Al leer el post de hace unas semanas sobre la película "Soylent Green", sus truculentas galletas, y la mención a las "María" de toda la vida, a mi amigo donostiarra Iñaki F. le picó la curiosidad, y decidió investigar sobre el origen de las famosas galletas. Grande fue su sorpresa al descubrir que fueron creadas en 1874 por la casa inglesa Peek, Frean & Co. para conmemorar el matrimonio de la Gran Duquesa María Alexandrovna de Rusia con Alejandro I de Sajonia-Coburgo-Gotha, Duque de Edimburgo, hijo de la Reina Victoria. Y no solo porque tuvieran un origen tan aristocrático, sino porque recordó que en su casa tenía un bote de la mencionada casa. "Te mando una foto, Ángel". Dicho y hecho.
Las galletas fueron "Maria" en su origen. Sin acento, pero no "Marie" ni "Mary". Y pienso que sería así porque el nombre femenino se transcribe habitualmente de esta forma en Rusia (Мария suena como "Mariya"). Esta María Alexandrovna era hija del zar Alejandro II, y fue la primera y única Romanov en casarse con un miembro de la familia real británica.
Pero claro, la historia no podía quedar ahí. ¿Cómo llegaron las "María" a España? ¿Quiénes fueron los primeros en fabricarlas y distribuirlas en el mercado español? Pues no, no fue ninguna de las empresas galleteras más populares españolas: Fontaneda, Artiach, Gullón, Cuétara,.. éstas lo hicieron después.
Lo hizo una empresa hoy desaparecida: "La Ibérica - Gran Manufactura Española de Bizcochos de Lujo y Galletas", cuya fábrica, desde 1886, estaba en Rentería (Guipúzcoa) y era propiedad de los franceses Jean-Honoré Olibet y su hijo Antoine-Eugène Olibet. Por eso la marca comercial era "Galletas Olibet".
Copio del artículo de Ana Vega Pérez de Arlucea publicado en "El Correo" en abril de 2019:
"Jean-Honoré, un panadero hijo de marino, comenzó en Burdeos en torno a 1840 la producción de aquellas galletas secas que, a base de harina, sal y agua, constituían uno de los alimentos principales a bordo de los barcos. Su hijo, Antoine-Eugène, se desplazó durante varios años a Inglaterra para aprender de primera mano cómo los británicos habían convertido las galletas marineras en un artículo de lujo: las biscuits inglesas, enriquecidas con huevo, azúcar y mantequilla, llevaban por entonces varios años revolucionando el sector alimentario europeo gracias a su delicioso sabor y gran capacidad de conservación.
Después de haber aprendido los secretos de su fabricación, el joven Olibet volvió a Francia y convenció a su padre para abrir la primera fábrica de galletas finas del país con maquinaria inglesa. Los Olibet abrieron su primera gran factoría en 1872, muy cerca de Burdeos, y después de una operación de captación de inversores se expandieron a la región de París, luego a Lyon y finalmente a Rentería en 1886".
Pues parece que, entre esos "biscuits ingleses" que causaban furor en Europa, importaron las galletas "María".
Eugenio Fontaneda abrió su negocio de confitería en Aguilar de Campoo (Palencia) en 1881. Pero hasta 1921 no empezó a fabricar la "María", cuando ya la empresa la dirigía su hijo Rafael. Durante muchos años, en España se atribuyó el origen del nombre de la galleta a que una nieta de Eugenio (hija de Rafael) se llamaba María del Carmen, y que éste le había puesto ese nombre en su honor. Pero ya hemos visto que no fue así.
También Artiach incluyó pronto en su catálogo las galletas "María", fabricadas en Bilbao. La publicidad de las galletas "María" ha dejado páginas muy interesantes:
Evidentemente, las galletas "María" se extendieron por todo el mundo. Otra historia curiosa es la de Japón. Allí el artífice de su producción y comercialización fue Taichiro Morinaga (1856-1937).
Morinaga-san, a los 23 años, se mudó a Estados Unidos, donde abrió una ferretería en San Francisco. El racismo contra los asiáticos, común en ese momento, dificultó el negocio. Durante su estancia, también se convirtió al cristianismo. Morinaga estudió la fabricación de dulces durante once años, porque pensó que había mercado en su Japón natal para los dulces y galletas hechos al estilo occidental.
En 1899 volvió a Japón y fundó la "Morinaga Western Confectionary Shop". En 1923 comenzó la fabricación de las galletas "María", aunque adoptó el nombre de "Marie", como también hicieron otros países, lo que se refleja en su envase actual.
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Galleta "Marie" "Made in Japan" |
Una curiosidad final: quizá te hayas preguntado el porqué de esos agujeritos simétricamente situados en la galleta. No son exclusivos de las "María", también los tienen otras galletas y muchos "crakers". Se llaman "docking holes" ("agujeros de ventilación" podríamos decir ) y su función es hacer que el vapor de agua escape durante el proceso de horneado y así eliminar o al menos minimizar las burbujas de aire que podrían crear abultamientos en la superficie, afeando su aspecto.
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Muy bien. Pues ahora que ya conocemos el origen y avatares de la Gran Duquesa "Maria", voy a ver si encuentro al "Príncipe de Bekelar".
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La historia de la galleta "Maria" ha inspirado a Tatiana R. esta ilustración. Cada elemento tiene su simbología, que dejo al descubrimiento y a la interpretación del lector:
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(Ilustración de Tatiana Restrepo (www.tatisart.com) para "Curios") |
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Seguro que el nombre original es Maria, sin tilde, porque así es como se escribe en catalán.
ResponderEliminarEs bien sabido que todo lo importante lo hemos inventado o descubierto los catalanes y si no os lo creéis preguntad a los “expertos” del INH (Institut Nova Història).
P.D.: Ironic mode is “on”.
Digo yo que el barco "Maria" es el buque insignia de la flota de los Olibet, de origen marinero. La corona será por la condición real de la "zarevna" María, y el huevo por la contribución culinaria de la cocina inglesa en la receta de los "biscuits". De todas formas, no me parece a mi que las galletas María lleven "tanto" huevo.
ResponderEliminarK valor tiene la caja para un. Coleccionista
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