viernes, 12 de febrero de 2021

Martine

Hoy quiero compartir con vosotros una trayectoria vital curiosa. Empezamos por el final (o casi):

Martine Rothblatt

En 1994, Martine Rothblatt (Chicago, 1954) recibió la noticia de que su hija Jenesis, de 10 años de edad, tenía hipertensión pulmonar, una enfermedad grave y rara (sólo 30.000 casos en EE.UU.), con una expectativa de vida de menos de 5 años. Con un brillante historial en la industria de telecomunicaciones, Martine decidió invertir su patrimonio en la búsqueda de una solución a esa enfermedad. Sólo una farmacéutica, Glaxo, tenía un medicamento "huérfano" (se llama así a los que se dejan aparcados porque se estima que no hay "mercado" suficiente para justificar la inversión necesaria para su desarrollo). 

Ni corta ni perezosa, decidió crear una fundación, primero, y una empresa biotecnológica después para proseguir el desarrollo de este medicamento. Hoy Jénesis tiene 36 años y goza de un razonable estado de salud. La empresa United Therapeutics (www.unither.com), de la que Martine es Chairman y CEO, factura hoy $1.500 millones al año en tratamientos para la hipertensión pulmonar y permite que más de 40.000 personas puedan sobrevivir con la enfermedad.


Si lees el nombre al revés: martine ro
Los medicamentos de UT alivian, pero no curan la enfermedad. De hecho, en este momento, la única cura para la hipertensión pulmonar o, para el caso, la fibrosis pulmonar, la fibrosis quística, el enfisema o la EPOC, es un trasplante de pulmón.

En EE.UU., sin embargo, solo están disponibles dos mil pulmones al año, mientras que más de medio millón de personas mueren de insuficiencia pulmonar solo por dolencias relacionadas con el tabaco. Estas tremendas cifras llevaron a Martine y a United Therapeutics (a través de su subsidiaria Lung Biotechnology PBC) a otro gran objetivo: crear un suministro ilimitado de órganos trasplantables.

Adoptaron un triple enfoque para este problema. Primero, para resolver el problema del reemplazo pulmonar, decidió no reinventar la rueda: en la actualidad, debido a que los pulmones de los moribundos se llenan de sustancias químicas tóxicas, más del 80 % de los  que son donados para trasplantes se descartan. UT ayudó a perfeccionar una forma de mantener vivos los pulmones fuera del cuerpo, lo que técnicamente se llama "perfusión pulmonar ex vivo". Este procedimiento ya ha salvado miles de vidas. 

A continuación, UT atacó el problema más amplio de la escasez de órganos mediante el "xenotrasplante". Es una idea antigua y controvertida: obtener órganos de animales frescos para reemplazar los humanos defectuosos, pero los problemas de enfermedad, rechazo y crueldad animal la han mantenido al margen. Decidieron seguir una vía innovadora: los órganos de los cerdos son similares a los órganos humanos, por lo que comenzaron por allí. Tras asociarse con Craig Venter y Synthetic Genomics, el mismo equipo que decodificó el genoma humano, hicieron el mapa genético más completo de un cerdo hasta la fecha.

Después, mediante la técnica CRISPR de "corta y pega" genético, eliminaron todos los genes proclives a los virus, eliminando los peligros de contraer enfermedades y produciendo un cerdo "limpio". Ahora, su último objetivo es el más grande: eliminar los genes que conducen al rechazo de órganos en humanos. Si tiene éxito, significará un suministro de órganos casi infinito.

Para combatir ese problema final, UT está utilizando técnicas de ingeniería de tejidos de vanguardia en un intento de evitar el uso de animales por completo. Aprovechando el colágeno, han comenzado a imprimir en 3D un andamio de pulmón artificial. Y para convertir ese andamio en un pulmón vivo, UT ahora está experimentando con células madre.

Su "pipeline" de desarrollo lo ilustra en esta imagen, que va desde mejoras a los medicamentos actuales hasta el desarrollo de xenoriñones ("xenokidney"), xenocorazones ("xenoheart") y pulmones totalmente artificiales (TAL: Total Artificial Lung):



Bien, hasta aquí la historia de una emprendedora de éxito (y ojalá que lo siga teniendo), muy propia para llenar las páginas del Fortune o del Forbes... So what?

Lo más curioso empieza cuando consultas su biografía y ves que Martine nació como Martin. En Chicago, hijo de padres judíos: Hal Rothblatt y Rosa Lee. Se crió en San Diego, California. En 1977, después de un par de años sabáticos de mochilero, se graduó "summa cum laude" en Comunicación, en la Universidad de Los Ángeles, California. Tras un JD/MBA empezó a trabajar en tareas relacionadas con el derecho y las comunicaciones. En 1986 fue nombrado CEO de Geostar Corporation y en 1990 dejó esta compañía para fundar Worldspace y Sirius Satellite Radio, que fue y sigue siendo una de las empresas líderes en comunicaciones vía satélite. 

Martin con su hijo mayor Eli
Antes, en 1982, Martin se casó con Bina Aspen, afroamericana. Cada uno tenía un hijo de una relación anterior y los adoptaron legalmente de forma mutua. Después, tuvieron dos hijos más en común, Jenesis y Gabriel (nombres bien bíblicos).

Fue a comienzos de los 90 cuando Martin compartió con Bina su deseo de convertirse en mujer, sin que ello afectara en nada su relación como matrimonio. No debió de ser fácil llegar a un acuerdo. Martin comenzó un tratamiento hormonal y quirúrgico y pasó a ser Martine. Y hoy, 38 años después, siguen juntos.

Pero los sueños de Martine no acabaron con el pulmón impreso en 3D... 

En 2014 publicó "Virtually Human - The Promise and the Peril of Digital Immortality", un manifiesto de gran calado sobre los derechos de los ciberhumanos aún por crear, que algún día podrían ser cargados con todos los pensamientos, sueños, recuerdos y actividad en línea de un ser humano y vivir eternamente, como una especie de "doble virtual".

Ese año fue reconocida como la mujer CEO mejor pagada de EE.UU., con unos ingresos de $38 millones en el año 2013.

Bina48 en el National Geographic
También ha fundado una religión, el Movimiento Terasem (de Tera=Tierra y Sem=Semilla), que reúne su judaísmo cultural (celebra cenas por Pascua), el yoga estilo Zen y una profunda creencia en la tecnología. Una de las cuatro creencias fundamentales es: "La muerte es opcional". 

La manifestación física de esta fe es un robot sin cuerpo, llamado y modelado según su esposa Bina. El robot, Bina48, es solo una cabeza. Tiene una cara hecha de goma, usa una peluca atractiva, y tiene un software de escaneo facial en sus "ojos".

Me reconoceréis que es una trayectoria vital curiosa. Ahora tiene 66 años, y, si es consistente con su religión, piensa vivir eternamente...

Bina, Martine y Jenesis en una imagen reciente

En esta entrevista TED de mayo de 2015 puedes escuchar a Martine contar los momentos más importantes de su vida. Son 20 minutos. Aquí.

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3 comentarios:

  1. Otro ejemplo impresionante de cultura empresarial. Muy interesante tambien el debate sobre la inmortalidad

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  2. Sorprende la trayectoria vital de algunas personas y ese anhelo tan humano de inmortalidad. Por una parte la especie humana somos Martine y, por otra, Trump, por ejemplo... Y entre un polo y otro infinidad de proyecciones.

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  3. La realidad que Rosa Montero describe en su trilogía de la detective Bruna Husky, con humanos y "reps", está cada vez más cerca.

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