viernes, 18 de mayo de 2018

Alekséi y Alfonso: Historia de dos primos

(Banda sonora: Obertura 1812 de Piotr Ilich Tchaikovsky, aquí)
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¿Qué tenían en común Alekséi Nikoláyevich Románov (1904 - 1918) y Alfonso de Borbón y Battenberg (1907 - 1938)? Pues, aparte de haber nacido con tres años de diferencia, tenían en común, entre otras cosas, un título, una bisabuela y una enfermedad. Alekséi, único hijo varón del zar Nicolás II era el Zarévich (príncipe heredero) de Rusia. Y Alfonso, primogénito del rey Alfonso XIII, era el Príncipe de Asturias, heredero, por tanto, del Reino de España. 

Alekséi Romanov
Alfonso de Borbón
Los dos eran bisnietos de la reina Victoria del Reino Unido (de soltera Alexandrina Victoria de Hannover). La abuela de Alekséi era Alicia y la de Alfonso, Beatriz, hijas de Victoria. O sea que eran primos "lejanos" como solemos decir (además, uno vivía en San Petersburgo y el otro en Madrid). Pero había algo más que, para su desgracia, habían heredado de la reina Victoria: los dos padecían de hemofilia. Lo cual, marcó sus vidas.


La hemofilia es una enfermedad muy "puñetera"; la sufren mayoritariamente los varones, pero la transmiten sólo las mujeres. Y no todos los hermanos varones la padecen (en el caso de Alfonso, sus hermanos Jaime y Juan no la tuvieron, pero sí Gonzalo, su hermano menor que murió a los 20 años sin descendencia). Tirando hacia arriba del árbol genealógico de estos dos primos, está confirmado que el origen de esta enfermedad se dió, precisamente, en su bisabuela, la reina Victoria.

Y como en los antecedentes de su familia (los Hannover por un lado y los Sajonia-Coburgo y Gotha por el otro) no habían existido casos de hemofilia, ahora mismo hay dos "explicaciones": a) que fuera producto de una mutación genética (que es más frecuente en individuos mayores; el padre de Victoria, Eduardo de Kent, lo fue con 52 años, mayor para los estándares de la época) ó b) que Eduardo no fuera el verdadero padre de Victoria; rumor que no es de ahora. 

El primer descendiente de la reina que manifestó la enfermedad fue Leopoldo, octavo hijo de Victoria. Tuvo una vida corta y azarosa. Murió a los 30 años por las secuelas de una caída en el Yacht Club de Cannes, donde le recomendaban pasar los inviernos para aliviar los dolores producidos por su enfermedad. Pero volvamos a los primos.

Familia Románov
El nacimiento de Alekséi fue un gran acontecimiento en Rusia. Por fin un heredero varón, después de cuatro hembras (Olga, Tatiana, María y Anastasia). Pero pronto se hizo evidente que el niño tenía una enfermedad grave. Al año de nacer, apareció una hemorragia que no había forma de parar. Una amiga de la zarina propuso llamar a un "hombre santo", con fama de sanador: Grigori Yefímovich Rasputín. Aplicando una mezcla de rezos, ritos y, algunos dicen que técnicas de hipnosis, consiguió parar la hemorragia. Y se convirtió en el "médico de cabecera" del zarevich. Y, ya que frecuentaba el palacio de San Petersburgo, amplió su influencia, primero con Alejandra la zarina, y luego con el zar Nicolás, hasta ser, como ahora sabemos,  parte fundamental en todas las decisiones imperiales.

Alekséi continuó su desarrollo y su educación como príncipe heredero hasta 1917, en que triunfa la Revolución de Febrero. En un primer momento, el zar Nicolás abdicó en él, pero al recibir informes de que, debido a su enfermedad, era probable que no le quedaran más que unos pocos años de vida, cambió la decisión y lo hizo en su hermano Miguel. Tras unos meses muy convulsos, donde se instaura el régimen bolchevique, se lleva a cabo, el 17 de Julio de 1918, pronto hará 100 años, el asesinato de toda la familia real en Ekaterinburgo. Final de Alekséi.

Familia Borbón Battenberg.
Alfonso, Príncipe de Asturias, de pie.
Por su parte, el nacimiento el 10 de mayo de 1907 de Alfonso Pío Cristino Eduardo Francisco Guillermo Carlos Enrique Eugenio Fernando Antonio Venancio, Alfonsito para los amigos, también fue motivo de gran alegría en la corte española (hay que recordar que su padre, Alfonso XIII, fue hijo póstumo, por lo que no llegó a conocer al suyo). Fue Príncipe de Asturias desde su nacimiento. Pero su vida fue un calvario... Copio de la Wikipedia:

"Alfonso pasaría más de la mitad de los treinta y un años de su corta vida en cama, internado en hospitales, con operaciones y dolores terribles. Era incapaz de tener descendencia, pues tras una operación urológica quedó impotente, unos años antes de casarse con Edelmira Sampedro.

En 1938, sufrió un accidente de automóvil en Miami, al salirse de la calzada el vehículo que conducía y chocar con una cabina telefónica. En apariencia, el suceso no tuvo mucha importancia, pero el golpe le causó una hemorragia interna que no pudo cortarse por la hemofilia que padecía, falleciendo en el hospital Gerland de Miami".

Antes de eso, en 1933, ya en el exilio (como toda su familia) como consecuencia de la proclamación en España de la 2ª República, fue obligado por su padre a renunciar a sus derechos sucesorios al pretender casarse con Edelmira, cubana "plebeya". Se divorció a los 4 años de matrimonio; se volvió a casar pocos meses después (con otra cubana, Marta Rocafort) y también se divorció en menos de un año. No tuvieron descendencia.

Para calibrar la posible extensión del riesgo hemofílico en las sucesivas ramas de la familia Borbón-Battenberg, habría que analizar la descendencia de las dos hijas del rey Alfonso: Beatriz y María Cristina. Beatriz se casó con Alessandro Torlonia y fue la abuela, entre otros, del conocido Alessandro Lecquio Torlonia quien, hace dos años, con ocasión de una intervención de hernia inguinal, habló en TV de sus "problemas hereditarios de coagulación", sin nombrar explícitamente la enfermedad. María Cristina se casó con el Conde Marone-Cinzano; tuvieron 4 hijas y muchos nietos y nietas. No parece que, afortunadamente, la enfermedad se haya manifestado en esta rama.

Hoy en día la hemofilia sigue siendo una enfermedad grave, pero ya no es una enfermedad tan discapacitante como hace décadas. Se trata mediante la administración por vía intravenosa del factor deficiente VIII o IX (que son los que, con su ausencia, hacen que no se produzca la coagulación de la sangre) a la dosis adecuada en función de la edad y grado de severidad del episodio hemorrágico. Los concentrados pueden ser plasmáticos o recombinantes, ambos sometidos a procesos de inactivación viral (para evitar, por ejemplo, el contagio del virus del VIH, que dió muchos casos de infección en los años 90).

¿Cómo hubiera sido la historia de la Rusia zarista y de la España borbónica del primer tercio del siglo XX si sus príncipes herederos no hubieran sufrido esta enfermedad? Lo cierto es que en esos años intervinieron en toda Europa muchos factores exógenos, pero...¡quién sabe!

Los descendientes de la Reina Victoria que sufrieron hemofilia

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Posdatas varias:
1) En la historia de la hemofilia es curioso que los primeros casos documentados (siglo II d.C.) lo fueron en familias judías, con ocasión de la práctica de la circuncisión. Algunos rabinos dictaminaron que los niños con hermanos mayores que hubieran tenido problemas de sangrado no necesitaban ser circuncidados.

2) La Obertura 1812 fue encargada por el zar Alejandro II (bisabuelo de Alekséi por la rama paterna) al compositor Tchaikovsky para conmemorar la histórica victoria de las tropas rusas sobre los ejércitos de Napoleón. Fue estrenada en Moscú el 20 de Agosto de 1882, cuando ya el zar había sido asesinado y le había sucedido su hijo Alejandro III. He elegido esta versión de YouTube porque, a diferencia de la mayoría que sólo ofrecen imágenes estáticas o semi-animadas, ésta incorpora varias secuencias de películas sobre Napoleón, que dan una idea de cómo eran las batallas en esa época.

3) Gely: el artículo me ha salido 50% Románov y 50% Borbón; espero que te haya gustado. 

5 comentarios:

  1. Espectaculares imágenes, preciosos fuegos artificiales y colosales minutos finales de la obertura. El texto, un cóctel entre revista científica, revista de historia y el Hola en dosis adecuadas, muy logrado

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  2. Me ha parecido oir o leer en alguna revista de cotilleo que Ana Obregón estaba en USA con su hijo (y del Conde Lecquio, precisamente) por algún tratamiento de una enfermedad grave... ¿Tendrá que ver?

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  3. Curiosísimo que la hemofilia, una enfermedad que condicionó la vida de la monarquía europea, haya sido tal ves debido a un desliz. Que azaroso es todo. el porcentaje perfecto Angel. y el articulo muy bueno. Un saludo. gely

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  4. José Luis Bulnes24 de mayo de 2018, 21:53

    Pues he de decir que, aunque creo que no tengo una ascendencia "azarosa" ni noble, pertenezco a una familia hemofílica (lógicamente, por parte de mi madre). Yo me he librado, pero tengo dos primos que han heredado la enfermedad. Y también comento que hay grados de esta enfermedad. De hecho mis primos la tienen perfectamente controlada y hacen una vida absolutamente normal. ¿seré descendiente de los zares?

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