Si te fijas en la foto que pongo abajo, seguro que te llama la atención la banda con los colores rojo, blanco y verde que adorna la corona depositada a los pies de una tumba antigua donde claramente resalta el escudo cuatribarrado del Reino de Aragón...
Y, si afinas un poco la vista, podrás leer la inscripción:
"FUIT TRANSLATA DOÑA VIOLANS REGINA ARAGONNUM ANNO 1275"
O sea, que se trata del sepulcro de una reina de Aragón, de nombre Violante. Cuyos restos fueron trasladados a este sepulcro el año 1275. ¿Y la bandera tricolor? Pues, para desvelar el enigma, hay que saber dónde se encuentra esta tumba. Y se trata del Monasterio de Vallbona de les Monges (Vallbona de las Monjas), una abadía cisterciense femenina que se sitúa en la comarca catalana de Urgel, en la provincia de Lérida. Y es que, en una de las paredes del exterior de la abadía, se encuentra una placa con el siguiente texto:
ÁRPÁDHÁZI JOLÁNTA MAGYAR KIRÁLYI HERCEGNŐ,
I. JAIME-NAK VALENCIA KIRÁLYÁNAK HITVESE,
PANNÓNIAI SZÉP VIRÁGSZÁL,
AKI SPANYOLORSZÁGOT JELES URALKODÓK ÉS GLÓRIÁS SZENTEK NEMZETSÉGÉVEL AJÁNDÉKOZTA MEG.
Como leer el húngaro es complicado, alguien se tomó la molestia de traducirlo:
Monasterio de Vallbona de les Monges |
¿Quién fue Violante de Hungría? Pues la hija del rey Andrés II de Hungría, que reinó de 1205 a 1235. Nació el año 1215 en Estrigonia, una importante ciudad a orillas del Danubio, hoy casi frontera con Eslovaquia. Por el juego de alianzas que representaban los matrimonios entre casas reales, Violante fue comprometida con el rey Jaime I de Aragón (ya viudo por entonces de Leonor de Castilla) y se casaron en Barcelona el 8 de septiembre de 1235. La princesa húngara arribó con un séquito de más de cien personas.
La relación entre Aragón y Hungría ya venía de antes. Precisamente, una tía de Violante era Constanza de Aragón (1179-1222), que había hecho el trayecto contrario, de Barcelona a Buda, en 1198, para casarse con el entonces rey Emerico de Hungría, hermano de Andrés.
Los historiadores dicen que Violante impulsó de forma decisiva la conquista del reino de Valencia en 1238 y participó activamente en la política real. Violante y Jaime tuvieron cuatro hijos (2 fueron reyes) y cinco hijas (2 fueron reinas consortes).
Violante falleció el año 1251, con solo 36 años de edad. Se dice que muy debilitada por el gran número de partos en pocos años, cosa por otra parte frecuente en aquella época.
Como curiosidad final, la Casa de Árpád húngara ha sido la familia que más santos y beatos ha dado a la Iglesia Católica. La hermana mayor de Violante fue Santa Isabel de Hungría. Igualmente, las hijas de su hermano Bela IV de Hungría fueron Santa Cunegunda de Polonia, Santa Margarita de Hungría, la beata Yolanda de Polonia y la beata Constanza de Hungría.
Pues ahora te tienes que desplazar 150 años hacia adelante en la línea de la Historia, y 500 km al sudoeste de Vallbona, llegar a Segovia y fijarte en esta otra lápida de pizarra:
"AQUI YACE LA MUY HONRADA DONNA ANGELINA DE GRECIA, HIJA DEL CONDE IVAN Y NIETA DEL REY DE VNGRIA, MUGER DE DIEGO GONÇALEZ DE CONTRERAS"
Y, según los expertos en heráldica, el escudo de la parte de abajo, el león rampante, correspondería a Segismundo de Luxemburgo (reinó de 1387 a 1437), Emperador y rey de Austria, Hungría y Bohemia, que sería el abuelo de la tal Angelina (eso en teoría; no hay constancia histórica de que así fuera). En realidad, sería el león de Bohemia.
Pero, siendo las dos princesas húngaras, la historia de cómo Angelina llegó a Segovia es mucho más truculenta que la de Violante.
Resulta que, junto a otras dos nobles húngaras, llamadas María, al parecer, hermana suya, y Catalina, Angelina fue el "regalo" del llamado Gran Tamerlán (1336-1405, sultán turco-mogol de nombre Timur Lenk, al que sus enemigos apodaron Timur-i-lang: "Timur el cojo", y con ese nombre se quedó para la Historia) al rey Enrique III de Castilla (1379-1406).
Por empezar por el principio, parece que Angelina nació hacia 1380, hija del conde Ivan de Hungría, Duque de Esclavonia, y de una princesa griega, cuyo nombre se desconoce, pero que hizo que sus hijas ostentaran el "de Grecia" como apelativo.
Las princesas estaban en la corte húngara que acompañó al rey Segismundo en su campaña contra el sultán turco Bayaceto. Campaña que acabó mal para húngaros y franceses (Juan de Borgoña era el aliado de los húngaros). En Nicópolis, al norte de la actual Bulgaria, se libró la batalla final que supuso su derrota. Las princesas pasaron a ser esclavas en el harén del sultán.
Pero la geopolítica también estaba movida en aquellos años, y resulta que Bayaceto y Tamerlán también se la tenían jurada... y, en julio del 1402, se enfrentaron en Anatolia, cerca de la actual ciudad de Ankara. En esta ocasión, Bayaceto fue el derrotado y tanto él como su harén y cortesanos pasaron a ser propiedad de Tamerlán.
Escultura de Tamerlán en Samarcanda |
Y lo debieron de hacer con gracia y elegancia, porque el Tamerlán les obsequió, como ya hemos dicho, con las tres princesas, además de otras fruslerías materiales como sedas, tapices y pedrería. Llegaron de vuelta a Sevilla en 1403, y después marcharon a Segovia, donde se encontraba el rey, para darle cuenta del resultado de sus gestiones.
Por "gracia real", Enrique concedió a Angelina como esposa a Diego González de Contreras, regidor perpetuo de la ciudad de Segovia. Se piensa (casi todo en la vida de Angelina son suposiciones) que el matrimonio vivió en una casa que todavía se conserva en las proximidades de la iglesia de San Juan de los Caballeros.
Un poeta de la época, Micer Francisco Imperial dijo de Angelina que era “alta y bien formada de cuerpo, de bellísimo rostro, de dulce y honesta expresión, y de porte majestuoso y señorial, revelador de su alta condición”.
Iglesia de San Juan de los Caballeros |
María de Grecia casó con el caballero Gómez de Sotomayor, quien pronto la repudió para volverse a casar con una hermana del obispo de Santiago, y Catalina, la tercera princesa húngara, se casó con Hernán Sánchez, y vivió una vida tranquila en Arévalo. Se dice que vivió 103 años. Sus restos reposan en el Monasterio de Santa María de Rapariegos, en la provincia de Segovia.
Y hasta aquí la curiosa historia de las princesas húngaras que terminaron su existencia en el solar hispano.
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Posdatas varias:
1) El nombre de Violante se asentó en catalán como Violant, en francés como Yolande y en italiano como Iolanda. En España, Yolanda fue un nombre poco corriente, hasta la década de los años 60-70 del siglo pasado en que, por alguna influencia probablemente hispanoamericana, se convirtió en uno de los nombres populares, como refleja este cuadro del INE:
- "Doña Angelina de Grecia (Segunda versión)" (1950)
Me ha encantado tu artículo Ángel. Por la profundidad documental a la que has llegado, por cómo has encadenado las diversas historias y porque esta vez no has optado por el “to be continued...” cuando empezaba lo verdaderamente interesante.
ResponderEliminarY como es habitual, lo que escribes me inspira reflexiones. En este caso tu traducción de Vallbona de les Monges por Vallbona de las Monjas.
Hay muchos miembros de la “santa cruzada” de mantener las traducciones al español de nombres propios de ciudades y pueblos, que se indignan ante denominaciones oficiales como la que tu indicas (aunque lo más habitual es que sea al ver escrito Girona o Lleida). Uno de los problemas no resueltos es: ¿hasta qué punto hacer la traducción? Porque, la que tu indicas es la de Wikipedia, entre otras fuentes, pero ¿por qué no traducir también Vallbona por Valbuena? ¿Tienen los valles feminizados menos derechos que las monjas?
Incluso en los tiempos previos a la Transición ocurrían cosas como que Sant Boi de Llobregat era San Baudilio de Llobregat, pero Sant Cugat del Vallès era San Cugat del Vallés y no San Cucufate del Vallés.
Misterios que sólo una mente preclara como la tuya podría resolver.
Muy buen artículo Ángel, como siempre. No se puede evitar sentir compasión por estas princesas sometidas al desarraigo y sufrimientos lejos de sus familias. Aquí tienes un filón para seguir investigando, esta política de matrimonios te puede dar mucho juego. Recuerdo con que emoción "descubrí" hace muchos años el féretro de la princesa Cristina de Noruega en Covarrubias o el de Leonor de Inglaterra en el monasterio de las Huelgas o el de Catalina de Lancaster en Toledo, por cierto que, de Catalina supe primero a través de una inscripción en Santa María la Real de Nieva, pueblo segoviano que conocerás perfectamente. Felicidades también a Jordi que, con tanto acierto, conocimiento y cariño suele complementar tus artículos. Tenéis que animaros a escribir un libro juntos.
ResponderEliminarMuchas gracias por la parte que me toca de tus palabras Luis. Tu propuesta a Ángel me parece genial, porque si uno busca una historia triste de verdad, la de Cristina de Noruega, si otro prefiere saber cómo se pudo terminar un conflicto largo y sangriento usando a una chica como catalizador, la de Catalina de Lancaster y si se busca a una mujer con impacto histórico de altos vuelos, Leonor de Inglaterra. Y no digo más para no hacer spoilers preventivos.
EliminarPues la historia de Catalina de Lancaster y la Virgen de la Soterraña me gusta... Le daré una vuelta.
EliminarEres un fenomeno
ResponderEliminargracias
Que bonita historia para el nombre de Violante que no es la del soneto
PEDRO DE ORTE
Gracias Ángel, comenzar el fin de semana con la lectura de estas curiosas historias es fabuloso, qué vidas las de Angelina y Violante, me pregunto qué pensarían ellas de sus propias vidas ligadas siempre a un destino no elegido. No creo que pensarán que muchos siglos después estuviésemos hablando de ellas... o sí, quién sabe. Yo jamás hubiese adivinado que Yolanda proviene de Violante.
ResponderEliminarQ interesante historia! No sabia q el nombre d Yolanda venía d Violante!! Eso lo coloco yo en la primera cena en la q haya una Yolanda!!!
ResponderEliminarIrene, tengo a las Yolandas de media España, las que nacieron en los 60 y 70, preguntando a sus madres por qué eligieron ese nombre... permanezcan atentos a sus pantallas ... ;-)
EliminarEstupendo, Ángel, como siempre...
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