viernes, 3 de septiembre de 2021

Tebeos y Vírgenes

Sí, ya sé que vuelvo a usar un titular llamativo para que entres en el post, pero es que el de hoy va de eso, de unos tebeos (aunque quizá no del tipo que estás pensando) y de unas vírgenes que están relacionados de alguna manera. Pero eso hay que explicarlo. 

La génesis del artículo empieza cuando, el 29 de mayo pasado, leo en El Diario Vasco que se anuncia la inauguración, en el Museo de Bellas Artes de Álava, de la exposición "Las reliquias de Martioda. Un tesoro restaurado". Y lo acompaña de una foto tenebrosa e impactante (adjunta).

Que te pica la curiosidad y entras en Internet buscando más información... y te encuentras con esta otra foto de detalle, donde se puede leer la inscripción adherida en el cráneo: 



"Caput SS. Thebeorum Mart:


O sea, que este cráneo (y otros cinco más) son reliquias que corresponden a los "mártires tebeos", que es como se conocía en tiempos medievales a los componentes de la "Legión Tebana". Que tiene una curiosa historia, y que enseguida te cuento.

El otro bloque de cráneos y reliquias que componen el "Tesoro de Martioda" se atribuye a las "Once Mil Vírgenes de Santa Úrsula", ahora se entiende el título del post, y que también merecen su apartado. 

Martioda es un concejo del municipio de Vitoria, donde se encuentra la iglesia de San Juan Evangelista. Allí se encontraban las reliquias, se supone que por donación de la familia Hurtado de Mendoza, cuya torre y casa solariega se encuentran en las proximidades. Al parecer, las reliquias fueron adquiridas en el siglo XVII por algún diplomático de la familia, cuando se desempeñaba como embajador en la corte de los Austrias, y trasladadas al concejo alavés a su vuelta a España. 

En 2015, en una visita institucional a la iglesia, desacralizada y cerrada durante muchos años, se vio el lamentable estado en que se encontraba el conjunto de relicarios, con ataques de hongos y roedores, y se decidió acometer un proyecto de restauración y recuperación de su esplendor original que, seis años después,  ha culminado. 

Pero empecemos con la Legión Tebana. Con la advertencia inicial de que, casi todo lo que se sabe de ella, está puesto en duda por algunos historiadores. Sí que hubo una legión con base en Tebas (alto Egipto), parte del ejército romano de Oriente: la "III Diocletiana Thebaeorum". A finales del siglo III d.C. (años 285-306) parece que fue llamada por el Emperador Maximiano para trasladarse a la Galia, y así ayudar a combatir la revuelta de los bagaudos, por la zona del actual cantón suizo de Valais. Lo que rechina un poco es lo que se dice de que "todos" sus componentes eran cristianos (dado que éstos evitaban generalmente servir en el ejército, donde otras religiones, como el mitraísmo o el culto de Isis, estaban "mejor vistas"). Y de que esa fue la razón por la que, ante su negativa a rendir culto al emperador o a hacer sacrificios a los dioses romanos, fueron "diezmados" inicialmente en represalia, y después, aniquilados por completo.
 
San Mauricio en un cuadro alemán
de comienzos del siglo XVI
Los dirigentes de la legión tebana eran Mauricio, Cándido, Inocente y Exuperio, todos mártires y venerados como santos. El que más notoriedad alcanzó fue San Mauricio, que dio nombre a la abadía construida en la zona y donde, hasta el año 961, se custodiaron las reliquias de los mártires (después fueron trasladadas a la catedral de Magdeburgo). El nombre de la famosa estación de esquí de St. Moritz también recuerda al santo tebano. San Mauricio se convirtió en el santo patrón de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. También está considerado el patrón de armeros, sastres, tintoreros y soldados de infantería, abogado contra los calambres y la gota. Su festividad es el 22 de septiembre.

Es curioso que las primeras representaciones (pinturas y esculturas) de San Mauricio lo presentan con la tez oscura, lo que correspondería a su origen tebano. Sin embargo, más adelante, incluyendo el famoso cuadro de El Greco, "El martirio de San Mauricio" lo presenta como un occidental de tez blanca...

El martirio de San Mauricio, de El Greco (1580)
La explicación alternativa a la "decimatio", castigo que llevaba siglos sin aplicarse en aquel tiempo, es que, efectivamente, hubo una batalla contra los "bárbaros" rebeldes y que una cohorte de la legión (unos 500 hombres, el 10% del total de efectivos) sufrió una emboscada o algo similar y fue aniquilada. Rápidamente, los cristianos que murieron en ese combate fueron tratados como mártires y un relator inspirado, Euquerio, obispo de Lyon, 150 años después construyó una historia mucho más novelesca.

La historia de conducta firme y fe a toda prueba de los mártires tebanos que escribió Euquerio, fue "adornada" en versiones posteriores, y se incluyó en la "Leyenda Dorada" de Santiago de la Voragine (mediados del siglo XIII) y también entre la persecución de cristianos detallada en "Actes and Monuments" de John Foxe de 1583, una de las primeras referencias protestantes.

De ahí, supongo, que sus reliquias adquirieran un notable valor cuando, a raíz del Concilio de Trento (1545-1563), el "furor" por hacerse con reliquias de santos recorrió las monarquías y casas nobles de toda Europa.

Y llegamos a Úrsula de Colonia (??? - 383). También un personaje con serias dudas sobre su historicidad, o, al menos, sobre algunos de los detalles que adornan su leyenda. Que es la siguiente (copio y adapto de la Wikipedia):

"Úrsula era una princesa que se convirtió al cristianismo y prometió guardar su virginidad. A petición de su padre, el rey Dionoto de Dumnonia en el suroeste de Gran Bretaña, zarpó junto con 11.000 doncellas virginales para unirse a su futuro esposo, el gobernador pagano Conan Meriadoc de Armórica. Después de que una tormenta milagrosa los llevara sobre el mar en un solo día a un puerto galo, Úrsula declaró que, antes de su matrimonio, emprendería una peregrinación por Europa. Se dirigió a Roma con sus seguidores y visitó al Papa Ciriaco (desconocido en los registros pontificios, aunque desde finales del 384 d.C. había un Papa Siricio). A su vuelta, en Colonia, que estaba siendo asediada por los hunos, todas las vírgenes, ante su negativa a entregarse a los apetitos sexuales de los bárbaros, fueron decapitadas en una masacre. Fue el líder de los hunos, el propio y temido Atila, el que disparó fatalmente a Úrsula con una flecha".

Santa Úrsula con las once mil vírgenes - Anónimo - ca. 1490 - Museo del Prado

En el lugar del martirio, Clematius, un ciudadano de rango senatorial que vivía en Colonia, erigió una basílica dedicada a las «once mil vírgenes», entre ellas Úrsula. La idea errónea de que las compañeras de martirio de Úrsula fuesen once mil surge en un documento datado en el año 922 que se conserva en un monasterio cerca de Colonia, donde se hace referencia a la historia de Santa Úrsula y sus compañeras. En el citado documento, entre otras cosas, se decía: «Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum», donde «XI m virginum» debía leerse como «undecim martyres virginum» (once mártires vírgenes) y en su lugar leyeron «undecim millia virginum» (once mil vírgenes).

Durante siglos esta confusión se extendió sin que nadie la pusiera en duda, dando lugar así a la leyenda de las «once mil vírgenes». Es curioso, sin embargo, que en el Monasterio de Santa María, en San Salvador de Cañas, una abadía de monjas en La Rioja, se encuentra una inscripción citando como mártires a Úrsula, Marta, Saula, Brítula, Gregoria, Saturnina, Sencía, Pinnosa, Rabacia, Saturia y Paladia. Once, ni una más ni una menos. Santa Úrsula se celebra el 21 de octubre.

Pero como once mil mártires dan para muchas más reliquias que once... El caso es que algunas de estas reliquias también llegaron a Vitoria de la mano de los Hurtado de Mendoza. Y ese es el nexo de unión entre tebeos (tebanos) y vírgenes. Una historia curiosa, estarás de acuerdo conmigo. 
___________________________________________________________________

Posdata: Si te resulta curioso el tema de las reliquias, te recomiendo el libro "El viaje de los cuerpos celestes", de Javier González (Penguin Random House, 2016). Es una ficción histórica basada en el descubrimiento de las catacumbas de Priscila, en Roma, en el siglo XVI, y donde se narra la curiosa peripecia de las reliquias de algunos "mártires" que allí aparecieron.
___________________________________________________________________

Relicario del "Tesoro de Martioda"


Calavera de, quizá, una de las once mil vírgenes

Detalle del centro del relicario, con pequeñas reliquias de otros santos

4 comentarios:

  1. Yo sabía una copla que cuestionaba la capacidad de San Mauricio como estratega militar:
    San Mauricio capitan valiente
    con diez mil soldados la guerra perdió
    todos ellos fueron degollados
    menos San Mauricio que se escapó

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS, ANGEL
    QUE CAPACIDAD DEL SER HUMANO PARA CONVERTIR LA PROSAICA REALIDAD EN ALGO TAN EXTRAORDINARIO

    UN SALUDO

    ResponderEliminar
  3. Lo de Once Mil Vírgenes será una mala traducción, pero dio mucho de sí como campaña de publicidad durante la conquista de América. Colón llamó así a un archipiélago sin valor ninguno (hoy Islas Vírgenes) y Magallanes un cabo desolado en el fin del mundo (hoy Cabo Vírgenes), y hasta un portugués llamó así a las islas rocosas y sin valor frente a Terranova que los vascos llamaron San Pedro y Miguelón (hoy Saint Pierre et Miquelon).
    Si tenemos en cuenta que los españoles no decían “ir a América” sino “ir a las indias”, que tenía implícitos unos “beneficios” más tangibles y seguros que el posible oro, y le añadimos lo de Once Mil Vírgenes por aquí y por allí, está más claro porqué unos pocos miles de hombres conquistaron un continente.
    Y lo más curioso es que sí existían, aunque fuese en otra parte, Perú. En el Camino del Inca hallaron sólo en un edificio 5.000 vírgenes dedicadas al Sol, así que el total debió de superar ampliamente las 11.000.

    ResponderEliminar
  4. Que cosas, Angel, hay que ver!!. Y la Iglesia, siempre, construyendo sus fantasías alrededor de lo mismo.

    ResponderEliminar