viernes, 22 de marzo de 2024

La Habana - 2 de julio de 1915

Estoy sentado en una de las terrazas con vistas al Malecón, en La Habana, disfrutando de un refrescante guarapo en una calurosa tarde de julio. Es el verano de 1915. De Europa llegan los ecos de la terrible guerra, a la que todavía no se le ha puesto nombre. La República de Cuba tiene ya 13 años, desde su proclamación en mayo de 1902, aunque continúa bajo la estricta tutela de los Estados Unidos de América, quienes, por el momento, se mantienen neutrales en el conflicto armado. Para Cuba, la guerra y sus años precedentes han supuesto, aunque dé un poco de apuro decirlo, un gran beneficio económico.

Es viernes por la tarde y me dispongo a leer la edición vespertina del "Diario de la Marina" (8 páginas, 2 centavos):


En la parte central de la portada, como es lógico, noticias de la guerra. Que reflejan el avance de las tropas austro-alemanas (cuadros negros) desde las posiciones que, en diciembre, ocupaban las tropas rusas (cuadros blancos) en la Polonia central:


También en la portada, esta curiosa noticia:

Donde "idiota" no es un insulto, sino la condición del que padece de "idiocia", una grave enfermedad mental ("estado de idiotés" dice el texto). Curioso el interés del redactor de la noticia en resaltar, tanto en el titular como en el texto, que la pistola era belga. También curiosa la nomenclatura de las calles: la joven Matutina vivía en la calle 26, entre la 17 y la 19. Influencia yanki, seguramente. Y no menos llamativa la precisión balística de Manuel Leiva y Vals, que acierta a embocar su bala por el ojo de la cerradura.
Me llama la atención este pequeño recuadro titulado "AMENAZAS". Que un tal Felipe González sea el amenazado ya tiene su guasa. Y que se especifique que sea blanco, y de Canarias. Y lo de que "El Delicado" le amenazara con una entrada de patadas hay que entenderlo como una buena zurra. ¿Por qué se publica este tipo de noticia? 


Seguimos con la sección de anuncios. Reflejo de las preocupaciones sanitarias de la sociedad de la época. Sin comentarios:


También este otro, "La Histérica", con una peculiar redacción, que transcribo porque en la foto no se lee muy bien:





La Hermosa Niña, 
la hija preferida, llora a solas, penas que adivina, dolores que presiente, desdenes que no le hacen, desventuras que no existen, disgustos que no sufre.
 
PARA ELLA LA FELICIDAD,
la dicha, los halagos, las satisfacciones y la alegría, son el origen de sus penas y tristeza.

LA NEURASTENIA O HISTERISMO ALEJA DE ELLA
todo placer, todo gusto, todo atractivo amable de la vida, y sufriendo esas penas sin cuento va ajándose y aviejándose, afeando su hermoso cuerpo, destruyendo su linda cara, ojerosa, pálida y triste.

LOS NERVIOS SE NIVELAN,
el histerismo desaparece, la vida renace con tintes agradables, la alegría vuelve, la felicidad es un hecho y la joven agobiada, triste, enflaquecida, enfermiza, se transforma, sonríe tomando el Elixir Antinervioso del doctor Vernezobre, que cura pronto la enfermedad.

En todas las Boticas.

(Paréntesis: De la publicación "Para un baño de belleza… Salud y publicidad infantil desde la prensa en Cuba (1902-1959)", de Yoel Cordoví Núñez, Revista Pedagogía y Saberes, 2012, copio lo siguiente:

"La mayor parte de los anuncios tendría como destinatario primario a la población femenina, con mensajes publicitarios que buscaban incidir en sus diferentes roles, bien como ama de casa, esposa o madre. En ese orden, los artículos de higiene, vestuarios, cosméticos, confort doméstico, ocuparon los principales espacios de la propaganda comercial en la prensa, algunas marcas de jabones de lavar y de tocador, así como cremas, lociones, esencias, y polvos faciales se producían en Cuba desde la segunda mitad del siglo XIX, otras –la mayoría– eran importadas.

También se encontraban los artículos con incidencia en la población masculina, la mayoría procedente de Estados Unidos, y con argumentos de venta claramente sexistas. Estos productos podían ser presentados como excelentes medicamentos para refrenar los impulsos estresantes de las esposas, como el Elixir Antinervioso del Dr. Vernezobre y el Sanatoguen. Para “crear carnes” en las mujeres delgadas se recomendaba la Ozomulsión y para reintegrar la vitalidad sexual de los hombres nada mejor que el Cordial de Cerebrina del Dr. Ulrici, la Fitina, las Píldoras Vitalinas y las tabletas Fortil, las que “dan al hombre el vigor del toro”").

Y, como en todo periódico clásico, no puede faltar la esquela, que aporta su peculiar lenguaje:



Uy, que entre unas cosas y otras se me ha hecho tarde, y me esperan en el Floridita para tomar unos daiquirís... 



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Posdata: "Diario de la Marina" fue un periódico cubano de carácter conservador, publicado en La Habana entre 1844 y 1960. Se mantuvo en circulación diaria por toda la isla durante más de cien años y se ganó el calificativo de "El decano de la prensa cubana". Es considerado como uno de los rotativos más influyentes de la República entre 1902 y 1959. 
Sus ejemplares entre 1884 y 1940 se encuentran digitalizados en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura y Deporte de España (https://prensahistorica.mcu.es). De ahí he obtenido los recortes que he comentado en este artículo.

Llegué al diario buscando información sobre "el pirulí de La Habana"... que es otra historia curiosa.
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4 comentarios:

  1. El daiquiri, famoso cóctel o cocktail cubano, fue una improvisación con productos locales (ron blanco, zumo de lima y azúcar) de un avispado “gringo” (palabra de invención mexicana y de las mismas fechas: “Green go!”), que, como buen anglosajón, hizo su “aportación” a la palabra castellana Daiquirí quitándole el acento.
    Porque en la playa de Daiquirí, al este de Santiago de Cuba, es donde desembarcaron las tropas estadounidenses el 22 de junio de 1898 para ocupar la isla. Cuando los turistas le preguntaron el nombre de aquel brebaje que les servía en el bar, improvisó con un nombre que acababa de salir en los titulares de todos los periódicos yankis y el éxito quedó asegurado (más por patriotismo que por delectación).
    Con éste y el cuba libre parece que la Guerra Hispano Norteamericana de 1898 provocó la mayor aportación a la coctelería jamás registrada, que les sirvió a los vencedores para celebrar la victoria, mientras los perdedores se contentaban con las obras literarias de La Generación del 98.

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  2. Oye compay, pues que no te ha quedado mal la envolvencia. Lástima que sea prensa fascista y prerevolucionaria. Cuando salga Granma, la versión será más bacana y chévere.
    ¡¡Abajo el imperialismo yanqui!!
    ¡¡Viva la Revolución!!
    ¡¡Viva Cuba libre!!

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  3. Ángel, felicitaciones como hago siempre por animarnos el fin de semana. Empiezas tu post disfrutando de un refrescante guarapo en 1915 y su correspondiente foto; eso me lleva a emular al Capitán Tan que recordaba sus viajes por todo lo largo y ancho de este mundo. Lo vuelvo a hacer y como siempre persiguiendo al fugitivo Luis T. Esta vez sucedió en Manaos, con un calor infernal y humedad total. Las ropas empapadas de humedad y sudor desde la mañana hasta la noche. Veo que Luis T se acerca a un puesto ambulante de "Suco de Cana" como le llaman allí, aunque en portugués oficial le denominan "Caldo de cana". Veo que Luis T pide un gran vaso de la bebida y se la preparan en el momento con dos o tres cañas grandes que trituran en una máquina de manivela y añaden una lasca de hielo usando un cortafríos de un gran bloque. Yo me acordé de las precauciones que llevaba: "hay que tener cuidado con el guarapo, por que suele estar contaminado con parásitos como trypanosomas y leptospirosis". Pero estar tan cerca de atrapar al fugitivo Luis T me llevó a pedir otro "Suco de Cana" en el mismo puesto callejero de Manaos ¡Qué delicia! Refrescante, frío, dulce, espeso con trozos de suelo adheridos a las raíces de las cañas, que terminaron en el vaso, con hielo de color amarillo procedente de agua *!*=*¡! La imaginación me llevaba a ver a los parásitos saludándome desde el líquido verde terroso pero delicioso... Sigo vivo y probablemente con mis defensas reforzadas por la invasión de patógenos amazónicos. Lo peor es que Luis T se me escapó y tuve que seguir la aventura de su persecución por todo lo largo y ancho de este mundo.

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  4. Realmente interesante!,,,

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