viernes, 3 de febrero de 2023

Los cuentos que nos han contado (y 2)

Continuamos comparando las versiones de algunos de los cuentos infantiles más populares (puedes volver a leer la primera parte, dedicada a "La Cenicienta", aquí). 

2. "Caperucita Roja"

Aparece en la recopilación de Perrault (1683 - "Le petit Chaperon Rouge") y en la de los hermanos Grimm (1812 - "Rotkäppchen"); no así en la de Basile. El planteamiento y desarrollo de la historia es similar. Lo que cambia es el final:

En la de Perrault, el final es bastante abrupto: el lobo se come primero a la abuelita, después a Caperucita y punto:

"Cuando llama a la puerta, el lobo, haciéndose pasar por la abuela, la dice que pase y que se meta en la cama con él. Caperucita obedece y ya en la cama nota que, además de lo ronca que le suena la voz a su abuela, otras partes de su cuerpo son además más grandes, y el lobo la responde diciendo que es para hacer mejor la función correspondiente de cada parte. Cuando llega a los dientes, el lobo responde que son para comerla mejor, se abalanza sobre la niña y se la come". 

(Los textos entrecomillados proceden de https://cuentos-de-hadas-y-tradicionales.fandom.com)


En la de los Grimm, aparece un providencial cazador que rescata a nieta y abuela y da su merecido al lobo:



"Al llegar se encuentra que la puerta está abierta, y mientras entra siente que algo no va bien. Caperucita corre las cortinas de la cama y ahí encuentra a su abuela, ocultando su rostro bajo la cofia. A la niña le resulta extraño, y no puede evitar comentar lo grandes que son sus orejas, que la abuela responde que son para oírla mejor. Después comenta lo grandes que tiene los ojos, y el lobo disfrazado responde que son para verla mejor. Luego comenta lo grandes que tiene las manos, y el lobo responde que son para cogerla mejor. Por último, Caperucita comenta la boca tan grande que tiene, y el lobo, tras responder que es para comérsela mejor, salta de la cama y devora a la pequeña de un bocado.

 

Tras saciar su apetito, el lobo se vuelve a meter en la cama y se duerme, roncando tan fuerte que, cuando un cazador pasa cerca de la casa, al oír los ronquidos cree que es la anciana, y preocupado de lo que la pueda pasar para roncar tan fuerte, entra para ver que la ocurre, y encuentra al lobo yaciendo en la cama en lugar de a la anciana. 


El cazador, que llevaba tiempo buscando al lobo, decide aprovechar la ocasión para acabar con él de una vez por todas y se pone a cargar su escopeta, cuando de pronto se da cuenta de que el lobo podría haberse comido a la anciana, y que tal vez aún podía salvarla. Así que, en lugar de disparar, coge unas tijeras y raja la barriga del lobo. Sale primero Caperucita, comentando lo oscuro que estaba el interior de la barriga del lobo. Después sacan a la abuela, aún viva, pero por poco. Caperucita va a por unas piedras, con las que llenan la barriga del lobo. Cuando el lobo despertó, trato de escapar, pero las piedras en su barriga pesaban tanto que se cayó y murió. El cazador desuella al lobo y se lleva la piel a su casa, la abuela se toma el pastel y el vino que Caperucita le había traído y se recuperó, y Caperucita aprendió la lección de no volver a desviarse del camino".


Fin de la historia.


3. "La Bella Durmiente del bosque"


Éste sí que aparece en las 3 recopilaciones, Basile, Perrault y Grimm, aunque con variaciones muy significativas. Vamos de "light" a "hard"...


El cuento de los hermanos Grimm se titula "Zarzarrosa"("Dornröschen") y es la versión más conocida: 


Un rey y una reina que no logran tener hijos por mucho que lo desean; finalmente una rana le anuncia a la reina que va a tener una hija. Así es y el rey organiza una gran fiesta. Allí un hada, ofendida por no haber sido invitada, lanza un maleficio sobre la niña: "cuando tenga 15 años se pinchará con un huso y morirá". Otra hada altera el maleficio para que no muera, sino que caiga en un sueño profundo que dure cien años.


"Pasan los años y la princesa crece mostrando todos los dones que las hadas le habían concedido. Un día, cuando la princesa tiene quince años y sus padres los reyes han tenido que salir del castillo, decidió ponerse a recorrer todas las estancias del castillo, hasta que llegó a una buhardilla en una vieja torre, en la que encontró a una anciana hilando lino. La princesa, que nunca había visto un huso en su vida y no sabía lo que era hilar, pregunto a la anciana que estaba haciendo y tocó el huso, momento en el que se pincho el dedo y cayó en un profundo sueño en una cama cercana, al que se sumaron todos los seres del castillo, incluidos el rey y la reina".


Con el tiempo la vegetación crece y crece y termina por formar un bosque y hacer el castillo inalcanzable. Muchos príncipes y caballeros, que han oído la historia de la bella durmiente, tratan de legar al castillo, pero sin éxito. Al cumplirse el plazo de cien años, sin embargo, la vegetación cede y un príncipe puede llegar al castillo...


"En el castillo, el príncipe recorre las estancias repletas de personas y criaturas durmiendo, hasta que finalmente llega a la buhardilla en lo alto de la torre en la que Zarzarrosa yace dormida, y tan hermosa es que el príncipe la da un beso, justo en el momento en el que se despierta, y con ella todos los habitantes del castillo. Zarzarrosa y el príncipe bajan abajo con todos y se casan".


En el cuento de Perrault ("La Belle au bois dormant") la trama inicial se desarrolla de forma parecida. Pero, una vez que el príncipe se encuentra con la Bella Durmiente, perdidamente enamorado comienza con ella una relación secreta en el mismo castillo, de la que nacen 2 hijos: Aurora y Día. Cuando el padre del príncipe, el Rey, muere, se hace pública la relación y madre e hijos pasan al palacio del nuevo Rey. 


Allí la Reina madre, que "era de raza de ogros", aprovechó una ausencia de su hijo para tratar de comerse, primero a los niños y luego a la Bella Durmiente, ahora Reina (caramba con los cuentos para niños). Menos mal que el criado al que se lo ordenó consiguió engañarla con unos guisos deliciosos de cordero, cabrito y ciervo. El Rey justo regresa cuando su perversa madre está a punto de arrojar a los tres a una gran cuba llena de sapos, víboras, culebras y serpientes. Presa de una gran rabia, es ella la que se arroja a la cuba y es devorada por las malvadas bestias. Y el Rey comienza una nueva vida, feliz con su mujer y sus hijos.


Parece que a Perrault le contaron un cuento muy parecido que el que llevó, 50 años antes, a Basile a escribir el suyo (o, directamente, lo fusiló). Basile lo tituló "Sole, Luna e Talia". Aquí la Bella Durmiente tiene nombre, Talía. Pero la historia es mucho más "truculenta".


Para empezar, sólo queda dormida Talía cuando se pincha con el huso, no todo el castillo, y es otro Rey el que la encuentra:


"Pasado un tiempo otro rey que estaba de caza ve cómo su halcón se mete en ese mismo palacio y llama antes de entrar, pero al ver que no le abre nadie entra por su cuenta, subiendo por una escalera y entrando por una de las ventanas, y encuentra a Talía en la silla de terciopelo, inmóvil. El rey, creyendo que solo está dormida, trata de despertarla, sin éxito. Al ver que no se despierta, y que se trata de una joven muy hermosa, la lleva hasta una cama que hay en el castillo y aprovecha que está inconsciente para mantener relaciones sexuales. Tras violarla, el rey regresa a su reino, como si nada hubiera pasado".


Pero sí que hay consecuencias... Y también es curioso cómo se despierta la Bella Durmiente:

"A los nueve meses Talía, aún inconsciente, da luz a dos bebés, un niño y una niña, a los que cuidan dos hadas ya que su madre está inconsciente. Un día, mientras que han colocado a los bebés para que mamen del pecho de su madre, uno de ellos se pone a chuparla el dedo donde tiene la arista de lino incrustada, sacándosela y despertando a su madre. Mientras, el mismo rey que la ha dejado embarazada se vuelve a presentar en el palacio y al ver a los dos niños a los que Talía ha dado a luz, los pone los nombres de Sol y Luna, y le promete a Talía que se los llevará a los tres a vivir a palacio con él".


Aquí la mala no es la Reina madre, sino la propia esposa del Rey, pero con las mismas inclinaciones:


"cuando la reina se entera de que su esposo tiene dos hijos ilegítimos, fingiendo ser amable, pide que los envíen a palacio, donde ordena al cocinero que los degüelle y se los sirva a su esposo, el padre de los niños, para comer".


Aquí también el cocinero engaña a la malvada esposa y el cuento termina con ella arrojada, por orden de su esposo, a una hoguera (no a una cuba con bichos). "El cocinero es recompensado y Talía se casa con el Rey".


Y fueron felices y comieron perdices... 

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Nuestra ilustradora de cabecera, Tatiana R., en su planeta de hoy ha visualizado un bosque fantástico que, maravillas de la imaginación, en esta ocasión comparten Caperucita y La Bella Durmiente, la casita de la abuela y el castillo de la princesa. 


Ilustración de Tatiana Restrepo (www.tatisart.com) para "Curios"

Y nos deja un mensaje importante: "Lo más fascinante de los cuentos de hadas o de princesas, tan denostados en la actualidad, son los fantásticos mundos que creaban, en el que los frondosos y misteriosos bosques, los fabulosos palacios y castillos y las pintorescas casas en medio de la Naturaleza son coprotagonistas de las historias y, por eso, son también los protagonistas de esta ilustración. Y es que nadie, ni la inteligencia artificial, es tan fascinante y tiene tanta imaginación como la Naturaleza, en la que los árboles son seres esenciales para la vida... no les damos la suficiente importancia y, en cambio, #losárbolessonlasolución 😉" TR.

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8 comentarios:

  1. Desde que mis hijos dejaron de ser niños no había vuelto a leer estos cuentos. Son una maravilla de historias con las que todos crecimos. Gracias por recordarnos que están ahí. Un abrazo

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  2. Por cierto, mi aplauso también para la ilustradora. Luis Díaz.

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  3. Confieso que en este caso me veo plenamente reflejado entre quienes, según Tatiana, denostan los cuentos de hadas o de princesas. Y es que no veo una diferencia significativa, salvo estética y escasa, entre estas historias y las series y películas actuales de bajo presupuesto, con sus asesinos en serie, caníbales, violadores y pederastas; unos malos malísimos a los que (aquí veo la mayor diferencia) el “héroe” matará de la forma más despiadada (e ilegal) para goce del espectador; además de las numerosas historias llamadas “románticas”, en las cuales la felicidad absoluta para una mujer es casarse con su “príncipe azul”, ignorante de que no comerá perdices precisamente.
    A falta de tecnología para las imágenes, nuestros antepasados daban rienda suelta a deseos que no podían llevar a la práctica, mediante lo único que tenían, la palabra, a la que siguió el texto escrito y como canto del cisne, los dibujos que lo ilustraban.
    Celebro que ya no aterroricemos ni manipulemos a nuestros niños y niñas con semejantes historias. R.I.P.
    Saludos a todos desde la Tierra del Fuego (donde la Naturaleza no hace falta imaginarla).

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  4. Yo soy de la opinión del primer comentario "anónimo". No es que fuese un entusiasta de las historias de princesas, caperucitas, cerditos y demás pero a mí no me quitaron para nada el sueño, ni me aterrorizaron, ni nada por el estilo. Es más, hace ya años, en su día, los volvieron a leer mis hijos y, oye, me han salido bastante espabilados, autónomos, con iniciativa y libre pensadores.
    Creo que en este asunto, como en otros muchos del "mundo antiguo, machista y heteropatrialcal" se han sacado las cosas fuera del tiesto, como en otros muchos temas. Además ya no tenemos de que preocuparnos. La nueva inquisición de lo políticamente correcto, que ya piensa por nosotros lo que debemos o no debemos leer, comer, vestir, visitar, etc. ya los han puesto en la edición del siglo XXI del índice de libros prohibidos. Así que nada, a seguir con twitter, tik tok, instagram, etc. a tope y desde pequeñitos, que así se desarrolla la creatividad y la iniciativa que no veas.

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  5. Gracias a dios yo crecí con las versiones endulzadas por Disney y no fue hasta mi adolescencia q descubrí con horror los originales! Entiendo q en un mundo donde niñas y mujeres estaban desprotegidas y muchos d los delitos cometidos contra ellas quedaban impunes, a falta d explicar a los varones a no puedes violar a una chica inconsciente, atemorizáramos a las muchachas para tratar d evitarles ese tipo d situaciones.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Voy a escribir mi comentario en condiciones, A ver si ahora no meto la pata,
    Por favor, no generalicemos con eso de "los varones", No he conocido en mi vida a ningún hombre que pensara ni por lo más remoto que, por el hecho de serlo, tenía alguna especie de "prerrogativa especial" para abusar de una mujer.
    Hay hombres (al igual que mujeres) que son delincuentes y, en lo referente al abuso sexual de mujeres y no digamos ya de niños/as que son auténticas bestias depravadas, Que se les persiga, detenga y caiga sobre ellos todo el peso de la ley, con penas incluso más duras que las actuales. Pero a los malhechores, no a los "varones".
    Jo, pues si los Hermanos Grimm llegan a saber la que se organiza dos siglos después a cuenta de sus relatos, se hubiesen dedicado a la jardinería.

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