San Bartolomé de Pinares es un municipio de la provincia de Ávila. Está situado en la comarca de Tierra de Pinares-valle del Alberche. Según la web oficial del municipio, cuenta con 581 habitantes. Está a 27 Km de Ávila y a unos 100 km de Madrid. Parece que su fundación se debe a la campaña de repoblación emprendida en Castilla por Alfonso VI en los siglos XI y XII, a medida que los musulmanes iban siendo "empujados" hacia el sur. El hecho de que pasara por el pueblo la Cañada Real Leonesa Oriental ayudó en su desarrollo, alcanzando el título de Villa en 1654. Tradicionalmente la agricultura y la ganadería fueron sus principales fuentes de ocupación y riqueza.
Siddalingapura es un municipio del distrito de Kodagu, en el estado de Karnataka, al sudoeste de La India. Cuenta con unos 3.500 habitantes. Está a 10 km de Mysore, una ciudad de casi 900.000 habitantes. Su idioma oficial es el kannada (canarés). El nombre proviene de un grupo de yoguis seguidores de la variante Sidda, que se establecieron en esta zona. El pueblo tiene bastantes templos; se cree que siempre fue un centro de peregrinación, ya incluso en la época de la dinastía Kadamba de Banavasi (siglos IV a VI). A 7 km al norte del pueblo se encuentra Xavier Sadan (www.xaviersadan.com), centro de retiro y formación regentado por los jesuitas.
So what? ¿Qué relación puede haber entre San Bartolo (así lo llaman cariñosamente sus vecinos) y Siddalingapura? ¿Y qué tiene que ver aquí el hiperespacio del título? Vamos por partes. Mira esta foto:
Corresponde a la llamada "Fiesta de las Luminarias". Se celebra cada año en San Bartolomé de Pinares la noche del 16 de Enero, víspera de la festividad de San Antón, patrón de los animales. Ese día, con la leña que en días anteriores se ha recogido de los montes cercanos, se preparan unas 20 hogueras, y a eso de las 9 de la noche, al repique de campanas, más de 100 jinetes y sus correspondientes caballos se dedican a sortearlas, produciendo un espectáculo de luz, fuego y humo digno de verse.
La justificación de la ceremonia se remite a la "purificación" que antaño se hacía con los animales que habían participado en las labores de recolección de las cosechas, para liberarlos de posibles parásitos y microbios que pudieran poner en riesgo su salud. El fuego era el medio para conseguirlo. No hay constancia documental de cuándo comenzó esta tradición; los mayores del pueblo dicen que se viene haciendo "desde siempre", pero estudios recientes la sitúan a partir del siglo XVIII.
Y ahora, mira esta otra foto:
Se trata del festival Makar Sankranti, conocido como "festival de la cosecha", que se celebra en numerosas localidades de La India en torno al 15 de Enero, que es cuando, en el calendario hindú, se produce el final del solsticio de invierno y comienzan los días más largos. Se dedica al dios Surya y es una forma de agradecerle la buena cosecha, consagrándole los primeros granos de arroz. En la mayoría de los pueblos, ese arroz es el protagonista, reuniéndose las familias para preparar unos platos especiales que disfrutan en compañía.
Pero en algunos pueblos, como en Siddalingapura, la celebración también incluye la preparación de unas hogueras y el paso con animales, en este caso bueyes, acompañados de sus dueños. Se justifica diciendo que es una forma de "purificar" a los animales que han participado en las cosechas, para prevenir enfermedades (¡¡¡!!!).
Mismas fechas, ritos similares, justificaciones idénticas,... No he encontrado, quizá he buscado poco, otros lugares en España o fuera de La India donde se den rituales parecidos. Alguno podría aducir el salto de las hogueras la víspera de San Juan, presente en muchos lugares, o el "Paso del Fuego" que ese mismo día se lleva a cabo en San Pedro Manrique, provincia de Soria. Pero allí son brasas, no hogueras, no pasan animales sino humanos, sólos o por parejas, y parece que tiene más que ver con antiguos ritos de iniciación o de fertilidad que de purificación higiénica (sólo las plantas de los pies están en contacto con el fuego).
Se me ocurren cuatro posibles "explicaciones":
1) Casualidad - Siempre cabe esta posibilidad.
2) Conexión de San Bartolo y Siddalingapura a través del hiperespacio. La que propondría, sin duda, cualquier autor de ciencia-ficción.
3) Sincronicidad - Es el mismo fenómeno que explica que ciertos descubrimientos científicos se hayan dado, de manera simultánea y no causal, en distintas partes del mundo. Por ejemplo, el surgimiento de la agricultura en la época Neolítica en zonas tan dispersas como el Creciente Fértil (trigo), China (arroz) o México (maíz).
4) Ésta requiere una explicación más larga. Durante más de cuatro siglos, de 1510 a 1961, el estado de Goa, al sudoeste de La India, fue una colonia portuguesa. Desde allí partieron hacia el Imperio Vijayanagara los viajeros portugueses Domingo Paes y Fernão Nunes, que, en 1537, recogieron sus impresiones en la "Chronica dos reis de Bisnaga". Bisnaga era cómo los portugueses llamaban a Vijayanagara, que incluía, entre otros estados actuales, al de Karnataka, donde se encuentra Siddalingapura y otras ciudades donde se lleva a cabo el ritual del paso de las hogueras. ¿Es posible que fuera algún viajero portugués (o castellano), visitante o residente en Goa, el que tuviera conocimiento de estos rituales, de su efecto beneficioso en la salud de los animales, y, a su vuelta a la Península, lo impulsara en su lugar de residencia?
Imaginar es gratis. A mí me ha resultado curioso.
(Posdata: Está documentado que Fernão Nunes, además de viajero y escritor, era tratante de caballos, y que no tuvo mucho éxito en tierras hindúes. Ahí lo dejo)
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Termino con estas otras dos fotos, de impresionante belleza:
Corresponde a la llamada "Fiesta de las Luminarias". Se celebra cada año en San Bartolomé de Pinares la noche del 16 de Enero, víspera de la festividad de San Antón, patrón de los animales. Ese día, con la leña que en días anteriores se ha recogido de los montes cercanos, se preparan unas 20 hogueras, y a eso de las 9 de la noche, al repique de campanas, más de 100 jinetes y sus correspondientes caballos se dedican a sortearlas, produciendo un espectáculo de luz, fuego y humo digno de verse.
La justificación de la ceremonia se remite a la "purificación" que antaño se hacía con los animales que habían participado en las labores de recolección de las cosechas, para liberarlos de posibles parásitos y microbios que pudieran poner en riesgo su salud. El fuego era el medio para conseguirlo. No hay constancia documental de cuándo comenzó esta tradición; los mayores del pueblo dicen que se viene haciendo "desde siempre", pero estudios recientes la sitúan a partir del siglo XVIII.
Y ahora, mira esta otra foto:
Se trata del festival Makar Sankranti, conocido como "festival de la cosecha", que se celebra en numerosas localidades de La India en torno al 15 de Enero, que es cuando, en el calendario hindú, se produce el final del solsticio de invierno y comienzan los días más largos. Se dedica al dios Surya y es una forma de agradecerle la buena cosecha, consagrándole los primeros granos de arroz. En la mayoría de los pueblos, ese arroz es el protagonista, reuniéndose las familias para preparar unos platos especiales que disfrutan en compañía.
Pero en algunos pueblos, como en Siddalingapura, la celebración también incluye la preparación de unas hogueras y el paso con animales, en este caso bueyes, acompañados de sus dueños. Se justifica diciendo que es una forma de "purificar" a los animales que han participado en las cosechas, para prevenir enfermedades (¡¡¡!!!).
Mismas fechas, ritos similares, justificaciones idénticas,... No he encontrado, quizá he buscado poco, otros lugares en España o fuera de La India donde se den rituales parecidos. Alguno podría aducir el salto de las hogueras la víspera de San Juan, presente en muchos lugares, o el "Paso del Fuego" que ese mismo día se lleva a cabo en San Pedro Manrique, provincia de Soria. Pero allí son brasas, no hogueras, no pasan animales sino humanos, sólos o por parejas, y parece que tiene más que ver con antiguos ritos de iniciación o de fertilidad que de purificación higiénica (sólo las plantas de los pies están en contacto con el fuego).
Se me ocurren cuatro posibles "explicaciones":
1) Casualidad - Siempre cabe esta posibilidad.
2) Conexión de San Bartolo y Siddalingapura a través del hiperespacio. La que propondría, sin duda, cualquier autor de ciencia-ficción.
3) Sincronicidad - Es el mismo fenómeno que explica que ciertos descubrimientos científicos se hayan dado, de manera simultánea y no causal, en distintas partes del mundo. Por ejemplo, el surgimiento de la agricultura en la época Neolítica en zonas tan dispersas como el Creciente Fértil (trigo), China (arroz) o México (maíz).
4) Ésta requiere una explicación más larga. Durante más de cuatro siglos, de 1510 a 1961, el estado de Goa, al sudoeste de La India, fue una colonia portuguesa. Desde allí partieron hacia el Imperio Vijayanagara los viajeros portugueses Domingo Paes y Fernão Nunes, que, en 1537, recogieron sus impresiones en la "Chronica dos reis de Bisnaga". Bisnaga era cómo los portugueses llamaban a Vijayanagara, que incluía, entre otros estados actuales, al de Karnataka, donde se encuentra Siddalingapura y otras ciudades donde se lleva a cabo el ritual del paso de las hogueras. ¿Es posible que fuera algún viajero portugués (o castellano), visitante o residente en Goa, el que tuviera conocimiento de estos rituales, de su efecto beneficioso en la salud de los animales, y, a su vuelta a la Península, lo impulsara en su lugar de residencia?
Imaginar es gratis. A mí me ha resultado curioso.
(Posdata: Está documentado que Fernão Nunes, además de viajero y escritor, era tratante de caballos, y que no tuvo mucho éxito en tierras hindúes. Ahí lo dejo)
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Termino con estas otras dos fotos, de impresionante belleza:
Foto: Pedro Armestre |
Querido Ángel, personalmente me inclino por la 3 o la 4, o ambas a la vez.
ResponderEliminarEl ser humano (homo sapiens sapiens) es casi idéntico en todo el mundo y es lógico que aplique soluciones similares a problemas similares, tanto en el espacio (¿por qué hay pirámides en África y en América?) como en el tiempo (¿por qué la historia se repite?).
Pero la capacidad de influencia también es notable, particularmente cuando el visitante puede aportar algo útil a la sociedad que lo acoge. El caso de los viajeros que citas no es el único, numerosos misioneros, sobre todo jesuitas, tanto portugueses como españoles (San Francisco Javier, por ejemplo) viajaron a lugares remotos como la India a predicar y llevaban consigo muchas soluciones a los problemas a que se enfrentan agricultores y ganaderos, para ayudarles y ser mejor aceptados en sus comunidades. Puede que antaño esta purificación se hiciera en varios pueblos de España y de Portugal y puede que alguien que lo conocía se lo enseñara a los indios, quienes probablemente ya hacían algo parecido. Carlos IV extendió la vacuna a medio mundo y aún faltaban décadas para que un químico, Louis Pasteur, descubriera cómo funcionan las vacunas. A Carlos IV le bastaba con saber que funcionaban, no cómo.
Todo puede ser, querido Jordi, y, a falta de una "máquina del tiempo", nos quedaremos sin respuesta. Pero quizá tenemos un sesgo "europeísta" de la Historia. Si pensamos que, por ejemplo, en el año 500 d.C. la mayor ciudad visigoda, Toledo, apenas alcanzaba los 25.000 habitantes, mientras que Pataliputra, capital del Imperio Gupta en La India, donde ya había matemáticos-astrónomos que usaban el concepto del "cero" y postulaban el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, tenía una población de 500.000, quizá hay que pensar que su nivel de desarrollo era bastante mayor del que tradicionalmente se les reconoce, y por tanto, tenían muchas cosas que enseñarnos. Un abrazo.
Eliminar"Touché", Ángel
EliminarLo de atravesar las llamas creo que es un ritual antiguo y bastante extendido (p.ej.: en la hoguera de San Juan). Pienso también que puede tener relación con el impulso que los humanos tenemos de asumir riesgos, aparentemente innecesarios, para alcanzar objetivos de superación o tal vez mejorar nuestra suerte (p.ej.: escalada, barranquismo, parapente, ruleta rusa, etc.)
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