 minutos sin partitura (y con algún pequeño fallo de la orquesta serbia).  Aquí.
- Seis minutos finales de la "Obertura 1812", de P.I. Tchaikovsky. Hallé Orchestra dirigida por Mark Elder. Grabación de 2004. Todas las familias de la orquesta dándolo todo. Campanas y explosiones incluídas. Aquí
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También Tatiana R. se une a esta apoteosis final con una nueva ilustración. En sus propias palabras: "Asemeja, muy esquemáticamente, la “orquesta” en un Teatro Griego. El lugar para la danza. Como ya había ilustraciones muy didácticas sobre la composición de la orquesta, me he centrado en este origen griego de la palabra, y en el hecho de SENTIR LA MÚSICA. Lo invade todo, incluso, desborda el puzzle. Las notas danzan y danzamos con ellas. Ya que la escuchamos con el cerebro, pero también con el corazón, con el estómago o los pies... en resumen, nos invade todo el cuerpo; de ahí la ´humanización´ de la clave de Sol".

Ilustración de Tatiana Restrepo (www.tatisart.com)


5 comentarios:

  1. Complementos
    El vibráfono https://enharmoniacpmt.wordpress.com/2018/03/15/el-vibrafono-del-jazz-a-la-musica-clasica/


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  2. Bandoneón diferente de acordeón. O trikititxa.

    https://youtu.be/GnyAgOWhMnk

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  3. Breve comentario, de instrumentos y francés: es muy habitual entre los francófonos que hablan y hasta dominan el castellano, que digan "castañetas" en lugar de castañuelas... Siempre me induce una sonrisa amable cuando lo detecto.

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  4. La música se baila, y el francés es el idioma del ballet. Luis XIV fundó la Escuela de la Danza de la Real Academia de la Música en 1713, con el objetivo de formar bailarines para la Opera de Paris. Con este acto fundacional, el rey marco la historia de la danza clásica como danza de academia e hizo del francés el lenguaje y la terminología del ballet. Grand plié, demi plié, plié relevé... Y en nuestros días, más de trescientos años después, los pasos de ballet se nombran en francés.

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  5. Totalmente de acuerdo: la música nos llega muy en profundidad, y nos genera emociones difíciles de expresar con palabras.
    Muy chulo el post. Gracias!

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