Los irreductibles negritos

Localización de las Islas Andamán en el Oceano Índico

En el Tercer Libro de los viajes de Marco Polo (finales del siglo XIII) "Donde comienza el Libro de la India", hay un capítulo "donde trata de la isla de Angamán", en el que da una tremenda descripción de sus habitantes: "viven como animales, sin ley ni orden ni casas para vivir, ni nada que se les parezca... Tienen muchas especias y son gentes muy crueles, que se comen crudos a cuantos hombres pueden capturar siempre que no sean de los suyos". 

Se dice que ésta es la primera referencia escrita a las que hoy día se llaman Islas de Andamán y Nicobar, en el golfo de Bengala, y constituyen un territorio de la República de la India. Su capital es Port Blair, está situada en la isla grande de Andamán y, en su origen, fue un centro penitenciario construído por los ingleses en 1858 para encerrar a los rebeldes hindúes. Antes de esa fecha (y teniendo en cuenta la fama que ya tenían de antiguo) no hubo mucho contacto con los indígenas. 

Aunque había diferentes "tribus", más que nada identificadas por lenguajes y dialectos que no se entendían entre sí, todos ellos pertenecían al grupo étnico que los exploradores españoles llamaron "negritos" (pensando que, por su aspecto, debían de proceder de África), y que poblaban gran parte del sudeste asiático (incluyendo Malasia y Filipinas) hasta la llegada de los pueblos "orientales" procedentes de las actuales Mongolia y China. Con los conocimientos que ahora tenemos sobre las primitivas migraciones del Homo Sapiens, parece que todas estas culturas eran remanentes de la primera oleada que desde la India llegó hasta Australia (hace 60.000 años).

Una de las escasísimas imagen de un sentinelés

El caso es que, entre las islas que componen este archipiélago, hay una muy particular: la isla Sentinel del Norte (aunque "sentinel" es centinela, se mantiene el nombre inglés en la nomenclatura en español). Un pequeño rectángulo de 72 Kms2 (más o menos 8x9 Kms), en el que viven los "sentineleses", con los que cualquier intento de contacto y confraternización ha sido, hasta ahora, infructuoso. Se estima que puede haber entre 50 y 400 nativos, pero nadie ha podido contarlos.

El primer occidental que desembarcó en la isla (del que se tenga registro) fue el inglés Maurice Vidal Portman (1861-1935) que tenía el cargo de Administrador de las islas Andamán. Fue en 1880, pero el recibimiento no fue nada amistoso. Armados de arcos y flechas y mostrando una particular agresividad, los indígenas obligaron a los visitantes a levar anclas y volver por donde habían llegado.

Y así ha venido siendo, más o menos, hasta ahora. En el mejor de los casos,  les dejan cocos y baratijas en la playa, salen a buscarlas (siempre que los visitantes no estén cerca), se las llevan, les vuelven a dejar más cosas y, cuando se cansan del "algoritmo",  empiezan a gritar, a amenazar e incluso a hacer gestos obscenos, como diciendo "hala, marchaos, que ya está bien de espectáculo... ". Se ha intentado llevar a otros indígenas de otras islas, para que hicieran de intérpretes, pero el resultado ha sido peor: unos no se entienden con los otros y enseguida se generan situaciones violentas; es como si los sentineleses tuvieran un odio ancestral contra el resto de la humanidad metido en los genes, causado a saber por qué agravios del pasado.

Tanto es así que el gobierno hindú ha tirado la toalla, y ha adoptado una actitud proteccionista, reflejada en su "Master Plan for the Sentinelese" , donde establece de manera fehaciente que  "is the firm policy of the Administration not to interfere in the life of the Sentinelese. The Administration, however, keeps a vigil to prevent the possible intrusion by any encroachers into the waters around North Sentinel Island. This is to prevent the exploitation of the natural resources on the island and its territorial waters by the non-tribals and also to prevent physical contact with the Sentinelese to avoid possible introduction of foreign diseases among the Sentinelese."  Por lo que, desde hace unos años, hay naves del ejército que patrullan alrededor de la isla e impiden que nadie se acerque a "molestar" a los nativos.

Pero, de lo que no están a salvo, ni siquiera los sentineleses, es de las fuerzas de la naturaleza. Y así, cuando el 26 de Diciembre de 2004 se produjo el terremoto en el Oceano Índico de magnitud 9,1 en la escala de Richter, el tsunami que apareció a continuación tuvo efectos devastadores en toda la zona. Incluso se pensó que podría haber acabado con los sentineleses. Pero no, a las pocas semanas una expedición de observación comprobó que todavía había indígenas en la isla (eso sí, no se sabe cuántos). Y eso que toda la isla sufrió una elevación tectónica que cambió su inclinación con respecto al mar y afloró arrecifes de coral anteriormente sumergidos.

Perfil de la isla antes del tsunami

Perfil de la isla después del tsunami

Hubo quien dijo que, en estos casos de catástrofe natural, los que duermen al raso y viven de lo que cazan o de lo que cogen de los árboles tienen más posibilidades de sobrevivir que los que están encerrados entre las cuatro paredes de un edificio de apartamentos y dependen de un supermercado...

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Posdata: A diferencia de lo que ocurre en EE.UU., el término "negritos" no se considera peyorativo en el sudeste de Asia. Eso sí, su uso está bastante restringido a círculos antropológicos ó científicos. Las tribus se identifican por sus propios nombres.

Sentineleses en la playa (foto de finales de los 80)

Fuente principal para este artículo:  "Lonely Islands - The Negrito People and the Out-of-Africa Story of the human race: The Andamanese - Chapter 8 - The Tribes" por George Weber.

Mi agradecimiento a mi amigo Luis T., que me dio la pista sobre esta curiosa tribu.