Como ya he comentado en anteriores posts, llevo un tiempo consultando los archivos parroquiales que están disponibles on-line gracias a la paciente labor que los mormones hicieron en las últimas décadas del siglo pasado. Estoy "reconstruyendo" la historia de mi apellido, pero, inevitablemente, me encuentro en los libros con otras cosas curiosas, que me apetece compartir. Aquí van algunas.
- Desgraciado
Aquí, la inscripción de defunción hace un poco de "crónica de sucesos":
Es de Herencia (Ciudad Real), de septiembre de 1900. Aunque se lee bien, transcribo el recuadro:
"... mandé dar sepultura eclesiástica, en el cementerio católico de esta localidad, al cadáver de un hombre encontrado en el camino de Villalba, como a cinco kilómetros de ésta, muerto por una chispa eléctrica el doce del corriente, según certificación de los facultativos, y que, según informes fidedignos, resultó ser Francisco Garrido y Fernández, soltero, de sesenta y dos años de edad, natural de Porcuna, hijo de..."
Mala fortuna la de Francisco. Pero, ¿qué necesidad había de poner "Desgraciado" en el margen de la inscripción?
- Llegan los franceses
En este caso, el párroco (o quien hiciera las inscripciones) pensó que era oportuno dejar constancia de un hecho excepcional acaecido en el pueblo:
Y así, después de anotar el fallecimiento de José Bázquez (así, con B), escribió al margen:
"El día 29 de marzo fue la venida de las tropas francesas"
Era en Manzanares (Ciudad Real), en el año 1809. Los franceses seguían su avance hacia el sur.
- Nombres excesivos
Sin llegar a lo que es habitual en príncipes y nobles, se ve que también el pueblo llano caía a veces (seguramente animados por el párroco) en estos excesos:
Es del 31 de marzo de 1839, en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). Ese día bautizaron a Antonio María Julián Eustasio Lino, hijo de Antonio Díaz Miguel y de Inocenta Rico. Que lo de Antonio María habría sido lo normal. San Eustasio se celebra el 29 de marzo, luego entraría en los nombres cercanos del santoral a los que tan aficionados eran los párrocos. Pero, ¿Julián y Lino? Por lo que he visto, no había tampoco antecedentes familiares con esos nombres...
- Nombres hoy en desuso
Hay muchos, pero he seleccionado uno que me ha llamado la atención por su frecuencia: Polonia.
Lo curioso es que la santa que figura en el santoral católico es Santa Apolonia, con "A", cuya festividad se celebra el 9 de febrero. Fue una mártir que murió en Alejandría (Egipto) a mediados del siglo III d.C., durante un levantamiento local contra los cristianos. Antes de morir quemada en la hoguera, fue martirizada con la extracción violenta de todos sus dientes, y por ello está considerada la patrona de la odontología.
Me imagino que, además de bautizar así a muchas niñas nacidas en torno al 9 de febrero, estaría también considerada como una buena protectora contra los dolores dentales, que entiendo que eran muy frecuentes en esas épocas.
Por cierto, en Madrid también existe una calle Santa Polonia, por la zona de Antón Martín. Dicen que el origen de la calle proviene de un retablo que había en casa del doctor López Madera, médico de Felipe II. ¿Sería también dentista? En la imagen se representa a la santa con unas tenazas en la mano, símbolo del horror de su martirio.
- Viuda rica - Viuda pobre
Aunque está claro que la muerte nos iguala a todos, no es lo mismo morir rico que morir pobre... y así lo reflejan los libros de defunciones.
En este primer caso, Ángela Zapero, viuda fallecida en Madridejos (Toledo) el 25 de agosto de 1872, dejó:
"por cuerpo de testamento, ochenta misas rezadas, de la limosna de costumbre, por su alma, la de su marido y las de sus difuntos padres. Y ésta su parroquia le hizo el funeral de primera clase con asistencia general de los señores eclesiásticos de ambas parroquias, misa cantada de Requiem y demás sufragios según costumbre de la población".
En cambio, Teresa Díaz Miguel, viuda fallecida en Daimiel (Ciudad Real) el 20 de septiembre de 1832, "no hizo testamento por no tener de qué". No se puede decir más con menos palabras.
(Ángela era mi tatarabuela, y Teresa era hermana del padre de mi tatarabuelo, o sea que Teresa era tía "política" de Ángela. Unas tanto y otras tan poco... Cosas de familia...)
Pues hasta aquí esta visita curiosa a los libros parroquiales. Puede que haya 2ª parte...
¡Qué interesante! La verdad es que estos libros dan para muchas historias...
ResponderEliminarTe cuento Angel que yo que soy de 1965 figuro en la partida de bautismo con "Gonzalo Alberto de la Santísima Trinidad". Mi hermano es "Josenrique de la Santísima Trinidad" y se ve que ha todos los bautizados en aquella época en esa parroquia del barrio de Pedregalejos en Málaga nos completaban el nombre. Así que ya sabes me puedes llamar "Trini" :-)
ResponderEliminarGRACIAS ANGEL
ResponderEliminarDENTRO DE 100 AÑOS HASTA LAS OFERTAS PUBLICITARIAS SERAN INTERESANTES Y NOS DIRAN MUCHAS COSAS SIN DECIRLO
TODO VA MUY RAPIDO
PEDRO DE ORTE
Lo de la santísima Trinidad y de todos los santos es muy borbónica no sé bien de que rama
ResponderEliminarY a lo importante la hermana de mi abuelo, la tía Polonia no hizo testamento porque no le saldrían las cuentas, habría que conocer a su marido, pero no escribo esto para sacar trapos sucios de la familia, a lo importante. El otro día fui a hacer testamento y me cobraron 39 euros, ahí lo dejo, la copia de papel timbrado anda por 45
Buenísimo lo de "No hizo testamento por no tener de qué". Suena a reproche! La reseña de fallecimiento del bisabuelo de un amigo decía textualmente "Don xxx, murió de un tablón que cayó de lo alto".
ResponderEliminar