jueves, 30 de enero de 2025

Españoles por el mundo... a comienzos del siglo XX: 4.- Australia

Pensaba que, con el capítulo de Idaho, iba a terminar la serie sobre "Españoles por el mundo... a comienzos del siglo XX" cuando, a finales de noviembre, mi amigo Luis T. me hizo llegar un artículo que me dirigía hacia Australia y a su peculiar caso de inmigración española. Pero, antes de llegar a los españoles, hay que hacer un poco de historia.

Recuerdo que cuando leí, en los años 90, el libro "La costa fatídica - La epopeya de la fundación de Australia" de Robert Hughes, supuso un descubrimiento para mí: el saber que buena parte de la población australiana no aborigen descendía de los miles de convictos que fueron trasladados allí durante el siglo XIX, dado que muchos de ellos decidieron quedarse y establecerse allí una vez cumplidas sus condenas.

La historia, resumida, es como sigue: En la Inglaterra del siglo XVII, hasta 225 delitos llevaban aparejada la pena de muerte. En algún momento, el número de reos a la espera de juicio y ejecución fue tan grande que las autoridades decidieron conmutar su pena capital por unos trabajos forzados de X años (dependiendo del delito) en las colonias americanas (y así, de paso, se tenía mano de obra barata). Así funcionó la cosa hasta que, en 1776, con la independencia de los Estados Unidos de América, los nuevos estados dejaron de aceptar convictos.


Inglaterra pensó en alternativas como África o el Caribe, pero, finalmente, se decidió optar por Australia. Se calcula que, entre 1788 y 1868, fueron trasladados allí unos 162.000 convictos (que se dice pronto). Fueron dedicados a construir carreteras, puentes, edificios públicos... así como a trabajar en granjas de colonos libres. Como he comentado, la mayoría permaneció en Australia una vez cumplidas sus condenas.


Damos al "fast forward" unos años, hasta 1911, para comparar la población de distintos países:

USA:      92,0 millones
UK:        45,2
Francia:  39,2
Italia:      34,6
España:  20,0
Australia: 4,5
Nueva Zelanda: 1,0

Terminada la 2ª Guerra Mundial, en la que Australia tuvo unas 40.000 bajas, tomó de nuevo fuerza la idea de poblar el inmenso territorio con inmigrantes. Hasta se acuñó un llamativo eslogan: "Populate or Perish". 

Este reportaje de 1948, donde se cita la entrevista que el Ministro de Inmigración, Mr. Arthur Calwell, dio al "Daily Graphic" de Londres, es muy esclarecedor: 
"Quiero 20 millones de habitantes en Australia... En la actualidad, sólo tenemos 7,5 millones, menos que el Londres metropolitano, repartidos por un continente que es mayor que los Estados Unidos de América".


Está clara la predilección del ministro hacia los ciudadanos británicos ("¿A qué mejor fuente podríamos mirar que a nuestra propia madre patria, la cuna de nuestros ancestros pioneros?"). Sin embargo, también se muestra dispuesto a aceptar inmigrantes de otros países (curiosa la lista de la derecha: Americanos, Bálticos, Holandeses, Polacos...)

El caso es que la cosa debió de funcionar, pero había hueco para más. Y aquí entran, por fin, los españoles. Parece que fue fruto de las conversaciones entre monseñor George Creenan, que entonces dirigía el Comité Federal Católico de Inmigración, y el ministro español de Asuntos Exteriores Alberto Martín Artajo. Probablemente se juntaron varias necesidades: la de la jerarquía católica australiana, que veía cómo la feligresía protestante era cada vez más numerosa, la de una industria azucarera en expansión, que seguía necesitando mano de obra barata para las tareas agrícolas, y la de las autoridades españolas, que veían en la emigración (a cualquier sitio) una salida a la difícil situación económica de esos años de posguerra.

El resultado fueron varias "operaciones", entre 1958 y 1961, que llevaron a Australia un total aproximado de 8.000 españoles (también iban, en los mismos barcos, franceses, italianos y griegos). La primera fue la "Operación Canguro" y los detalles los explica muy bien este artículo de Rafael Ossa Echaburu en El Correo de 23 de febrero de 1958 (conseguido por mi amiga Maite A.; los anuncios también son una pieza de museo): 











Al final, fueron 159 los españoles que llegaron a bordo del barco Toscana al puerto de Brisbane, en el noreste de Australia, el 6 de agosto de 1958. Después siguieron las operaciones Eucalipto (1959), Emú (1960), Karry (1960) y Torres (1961). Todas integradas por hombres.

Hasta que alguien pensó... "No es bueno que el hombre esté solo..." y lo combinó con la creciente necesidad de los hogares australianos de tener servicio doméstico, y se formalizó la "Operación Marta": "Se buscan mujeres para trabajar en Australia. Católicas, solteras, entre 22 y 30 años. Gran oportunidad de futuro". Entonces el viaje ya era en avión, aunque con numerosas escalas para ir recogiendo a otras chicas mediterráneas. El primer grupo de 18 jóvenes españolas llegó al aeropuerto de Melbourne el 10 de marzo de 1960. Hubo un total de 7 expediciones, la última en febrero de 1963.

Este artículo del Diario de Burgos (también hallazgo de Maite A.) se publicó el 17 de noviembre de 1960, con motivo de la incorporación de 6 jóvenes burgalesas a la tercera expedición de la Operación Marta. El texto no tiene desperdicio...


Como ya hemos visto en otros casos de emigración, la realidad distaba mucho de lo prometido...

Copio de la Wikipedia: "La iglesia católica reclutó a las jóvenes mediante propaganda, tanto en las parroquias como a través de publicaciones religiosas. Antes de ir a Australia las llevaron a Madrid para 'formarse' en un convento de Alcobendas, donde fueron formadas en cocina, uso de electrodomésticos, un poco de inglés, comportamiento y "valores cristianos".​ Las responsables de esta preparación fueron las mujeres de Acción Católica que utilizaban el Manual de la servidora doméstica como guía formativa.

Las mujeres firmaron un contrato de trabajo por dos años, en principio para hacer tareas domésticas para familias en Australia. Les dijeron que podían regresar al cabo de dos años.

Hasta llegar a Australia estuvieron todas juntas y a gusto, todo era nuevo para ellas. Pero cuando llegaron a Australia, fueron separadas, unas a una punta de Sídney y otras a la otra punta. No las obligaron, pero se aprovecharon de la situación, de su soledad. Procedían de pueblos pequeños, no hablaban el idioma local, no entendían nada... 

Las chicas del plan Marta y los chicos del plan Canguro se reunían en los sermones dados en castellano en la iglesia y en los bailes que la propia iglesia les organizaba. Las bodas se organizaron de forma sencilla, tanto ellas como ellos estaban solos. Muchas de las Martas se casaron con cortadores de caña, pero también con pastores y albañiles".




En el año 2023, al cumplirse 60 años del "Plan Marta", hubo una serie de homenajes, en España y en Australia, donde participaron algunas de las mujeres supervivientes (todas con más de 80 años) y/o sus familias. 

Esta foto corresponde al celebrado en Guernica.


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Para saber más:

"Blancas, fértiles y católicas: las españolas a las que engañó Franco para repoblar Australia" - artículo de Jorge Molinero López en El Independiente - Noviembre 2024 - Aquí.

Natalia Ortiz - "‘Home Sweet Home’ And the Myth of Returning Among Spanish Migrants in Australia" - Tesis doctoral en la Faculty of Arts and Social Sciences University of Technology Sydney - Febrero de  2019 - Aquí.  
Sirvió de base para:  "El avión de las novias" - Documental de RTVE. 2020.

Celia Santos - "El país del atardecer dorado" - Editorial B - 2024

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Noticias en "El Correo" - Octubre de 1961 y Junio de 1962



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