jueves, 7 de diciembre de 2017

Las Cuentas de Oración

Asistiendo a diversas charlas, talleres y seminarios de mi amigo y admirado Mario Alonso Puig, fui entendiendo la profunda interrelación entre el funcionamiento del cerebro y nuestras emociones y estados de ánimo. Cuáles eran los detonantes de la producción  de hormonas como la serotonina (bienestar), el cortisol (estrés), las endorfinas (control del dolor),...; el papel clave de las amígdalas (las del cerebro, no las de la garganta) en los mecanismos de reacción ante amenazas y el miedo; la importancia de la respiración abdominal y la meditación para aumentar el riego sanguíneo de la corteza prefrontal y propiciar así tanto un estado de serenidad y confianza como de propensión a una mayor creatividad, claridad en la toma de decisiones y facilidad en el aprendizaje. E incluso, la gran influencia de todos estos elementos en el sistema inmunológico, donde los linfocitos denominados NK (Natural Killers), se veían fortalecidos en su lucha contra los microorganismos invasores, mejorando la eficacia contra enfermedades infecciosas o procesos tumorales.

¿Y qué tiene que ver todo esto con las "Cuentas de Oración" del título del post? Pues el hecho de que algunas de las religiones más importantes, como veremos a continuación, han incorporado a sus prácticas determinadas "rutinas" o formas de llevar a cabo la oración que presentan muchos elementos en común con la meditación, y, por tanto, buscan muchos de sus efectos. Y el medio físico común a todas ellas son unas cuentas engarzadas en un cordel (pueden ser desde sencillas conchas marinas, bolas de madera, frutos de árbol,... hasta sofisticados metales preciosos), que, en esencia, sirven para que el creyente registre cuántas plegarias lleva dichas, y ésto lo haga con un mínimo esfuerzo consciente, que le permita centrar su atención en los misterios de la fe o en la búsqueda de serenidad y paz interior.

Vamos a dar un repaso. 


Fresco de Akrotiri (1600 a.C.)
Dicen que la imagen más antigua de una persona con unas "cuentas de oración" en la mano se encuentra en el fresco llamado "de los Adoradores", en las ruinas de Akrotiri, en la isla de Santorini, en Grecia. Está datado en el año 1600 a.C.

También tienen miles de años de antigüedad en el Hinduismo, y por extensión también en el Budismo. Se llaman Japa Mala. Tienen 108 cuentas (ó cuatro bloques de 27). La idea es repetir un mantra (palabra sánscrita que podría traducirse por "instrumento mental"), consistente en una frase que puede o no tener sentido. Algunos de los más conocidos son: "Om mani padme hum" (¡Oh!, Joya en el loto) ó "Hare Krisna, hare Krisna, Krisna Krisna, hare hare".

En el Islam, se llaman Misbaha ó Tasbih. Tienen 99 cuentas (ó 3 veces 33), correspondientes a los 99 nombres de Alá. Si alguien no recuerda todos los nombres (no es fácil), también se pueden hacer 3 series de 33 jaculatorias: "Subhan Allah" (Gloria a Dios) - "Al-hamdu li-llah" (Alabanza a Dios) - "Allahu Akbar" (Dios es Grande).

En la religión Baha'i, fundada en el siglo XIX en Irán por Baha'ullah, tienen 95 cuentas (ó 5 veces 19). La oración es "Allah-u-Abhá" (Dios el todo glorioso).

Entre los cristianos coptos del norte de África se llaman Mequetaria. Tienen 41, 64 ó 100 cuentas. Como curiosidad, dicen que el de 64 corresponde a los años que tenía la Virgen María cuando subió a los cielos. Repiten la frase griega "Kyrie Eleison" (Señor, ten piedad).

Japa Mala (4 segmentos de 27 cuentas)
Religión Baha'i - 19 cuentas y 5 de "control"

Misbaha de 99 cuentas

Y llegamos al Rosario católico. Su historia es muy curiosa, aunque, como siempre, ciertos datos hay que tomarlos con precaución. Se atribuye su origen a la iglesia cristiana oriental, en el siglo IV d.C., y en particular a los monjes hesicastas, seguidores de una práctica ascética muy severa, basada en la soledad, el silencio y la quietud y que persigue la búsqueda de la paz interior en unión mística con Dios y en armonía con la creación. En esa quietud física, los monjes inclinan la cabeza y  concentran su mirada en su ombligo, mientras repiten de forma mecánica y repetitiva la "Oración de Jesús": "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador". 

Avanzamos unos siglos, hasta el año 800 d.C. Aquí se establece el "Salterio de los laicos". Parece que en los monasterios, el Salterio consistía en recitar los 150 Salmos del Antiguo Testamento. Pero como saber leer (o memorizarlos todos) sólo estaba al alcance de unos pocos, se sustituyen los salmos por 150 "Padrenuestros". Y tiempo después aparecen otros tres salterios: el de 150 Avemarías, el de 150 Alabanzas de Jesús y el de 150 Alabanzas de María. 

Rosario "franciscano" en madera
Es en 1365 cuando se establece que el de 150 Avemarías se divida en 15 bloques de 10 Avemarías y con un Padrenuestro por delante de cada bloque. Y en 1500 cuando, a cada bloque, se le asigna un "misterio" relacionado con la vida de Jesús o de María. En algún momento se decide que rezar cada día los 15 bloques no está al alcance de cualquiera, y se dedica cada día a 5 misterios, clasificados en tres grupos: "gozosos", "dolorosos" y "gloriosos". La última innovación es de 2002, cuando el Papa San Juan Pablo II introduce un nuevo grupo de 5 misterios, los "luminosos". 

En resumen, el rosario católico actual tiene 5 bloques de 10 cuentas y otras 5 cuentas en la parte longitudinal que corresponden al Padrenuestro, 3 Avemarías y otro Padrenuestro (que da arranque al primer misterio) que se rezan al principio.

Al final de los misterios, se rezan las "Letanías" (del griego "súplica"), donde las dirigidas a la Virgen María son 52 (si he contado bien), y se contestan con un mecánico "Ruega por nosotros" ("Ora pro nobis" cuando eran en latín).

Mantras, Nombres de Dios, Kyrie Eleisons, Avemarías, Letanías... a mí me parece que hay un fondo común, que busca los mismos efectos.

Y, como dice Mario en su libro (*): "Hace unos dos mil quinientos años, en la India, una serie de personas, verdaderos científicos, hicieron un descubrimiento asombroso. Fueron capaces de desentrañar uno de los más sorprendentes misterios: la manera en la que funciona la mente humana. Sólo recientemente, la medicina más avanzada ha sido capaz de comprender, al menos parcialmente, cuál es la explicación fisiológica de algunos de los efectos que experimentan los practicantes de lo que hoy se conoce como mindfulness".

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(*) Mario Alonso Puig - Reinventarse - Tu segunda oportunidad. Plataforma Editorial (2010).










5 comentarios:

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  2. Muy interesante, Ángel. Gracias.
    Creo que los mismos principios son aplicados por los políticos de toda condición, como hemos podido comprobar de manera comprimida en los últimos meses con los acontecimientos de Cataluña:
    Repetir cien veces "Constitución" en diez discursos diarios.
    Repetir "violencia de España" en 30 mensajes en las redes.
    Y así sucesivamente. ¿Será una nueve religión?
    Un saludo.
    Carmelo Rojo

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    1. Lo es Carmelo: https://blogs.elconfidencial.com/espana/filosofo-de-guardia/2017-12-16/mani-misa-de-12-sobre-la-ultima-religion-disponible_1493574/

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  3. ¿Lo de contar ovejas para dormirse no será algo parecido?

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  4. Qué interesante esto de mi nombre. Y Carmelo, sabes que tanto unos como otros de los que mencionas rezan mucho, no sé si rosario en mano o no... será por aquello de la transcendencia y la divinidad.

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