viernes, 14 de octubre de 2022

El añil de los mayas y de los pintores marianos

Tiene razón Almudena M. C. (ver, si no lo has visto o no lo recuerdas, mi anterior post "El añil del arcoíris"). Nadie en el colegio te pedía el "lápiz añil". Me he tomado la molestia de buscar cómo describe los colores la popular caja de lápices Alpino y éstos son:


Sí, quizá en la caja de 24 o en la de 36, con más variedad de tonos, hubiera un "turquesa", un  "magenta", un "cian" o, quién sabe, un "índigo" o un "añil". Pero, en la de 12, que era la que estaba al alcance de la mayoría, "azul claro" y "azul oscuro". Y punto pelota.

Lo cual no quita que la historia y usos del añil sea muy curiosa. Y de eso va este post.

Copio y adapto de la Wikipedia: "La tela teñida de índigo más antigua que se conoce, que data de hace 6.000 años, fue descubierta en Huaca Prieta, Perú. Muchos países asiáticos, como La India, China, Japón y las naciones del sudeste asiático, han usado el índigo como tinte (particularmente para la seda) durante siglos. El tinte también era conocido por civilizaciones antiguas en Mesopotamia, Egipto, Gran Bretaña, Mesoamérica, Perú, Irán y África Occidental. La especie Indigofera tinctoria fue domesticada en La India, por lo que fue el primer centro importante para su producción y procesamiento. El índigo, utilizado como tinte, llegó a los griegos y los romanos, donde se valoraba como un producto de lujo.

En Mesopotamia, una tablilla cuneiforme neobabilónica del siglo VII a. C. da una receta para el teñido de la lana, donde se produce lana de color lapislázuli  por inmersión y aireación repetidas de la tela. Los romanos usaban el índigo como pigmento para pintar y con fines medicinales y cosméticos. Era un artículo de lujo importado al Mediterráneo desde La India por comerciantes árabes".

En el continente americano, a los conquistadores españoles les llamó la atención el azul intenso de algunas pinturas de las culturas indígenas, y lo bautizaron como "azul maya", aunque más tarde se comprobó que, además de en la península del Yucatán, su uso también se extendía a otras regiones de México, e incluso al Perú. 

No fue hasta 1962 cuando se confirmó, mediante espectroscopía infrarroja, que una base fundamental de este pigmento era la Indigofera suffruticosa, la versión americana de la planta del índigo. Sin embargo, el tinte que salía de la planta se desvanecía rápidamente con el sol y los elementos naturales, por lo que, para hacerlo resistente, se utilizaba una arcilla blanca conocida como paligorskita. 

"La Inmaculada Concepción"
Baltasar de Echave, ca 1620
También se dice que, mientras en Europa los pintores escatimaban el uso del azul índigo para sus cuadros porque era un producto muy caro, que tenían que importar de Afganistán (lapislázuli) o de La India (índigo), los pintores de las nuevas generaciones americanas podían usar con generosidad sus índigos y añiles en los mantos de las vírgenes, como se puede apreciar en este cuadro "La Inmaculada Concepción"  de Baltasar de Echave, ca 1620. 

Por cierto, fue el Concilio de Trento (1545-1563) el que aprobó el estándar de colores para los distintos servicios litúrgicos durante el año: verde, rojo, blanco, morado,...

El azul se asoció con el dogma mariano y, por lo tanto, sólo se podía usar durante las celebraciones relacionadas con la Virgen María, como la Asunción o la Inmaculada Concepción. Su uso fue autorizado por el Concilio solamente para los territorios que entonces poseían los reinos de España y Portugal, el antiguo Reino de Baviera, algunas iglesias en Nápoles, así como a la orden franciscana, debido a su defensa histórica del dogma mariano. 

Y fue a raíz del Concilio cuando el azul empezó a ser dominante en todas las representaciones pictóricas de la Virgen. Hoy nos llama la atención ver a la Virgen representada con un manto diferente al azul, como en este "La Virgen de la Leche", ca 1490, atribuida al Maestro de Don Álvaro de Luna, que se encuentra en el Museo del Prado.
"La Virgen de la Leche", del Maestro de Don Álvaro de Luna. Ca 1490


La casa donde vivieron Diego Rivera y Frida Kahlo en Coyoacán (Ciudad de México) entre los años 1929 y 1954, donde alojaron al matrimonio exiliado formado por Leon Trotsky y Natalia Sedova, y donde aquél fue asesinado, en agosto de 1940, por el agente soviético de origen español Ramón Mercader, era conocida como "La Casa Azul". Viendo la foto, no hay más que explicar.



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Posdata personal
: Antes de zambullirme en esta búsqueda de información sobre el añil y sus circunstancias, mi memoria asociaba la palabra "añil" a unas pastillas cilíndricas que se usaban en mi casa materna a la hora de lavar la ropa, todavía a mano. Buscando por la red, la imagen que más se parece a lo que recuerdo es la que copio a la derecha.

Parece que su misión era "blanquear la ropa", quitando los tonos grisáceos o amarillos que, con el uso, iban apareciendo en la ropa blanca. Aunque veo que en la pastilla sólo aparece "AZUL BRASSO PERFUMADO", mi recuerdo es que, en casa, eran las "pastillas de añil".

Investigando un poco sobre cómo funcionaban estas pastillas, parece que eran "blanqueadores ópticos", en el sentido de que actuaban a nivel de ilusión óptica en las prendas blancas. Lo que hacían este tipo de blanqueadores era preparar el tejido para que reflejara la luz y lograr un efecto de blanco brillante. Jugaban con las ilusiones ópticas del color azul sobre todo, aunque también aplicaban un mínimo de verde, o incluso rojo (en cantidades imperceptibles). Estos productos, aplicados en dosis mínimas, y en el último aclarado, potenciaban el brillo del blanco sin afectar a los colores claros.

Los fabricaba la empresa Brasso S.A.E. (después se integraría en Reckitt&Colman) con sede en Bilbao y fábricas en Deusto y en Limpias (Cantabria). Esta es una muestra de su publicidad:

2 comentarios:

  1. El añil ha sido injustamente eclipsado por el oro y la plata como producto de la América española, pero fue importante, ya que se pagaba un precio altísimo, pesaba poco y ocupaba poco volumen. En territorio maya fue Francisco Velázquez de León, gobernador del Yucatán (1573-77) quien potenció su cultivo y en fechas tan tempranas como 1585 unos españoles ya instalaban una fábrica en lo que hoy llamamos Ecuador. Pero fue Centroamérica y especialmente El Salvador la que se convirtió en el mayor productor, debido a la prohibición de comerciar entre virreinatos (para favorecer a los monopolistas sevillanos). De aquí sí se podía exportar legalmente, por considerarse provincias en vías de desarrollo, a Panamá, que ya era parte del virreinato del Perú, además de a la Península, en el “Galeón de Honduras”, que en La Habana se unía a la “Flota de la Plata”, aunque también se traficaba con él en las costas de Guatemala, vendiéndoselo a los ingleses (de contrabando, claro).

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  2. Querido Ángel, lo que cuentas de tus recuerdos con el añil coinciden al 100% con los míos. Yo estaba tan acostumbrado a oír si se había puesto o no añil en la ropa que esa denominación la confundía con el producto y no con el color. Es más, cuando empecé a oír lo de color añil creía que era por referencia a las pastillas y no al revés… cosas de la infancia…

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