Ya sé que decir Mafalda nos sugiere inevitablemente el famoso personaje del dibujante argentino Quino (Mendoza, 1932). Pero lo que menos gente sabe es que hubo una Mafalda que fue la primera reina consorte de Portugal. Y no antes de ayer, sino hace más de 800 años. Vamos por orden.
Mafalda de Saboya |
Si miramos un mapa de la época, está claro que Saboya y Borgoña eran ducados limítrofes entre las actuales Italia y Francia. Se dice que fue en Tierra Santa, al hilo de la correspondiente cruzada, donde se "acordó" el matrimonio de Mafalda con Alfonso. En el momento de la boda, Mafalda tenía 21 años, mientras que Alfonso era más talludito, con 37. El matrimonio tuvo 7 hijos, y al cuarto también le pusieron Mafalda (1153-1162). Esta niña fue prometida al rey Alfonso II de Aragón, que tenía aun menos años que ella, pero el compromiso se anuló al poco tiempo. No consta de qué falleció a los nueve años de edad.
Pero fue el quinto hijo, Sancho, el que sucedió a su padre como rey de Portugal. Casado con Dulce de Aragón, tuvieron once hijos. Y la novena fue Mafalda de Portugal (1197-1256). Aquí la historia se vuelve a hacer truculenta. Mafalda fue prometida al rey Enrique I de Castilla (1204-1217), que llegó por "carambola" al trono (al morirse todos los posibles herederos mayores que él) y que murió a los 13 años del impacto de una teja o de una pedrada de algún compañero de juegos (nunca se llegó a esclarecer del todo). El caso es que el matrimonio se celebró en 1215 (ella 18, él 11; parece que no llegó a consumarse) y en menos de un año fue declarado nulo por el Papa, por "parentesco en grado prohibido". La reina Mafalda volvió a Portugal, ingresó en un convento cisterciense y llevó una vida apartada del mundanal ruido. Falleció a los 59 años y, al trasladar su cuerpo de un monasterio a otro, se vio que estaba incorrupto, por lo que ganó fama de santidad. De hecho, en Portugal se venera a Santa Mafalda, y su festividad es el 2 de Mayo.
Hubo algunas otras Mafaldas en la época, como Mafalda de Castilla (1191-1204), hermana del mencionado Enrique, o Mafalda González de Lara (????-1244), perteneciente al noble linaje de los Lara, que se casó con el infante Alfonso, hermano pequeño del futuro Fernando III "el Santo". Y pocas más. Pareciera como que el nombre cayó en desuso, o pasó de moda. Como las Urracas y Berenguelas...
Pero, démosle al "fast forward" unos 800 años. Hasta 1902, concretamente. En ese año, el matrimonio formado por Víctor Manuel III de Saboya (1869-1947), rey de Italia, y su esposa Elena de Montenegro (nacida Jelena Petrović-Njegoš, 1873-1952), tienen el placer de anunciar, como se dice en la crónica rosa, el feliz alumbramiento de su segunda hija, a la que han decidido cristianar como Mafalda de Saboya (nombre completo en italiano: Mafalda Maria Elisabetta Anna Romana di Savoia).
Mafalda de Saboya, princesa de Italia |
Se casaron en 1925 y tuvieron cuatro hijos. En 1934 Felipe fue nombrado gobernador de la provincia alemana de Hesse-Nassau; Mafalda, que no comulgaba con las ideas fascistas, trataba de permanecer en Italia el mayor tiempo posible.
La guerra comienza en 1939. Pero fue 4 años después, en 1943, cuando empiezan a cambiar las tornas en Europa, con el desembarco aliado en Sicilia. Mussolini y todo su gobierno son depuestos. La reacción de Hitler es fulgurante: quiere "cazar" a la familia real italiana a cualquier precio.
Mafalda, teniendo como marido a un alto cargo del partido nazi, se siente a salvo, pero el 22 de Septiembre de 1943 es detenida en Roma (todavía en poder de los fascistas) y trasladada en avión a Alemania. Allí es internada en el campo de concentración de Buchenwald, en Turingia, con una identidad falsa (Frau von Weber) y bajo amenaza de muerte si revela su verdadera identidad. Para el trágico capítulo final de la vida de Mafalda de Saboya, copio de la wikipedia:
"Mafalda de Hesse compartía una de las habitaciones del barracón con el matrimonio Breitscheid y María Ruhnau -detenida por ser Testigo de Jehová- y asignada como ayudante para la princesa. La escasa comida que recibían (aunque era aún más escasa para los demás presos) consistía en pan negro, mantequilla, un sustituto del café, sin azúcar, y sopa de carne y cebada.
Cartel a la entrada de Buchenwald: "A cada uno, lo suyo" |
Permaneció encarcelada en esa barraca hasta el 24 de agosto de 1944, día en que el campo fue bombardeado por aviones aliados. El Sr. Breitscheid murió asfixiado por los escombros, su esposa cayó inconsciente pero con vida. Aunque Mafalda se refugió en una trinchera, resultó con heridas de gravedad, sobre todo una en el brazo a la altura del hombro, en la que el hueso le quedó expuesto. Ambas mujeres, asistidas por Maria Ruhnau, que sobrevivió al campo de concentración, fueron llevadas a la enfermería, y la amputación, urgente, fue retrasada por el médico responsable hasta que su situación se hizo irreversible y le llegó la muerte. Fue enterrada en el cementerio de Weimar, fosa 262, como mujer desconocida.
No fue hasta el 11 de abril de 1945 que Radio Londres informó sobre su muerte. Su marido y sus padres, el Rey Víctor Manuel III y la Reina Elena, se enteraron por el diario unos días después en su exilio de Alejandría, Egipto.
El príncipe Felipe debió esperar hasta 1951, cuando el gobierno soviético (Weimar se encontraba en la Alemania del Este) autorizó la exhumación del cementerio donde aquellos prisioneros italianos habían enterrado el cuerpo de Mafalda para poder trasladarlo al mausoleo de los Landgraves de Hesse, en el castillo de Kronberg (Hesse), donde se encuentra desde entonces".
En 2006 se estrenó la película "Mafalda de Saboya, el coraje de una princesa", dirigida por Maurizio Zaccaro, donde se narran los avatares de nuestra protagonista. Su papel lo interpretó Stefania Rocca.
****************************************************************************
Posdata: Aunque sea poco "glamurosa", la explicación de por qué Quino eligió el nombre de Mafalda para su personaje es bastante sencilla: en la película "Dar la cara" (1962) , basada en la novela homónima del escritor argentino David Viñas (1927-2011), aparece un bebé con ese nombre; parece que a Quino le gustó.
Es notable como viajaban de aquí para allá (de Portugal a Saboya) en el siglo XII. Así llegó este famoso poema:
ResponderEliminarAdmiróse un portugués
al ver que en su tierna infancia
todos los niños de Francia
sabían hablar francés.
Arte maléfico es
dijo retorciendo el mostacho
que para hablar el gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí "lo fala un mochacho"
Un toque de humor muy apropiado Telmo. ¿Qué pensaría este fidalgo si supiese que ahora el portugués es la lengua más común en Andorra, cuyo co príncipe es el presidente de Francia?
EliminarOtro viajero del mismo siglo XII de Portugal a Francia y viceversa fue el francés Hugo, obispo de Oporto, que aplicando aquello de que "la línea recta es la más corta entre dos puntos" decidió acortar el viaje atravesando el "territorio de los vascos", que describe así: no hay caminos ni ciudades y si preguntas son agresivos con el foráneo y su idioma es incomprensible.
Alguna cosa si que ha cambiado desde entonces.