viernes, 9 de octubre de 2020

Gemelos divinos

La constelación de Géminis
Cuando de niño, normalmente en vacaciones o lejos de la ciudad, y de la mano de algún "experto", empiezas a observar el cielo estrellado, vas identificando y memorizando las estrellas y las pautas que conforman las constelaciones más conocidas: Osa Mayor, Osa Menor, Orión, Casiopea, Las Pléyades,... En "2º de Astronomía Popular" empiezas con el Zodíaco: Aries, Tauro... y enseguida llegas a Géminis, los Gemelos. Constelación que se caracteriza por dos estrellas bastante brillantes, Cástor y Pólux, que, se supone, corresponden a las cabezas de los mencionados gemelos.

Hoy sabemos que Cástor (alpha Geminorum) es en realidad un sistema estelar de tres estrellas binarias, tiene una magnitud conjunta de 1,58 y está a una distancia de 51 años luz de nosotros, mientras que Pólux (beta Geminorum ) es una gigante naranja de magnitud 1,15 y está a unos 34 años luz.

Estatuas de Cástor y Pólux en Roma
¿Pero quiénes fueron Cástor y Pólux? ¿Y, quizá menos conocido, por qué merecieron ese lugar privilegiado en el firmamento nocturno?

Para lo primero, hay que consultar la mitología griega. Y empezar con las curiosidades, porque, aunque hijos de la misma madre, Leda, parece que eran hijos de distinto padre: el dios Zeus (Pólux) y el mortal Tindáreo (Cástor). Por lo que lo de "gemelos", según y cómo.

El caso es que los gemelos divinos gozaron de gran prestigio en Grecia, y después también en Roma. Se les representaba como jóvenes fuertes, atléticos, normalmente a caballo o con equinos a su lado. Se les consideró patronos de los navegantes y artífices del fenómeno atmosférico conocido posteriormente como "Fuego de San Telmo".

Pero los griegos no fueron los primeros (ni los únicos) en tener "gemelos divinos" (de ahí el título del post). De hecho, hay autores que remontan esta "tradición" a las primeras culturas indo-europeas, que, desde las llanuras situadas entre Europa y Asia, se expandieron en ambas direcciones hacia el 3er milenio a.C.


Los Ásvins
(representados como hombres con cabeza de caballo)
Y así, en La India, en los textos del Rig-veda, datado en el 2º milenio antes de Cristo, ya se habla de los Ásvins, los dioses jinetes gemelos, hijos de Suria, dios del sol, y de Sharanya, diosa de las nubes. No se les da nombre diferenciado, son "los Ásvins", y son los médicos de los dioses, iniciadores de la medicina ayúrveda.

Otro caso similar, aunque bastante enrevesado: Isis y Osiris en el panteón egipcio. Que además de hermanos (aunque no gemelos) fueron esposos, padres de Horus. Cuyo culto aparece en el Imperio Antiguo, hacia el siglo XXV a.C. En realidad eran cuatro hermanos, Neftis y Seth los otros dos (por cierto que Seth ordena el asesinato de Osiris, quien es resucitado por sus dos hermanas; cosas de dioses).

Y hay figuras de gemelos divinos en otras culturas:
- Nara y Narayana, también en La India ("dos cuerpos, una sola alma").
- Linceo e Idas, hijos de Afareo y Arene, primos de Cástor y Pólux. Por una disputa relacionada con sus prometidas, Idas mató a Cástor, y, como represalia, Pólux mató a Linceo; cosas de dioses.
- Anfión y Leto, hijos de Zeus y Antíope, en Tebas.
- Acrisio y Preto, hijos del rey Abante, en la ciudad de Argos ("la lucha entre hermanos comenzó en el vientre de su madre").
- Heracles (Hércules) e Íficles; caso similar al de Cástor y Pólux, pues eran hijos de la misma madre, Alcmena, pero de diferente padre: Heracles hijo del dios Zeus (que no paraba) e Íficles del mortal Anfitrión.
- Los Ašvieniai en el Báltico. Clara traslación de los Ásvins hindúes; también se representan como mitad hombres mitad caballos. 

Sin ser divinos, también tienen un papel relevante en las "leyendas fundacionales" de los británicos los siguientes hermanos:
- Hengist y Horsa en Inglaterra. Se dice que dirigieron a los anglos y a los sajones en su conquista de Gran Bretaña en el siglo V.
- Bran y Manawydan en las sagas de Gales.

Por último, hay quien encuentra una similitud y cierta continuidad en este mito, pero ya en la religión cristiana, con el caso de los gemelos médicos Cosme y Damián (Siria, siglo III d.C.) que si bien no fueron dioses, sí que fueron elevados a la categoría de santos. Pero ellos merecen un post específico.

Nos falta responder a la segunda pregunta: ¿Por qué hay una constelación dedicada a los Gemelos en el Zodíaco?

La respuesta hay que buscarla en Babilonia, en el 2º milenio a.C., ya que ellos fueron los primeros que desarrollaron la idea de representar grupos de estrellas por figuras, normalmente de animales. El "zodíaco babilonio" constaba de 18 constelaciones, no de 12. Además de las recogidas en el griego, también estaban las que conocemos como Pléyades, Orion, Perseo y Auriga. Y la Piscis actual se descomponía en 3 constelaciones. La constelación de Virgo correspondía a Shala, la diosa de la agricultura, Capricornio era una cabra con cola de pez y Acuario representaba a Ea, el dios del agua.

El año zodiacal comenzaba, como el actual, en el equinoccio de primavera. Pero, debido al movimiento continuo del sistema solar en el marco de referencia del firmamento, en aquellos siglos la constelación que marcaba ese inicio eran Las Pléyades, no la Aries de ahora.

Representación de las constelaciones y del zodíaco babilonio


¿Y los Gemelos? Pues ahí estaban ("The Great Twins" en el grabado inglés aquí reproducido). Con unos nombres curiosos: Lugalgirra y Meslamtea, los gemelos que guardaban las puertas del inframundo. O sea que Cástor y Pólux vinieron a ocupar su puesto cuando el zodíaco pasó de Mesopotamia a la península helénica.

(Paréntesis breve: Hacia el siglo V a.C. ya los babilonios habían reducido su zodíaco a 12 constelaciones. Quizá, si hubieran persistido en su idea primitiva de 18 signos zodiacales, ahora podríamos tener años de 18 meses, cada uno con 20 días. Sería otra curiosa herencia babilónica, como lo son los 60 minutos que forman una hora, los 60 segundos que forman un minuto, o los 360º en que se divide un círculo).

Cuando en una fría y despejada noche de febrero (que es cuando mejor se ven) dirijas tu vista hacia las dos estrellas más brillantes de la constelación de Géminis y pienses en Cástor y Pólux, en Lugalgirra y Meslamtea, puedes estar seguro de que compartes algo con los astrónomos griegos y babilonios que, hace bastantes milenios, sintieron la misma fascinación por el cielo nocturno.

Otra vista de las estatuas de Cástor y Pólux en la Colina Capitolina de Roma



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