Κοσμάς και Δαμιανός

Los Santos médicos Cosme y Damián

He puesto el título así, en letras griegas, porque así escribirían sus nombres los protagonistas de este post. Porque vivieron en la parte oriental del Imperio romano, donde el griego era el lenguaje habitual, junto con el latín universal. Pero ya desde el principio quiero advertir de que toda la información sobre estos dos personajes está sin confirmar. Y, aunque no hayas estudiado griego en el bachiller (o la EGB), es fácil reconocer que vamos a hablar de Cosme (Kosmas) y Damián (Damianos). 

Estamos en los finales del siglo III d.C. El emperador Diocleciano (244-311) hacía pocos años (en el 293) que acababa de instaurar la "tetrarquía" (2 augustos + 2 césares) y compartía con Maximiano las tareas de gobierno del Imperio. En el año 299 fijó su residencia en Antioquía, capital de la provincia romana de Siria. Y en el año 303 promulgó su famoso "Edicto contra los cristianos", que dio vía libre a su persecución.

Y ahí entran en escena los hermanos gemelos Cosme y Damián. Sus hagiografías (hay varias) son confusas. Unas los hacen nacidos en Arabia y educados en Cirro (Siria). Otras los hacen ya sirios de nacimiento, pero de ascendencia árabe. El caso es que el edicto les pilla ya como cristianos adultos, ejerciendo la medicina de forma gratuita (serían ricos de familia) y con merecida fama de hombres buenos en la ciudad. Lo que despierta la ira de un tal gobernador Lysias (del que no hay constancia histórica), que ordena su detención, su tortura en busca de su renuncia a su fe y, tras una larga serie de suplicios, su decapitación hacia el año 300 d.C. (otras fuentes la datan en el 287 d.C.; todas las fechas son necesariamente imprecisas).

Pero el siglo IV es muy movido en el Imperio, también en el aspecto religioso. Tan sólo 2 años después de la muerte de Diocleciano (aunque había abdicado en el 305 y ya llevaba unos años retirado en su palacio del actual Split, en Croacia), en el 313, el emperador Constantino (272-337) promulga el edicto de Milán, dando libertad religiosa en todo el Imperio, y en el 380 el emperador Teodosio (347-395) establece el cristianismo como religión única en todo el Imperio. Lo que hace, esto ya es cosecha mía, que se busquen nuevos referentes de santidad, y, si pueden ser cercanos, en tiempo y espacio, mucho mejor.

Y ahí empieza la devoción por los Santos Cosme y Damián, y la veneración hacia sus reliquias.

Cosme y Damián - Asia Menor

Cosme y Damián - Roma

(Paréntesis: quizá sea aquí un buen momento para constatar que la Iglesia Ortodoxa reconoce y celebra 3 parejas distintas de santos Cosme y Damián: los de Arabia (festividad el 17 de octubre), los de Asia Menor (1 de noviembre) y los de Roma (1 de julio). Siempre hermanos, de profesión médica y mártires por su fe. Aunque en sus escritos la Iglesia advierte: "The Unmercenary Saints Cosmas and Damian of Arabia should not be confused with the Unmercenary Saints Cosmas and Damian of Asia Minor, or the Unmercenary Saints Cosmas and Damian of Rome" -lo de "Unmercenary" se refiere a que ejercían su profesión de forma gratuita-, la verdad es que cuesta no pensar que se refieren a los mismos personajes en su origen. Incluso cuesta distinguirlos en las imágenes que contiene la wiki de la Iglesia ortodoxa, salvo por los hábitos).

Transplante de pierna

Uno de los hechos curiosos en su hagiografía, y que es por lo que se "ganaron" el ser patronos de cirujanos, médicos y farmacéuticos, fue una operación pionera incluso para los tiempos actuales (salvo para el Dr. Cavada). Consistió en transplantar una pierna, por encima de la rodilla, de un paciente recientemente fallecido a otro que necesitaba urgentemente renovar su extremidad. Con la particularidad de que el fallecido era "moro" y el vivo "cristiano", o sea blanco. Hay cuadros del Renacimiento que muestran todos los detalles, aunque añaden la figura de ángeles como ayudantes en la operación, por lo que quedaría conceptuada más como milagro que como brillante técnica de cirugía.

(La Sociedad Médico-Farmacéutica de los Santos Cosme y Damián, de Barcelona, nació en 1887 para defender los valores y la moral cristiana en el ámbito de la sanidad catalana. Mantuvo su actividad hasta el comienzo de la guerra civil).

Ya en el siglo VII, el 27 de septiembre (festividad de San Cosme y San Damián, ahora movida al día 26) los fieles acudían a las iglesias bajo su advocación a recibir "ungüento milagroso" bendecido por el sacerdote en nombre de los santos, para que les librase de "pestes aéreas e influencias diabólicas".

La historia de sus reliquias también es muy curiosa. Es en el siglo VI cuando el emperador Justiniano (527-565), que al parecer había sido aliviado de alguna dolencia por la devoción a los santos mártires, traslada sus reliquias desde Siria a Constantinopla y de allí a Roma, donde el Papa Félix IV renombra como Basílica de Santi Cosma e Damiano a un antiguo templo dedicado a Valerio Rómulo (el hecho de que este templo se encontrara cerca de otro dedicado a Cástor y Pólux, alentó la asimilación de estas dos parejas de hermanos gemelos, como ya vimos en un post anterior).

Relicario de San Cosme y San Damián en la iglesia de San Miguel (Munich)

Pasan los siglos y cambia la relación de fuerzas entre los imperios. En el año 963, en pleno auge del Sacro Imperio Romano Germánico, el arzobispo de Adalbag traslada los restos de los santos desde Roma a la catedral de Bremen. Y allí permanecen hasta 1649, en que son nuevamente trasladados a la iglesia de San Miguel de Munich. Pero antes, hay un curioso hecho que no he podido corroborar: se dice que, desde 1581, en el convento de las Descalzas Reales (Clarisas) de Madrid se encuentran las reliquias de las cabezas de San Cosme y San Damián, regalo de la emperatriz María de Austria (1528-1603), hija de Carlos I y mujer del emperador Maximiliano. Pero no he encontrado confirmación de que todavía se encuentren allí.

De hecho, trasteando por la red, he llegado al pueblo de Portillo de Toledo, en la provincia del mismo nombre. Allí, en un documento del municipio se puede leer: 

"En el año 1911 se trasladaron a esta villa las reliquias de las auténticas cabezas de los Santos Mártires, San Cosme y San Damián, desde el Real Monasterio de las Descalzas de Madrid. Fueron recibidas con el ceremonial de costumbre. El pueblo en masa salió a las afueras de esta villa a recibirlas, acompañando al clero y autoridades, y hoy se conservan en el templo parroquial".

Curiosa la historia de estos santos... no está muy claro dónde nacieron, si eran solo dos hermanos o tres parejas distintas en lugares diferentes, ni siquiera dónde reposan sus reliquias... Pero, en tiempos de pandemia, quizá tengamos que volver a recurrir a su "ungüento milagroso" para librarnos de las "pestes aéreas e influencias diabólicas".
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Posdata: Uno de los primeros artículos de este blog estuvo dedicado a las figuras de Emeterio y Celedonio, también hermanos y mártires decapitados por los romanos, aunque en este caso su origen era leonés. Patronos de Santander y de Calahorra, entre otras ciudades. Pues bien, a 16 km de Calahorra se encuentra Arnedo. Y allí los patronos son San Cosme y San Damián. En su iglesia se conservan algunas reliquias de los santos, llegadas el 2 de julio de 1566.

Y el día 27 de septiembre, se repite cada año "El robo de los santos". Consiste en que, tras un elaborado discurso pronunciado desde un balcón de la plaza, los porteadores de las imágenes de los santos, que, por tradición, son naturales del pueblo navarro de Andosilla, al grito de "¡A Navarra con ellos!" emprenden una rápida carrera por las calles del pueblo con la intención, nunca lograda hasta ahora, de llevarse a los santos a Navarra (por lo visto, fruto de una antigua reivindicación sobre el origen de las reliquias). Como es lógico, los arnedanos se cierran en banda e impiden el paso de los "ladrones", que vuelven al punto de partida y dejan el empeño para "autraño".

El intento de robo de los santos Cosme y Damián que se produce cada año en Arnedo (La Rioja)

Puedes ver el reportaje del acto del año 2018, discurso incluido, aquí.
Y el post sobre "Emeterio y Celedonio" aquí.