viernes, 13 de enero de 2023

Agojies

Casi por casualidad, o podría decir que por descarte, terminé una tarde del pasado diciembre viendo en el cine esta película: "La mujer rey". La verdad es que el cartel era exótico y llamativo, y el que añadiera "basada en hechos reales" despertó mi curiosidad. 

La película es interesante, con escenas muy coloristas, con fieros combates entre tribus enemigas y con pasajes muy emotivos. Pero no voy a hablar de la película, sino de las "agojies". Porque ellas son los "hechos reales" en que se basa la película.

Las agojies, también llamadas minos ("nuestras madres" en el idioma Fon local) o, para los europeos, las "amazonas africanas", fueron un cuerpo de soldados, formado íntegramente por mujeres, que existió en el antiguo reino de Dahomey desde finales del siglo XVII a comienzos del XX. 

(Paréntesis para situarnos: cuando yo estudié, sí que existía Dahomey como país. Situado en el golfo de Guinea, una franja vertical entre Togo y Nigeria. Su capital era Porto Novo. Pero, en 1975, un golpe militar instauró la República Popular de Benín y así se conoce actualmente. Curiosamente, Benín City, que dio origen al nuevo nombre, es una ciudad que está en Nigeria).

Mapa de 1962 con área (millas cuadradas), población, fecha de independencia y primer mandatario

La historia que prevalece sobre el origen de las guerreras de Dahomey es que el grupo se formó a instancias de la reina Hangbe, hija de Houegbadja, que ascendió al poder tras la muerte de su hermano gemelo Akaba, en circunstancias misteriosas, a principios del siglo XVIII. El hecho de que Hangbe reuniera un escuadrón de mujeres dispuestas a morir para protegerla a ella y a su reino fue una hazaña impresionante en la sociedad de aquella época, profundamente patriarcal.

Según la Enciclopedia Británica, "el reino de Dahomey estableció un Gobierno bien organizado en el que el rey era considerado semidivino y tenía un control absoluto sobre los asuntos económicos, políticos y sociales. Contaba con el apoyo de un consejo de funcionarios elegidos entre la clase plebeya por su lealtad al rey y su compromiso con el desarrollo de la nación.

Su acceso geográfico al mar y la destreza estratégica de sus dirigentes ayudaron a Dahomey a vencer a otros reinos costeros como Allada y Whyda. Pero la aparición y expansión del comercio transatlántico de esclavos acabó por sellar su dominio. Se calcula que, desde la década de 1720 hasta 1852, cuando los británicos impusieron un bloqueo naval, los gobernantes de Dahomey vendieron cientos de miles de personas de tribus y naciones vecinas a los británicos, franceses, portugueses y otros".

Grabado de 1851
Fue en el reinado de Ghezo, que gobernó de 1818 a 1858, cuando el número de agojies aumentó hasta casi los 6.000 efectivos, un tercio del total del ejército. Una de las razones que se dan para este crecimiento del reclutamiento femenino es que la gran conflictividad de la zona, con continuos enfrentamientos entre tribus rivales, y el apresamiento de esclavos entre ellas y hacia los "negreros" europeos, había hecho que la población masculina descendiera de forma significativa. 

La victoria militar más importante de Dahomey fue sobre el empobrecido imperio de Oyo, en 1823.​ Desde 1730, Dahomey había proporcionado un tributo anual al imperio de Oyo, y parte de su política económica y militar estaba controlada por los intereses de Oyo. Sin embargo, el imperio de Oyo se había debilitado significativamente durante los treinta años anteriores.  

A principios de la década de 1820, Ghezo se negó a pagar el tributo anual a Oyo. Oyo y Dahomey lucharon en una pequeña guerra a principios de la década de 1820, pero la violencia se intensificó en 1823 cuando Oyo envió un embajador para exigirle tributo y Ghezo lo mató. Oyo respondió organizando un conjunto de fuerzas regionales para atacar a Dahomey. Ghezo derrotó a estas fuerzas en una batalla cerca de Paouingnan. Posteriormente, Oyo envió un ejército más grande, compuesto por 4.000 hombres y con caballería, y acampó cerca del pueblo de Kpaloko. Ghezo derrotó a este ejército organizando un ataque nocturno  en el que resultó muerto el líder de Oyo, Ajanaku, y fue la causa de que las tropas de Oyo se retiraran. Las agojies tuvieron un papel muy significativo en todas estas batallas. 

Una agojie con su uniforme, mosquetón y la cabeza de un enemigo
Según los historiadores, las agojies eran famosas por su celo y ferocidad. Las más temibles iban armadas con rifles. También había arqueras, cazadoras y espías. Se ejercitaban regularmente para estar física y mentalmente en forma para el combate. Atravesaban setos de espinos para aumentar su resistencia al dolor, escalaban muros verticales de muchos metros de altura y pasaban hasta nueve días en el desierto con raciones mínimas luchando por su supervivencia. 

Sus uniformes eran tan parecidos a los de sus homólogos masculinos, que la gente que luchaba contra ellas no se daba cuenta de que eran mujeres hasta que estaban cerca en el combate cuerpo a cuerpo. Eran temibles y excelentes tiradoras. Eran hábiles en la lucha cuerpo a cuerpo, utilizando armas muy parecidas a los machetes. 

Durante su pertenencia al regimiento no se les permitía tener hijos ni vida matrimonial. Muchas de ellas eran vírgenes. El regimiento tenía un estatus semi-sagrado, que se entrelazaba con las creencias religiosas de los Fon. 

Las agojies vivían en un recinto exclusivo anexo al palacio real. Cuando salían del palacio, las precedía una esclava que hacía sonar una campana. El sonido les decía a los hombres que se apartaran de su camino, se retiraran a cierta distancia y miraran hacia otro lado.

Agojies en una litografía del siglo XIX

Después de la 2ª guerra Franco-Dahomea (1892-1894), que terminó con la victoria de las tropas francesas, comandadas por el general Alfred-Amédée Dodds, sobre el rey Béhanzin, Dahomey pasó a ser colonia francesa. Las mujeres agojies fueron las últimas en rendirse e incluso entonces, al menos según un rumor común en el ejército francés de ocupación, las guerreras supervivientes se vengaron de los franceses haciéndose pasar por por mujeres dahomeyanas normales y corrientes, que fueron llevadas a la empalizada enemiga. Cada una se dejó seducir por un oficial francés, esperó a que se durmiera y luego le cortó la garganta con su propia bayoneta. 

En 1978, un historiador beninés se encontró con una mujer extremadamente anciana en el pueblo de Kinta que afirmaba de manera convincente haber luchado contra los franceses en 1892. Su nombre era Nawi y murió, con más de 100 años, en noviembre de 1979. Probablemente ella fue la última agojie.

______________________________________________________

(Seguramente los guionistas de la película "La mujer rey" conocían esta historia y pusieron, en su memoria, de nombre Nawi a la joven recluta rebelde que se incorpora a las agojies y es una de las coprotagonistas de la película, interpretada por la joven actriz sudafricana Thuso Mbedu )





5 comentarios:

  1. Muy interesante Ángel. Y una buena aportación para que no olvidemos que los africanos también han tenido grandes imperios y grandes héroes, la mayoría hoy olvidados.
    También es interesante saber que ya no quedan agojies ahora que estoy en África. No me gustaría encontrármelas esta noche y que me hicieran lo mismo que a los oficiales franceses.
    Saludos a todos desde Cabo Verde.

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS, ÁNGEL
    SIN DUDA, JORDI......, ÁFRICA TIENE SU PROPIA HISTORIA NO CONTADA POR LOS EUROPEOS EMPEZANDO POR LOS PRIMEROS HOMINIDOS, FÍJATE SI ES ANTIGUA
    UN SALUDO
    PEDRO DE ORTE

    ResponderEliminar
  3. Sin duda, mujeres de "armas tomar"

    ResponderEliminar
  4. Muy interesante!!! No tenía ni idea de quienes eran las agojies.
    De hecho, cuando he abierto el artículo, he pensado que iba a leer sobre una planta.

    ResponderEliminar
  5. Muchisímas gracias Ángel por lo mucho que aprendemos en gus reseñas. Feliz 2023

    ResponderEliminar