viernes, 14 de diciembre de 2018

1-12-2-13-3-9 La secuencia que generó una curiosa historia en Twitter

José Ángel Murcia es, como él dice, "un murciano de Lavapiés". Profesor de Matemáticas y propulsor de que "otra forma de enseñar Matemáticas es posible". Tiene, junto a otros colegas, un blog llamado "Tocamates: matemáticas y creatividad". 

Pues bien, José Ángel usa también Twitter (@tocamates) , y el pasado 26 de Julio dio origen a una de las historias más curiosas que he visto en esa red social. Algunos la conoceréis (tuvo después repercusión en prensa), pero me ha parecido interesante resumirla aquí.


El twit que publicó fue el que figura a la derecha de este texto, junto con la foto de la parte superior de un bolardo. Al parecer, paseaba José Ángel por la zona del puente de Segovia (en Madrid, no en Segovia, como algunos interpretaron) cuando le llamó la atención la disposición de las estrías. 

La verdad es que piensas que no puede ser casual tomarse tanto trabajo por marcar grupos de estrías, cuando lo fácil hubiera sido que todo el círculo estuviera estriado. Algún significado tenía que tener.

Las primeras respuestas fueron de carácter numérico, intentando darle sentido a esa serie de dígitos. Por asociación mental, algunos sacaron a relucir a Fibonacci, aunque de su conocida serie : 1,1,2,3,5,8,13,... sólo coincidía en cuatro números y no en el mismo orden. 

Después hubo quien señaló que, probablemente, tan importantes eran los sectores estriados como los "blancos", y completaba una serie para los 360º así: 
1-4-12-3-2-2-13-4-3-3-9-4 que... curiosamente, suma 60:  ¡El número mágico de los babilonios! Rápidamente salieron a colación posibles influencias esotéricas o masónicas...

Hubo quien vio un número de teléfono (911 221 339, añadiendo un 9 por delante), en el que, después de mucho insistir, nadie contestaba, o un tipo de color gris azulado del catálogo de pantones.


También cuentan los espacios en blanco
Después salieron los "técnicos", expresando que la numeración debería referirse a alguna característica del propio bolardo, tales como el código de fabricante, el tipo de acero empleado, o la fecha de fabricación: 1 del 12 de 2013, a las 3:09 (con un poco de trampa para meter los ceros), o Lote 3 - Serie 9. 

Convirtiendo los números en letras del alfabeto (ALBMCI), en notas de la escala musical o, incluso, en versículos de la Biblia:  Pablo 1:12  Juan 2:13 Mateo 3:9 ... no salía nada razonable.

Y, en éstas, alguien identificó al fabricante del bolardo: Forjas Estilo, y resulta que tenía página web (www.forjasestilo.es) e, incluso, cuenta en Twitter: @ForjasEstilo. Les llovieron menciones y consultas para ver qué podían aportar. La primera respuesta fue un poco desilusionante: que no tenían ni idea, pero que el autor del diseño del bolardo, Víctor Sanz, residía en Holanda y que ya se habían puesto en contacto con él para que diera una respuesta.

Mientras llegaba esa respuesta, la creatividad de Twitter se desbordó:
Buscando el significado de los sectores
- es un código en Morse (rápidamente los expertos dijeron que no tenía ningún sentido).
- describe el número de arcos del puente (9; aunque el proyecto inicial eran 13), construido en tiempos de Felipe II (2), que se tardó 12 años en construirlo...
- existe una llave con el diseño inverso, y si la pones sobre el bolardo y la giras una vuelta a la derecha, 12 a la izquierda, etc, se abre el suelo y aparece una escalera que te lleva directamente a donde reposa el Santo Grial.
- son tres palabras: la primera con 12 letras, la segunda con 13 y la última con 9. Es el título de una película. Seguro.
- es muy sencillo; sólo hay que contar los palitos, pero escribiéndolos en números romanos, (I XII II XIII III IX). Éstos, a su vez, considerarlos como un código binario, tras lo cual sólo haya que leerlo en idioma klingon. 
- el arquitecto se estaba comiendo unos mikados; se le cayeron, le pareció bonito y lo dejó así.
- etc...

Por fin llegó la respuesta de Víctor Sanz, y parece tan rebuscada que... (copio de la página web):

"La historia se remonta a 10 años atrás, cuando se estaba construyendo el parque Madrid Río, que ha transformado toda la ribera del río Manzanares a su paso por la capital de España.

"Esas líneas que presenta el bolardo en el lateral también están presentes en papeleras, placas y otros elementos del parque", explica Víctor. "Hicimos unos cuantos modelos en 3D, y vimos que la superficie superior del bolardo quedaba muy vacía, había que llenarlo".

El estudio de arquitectos encargó a Víctor Sanz, que entonces trabajaba para ellos, algún motivo para llenar ese vacío.

"No se me ocurría nada", confiesa el arquitecto. En aquellos momentos él quería seguir estudiando y estaba enfrascado en temas de investigación de arquitectura, en concreto, sobre la arquitectura de ciudades fundadas por compañías, por ejemplo, para extraer recursos o con objetivos industriales, como Zlín (República Checa), ligada a la fabricación del calzado Bata, y Fordlandia (Brasil), levantada por la multinacional del motor Ford. Tenía un montón de documentos y portafolios al respecto, y un índice de casos concretos, con su correspondiente ubicación en un mapamundi. Y eso le dio la idea.

Cada línea del bolardo apunta a una de las ciudades corporativas

"Imagina que colocas en un mapa los puntos que te interesan estudiar, en ese caso, las ciudades corporativas que tanto me interesaban. Si unes esos puntos de forma radial con un centro, obtienes un dibujo con líneas. Cada una de esas líneas indica la dirección de esas ciudades que me interesaba estudiar, y el centro era Madrid, y lo tomé como modelo para el diseño del bolardo. Comprobé que el motivo quedaba estéticamente agradable, que tuviera juego de luz y sombras. Fue algo muy personal, no esperaba que ese mapa de mis intereses investigadores pudiera ser objeto de un misterio", reconoce Víctor Sanz.

Víctor comenta una curiosidad más: "En la zona de Madrid Río uno solo de los bolardos fue colocado con la ubicación correcta, con las líneas orientadas a sus puntos de referencias reales, el resto no", explica el arquitecto. "Pero ni siquiera yo sé de qué bolardo se trata".

El "misterio" se resolvió el 7 de Agosto. Fueron 12 días de efervescencia creativa en Twitter. Que, al final, resulta que puede valer para algo más que para insultar...

El protagonista de esta curiosa historia


1 comentario:

  1. El misterio del bolardo embrujado... Y es que Víctor Sanz no lo sabe, pero mientras dormía desde una nave alienígena le dieron las coordenadas para localizar el planeta habitado más próximo a la Tierra. De Madrid al cielo.

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