martes, 26 de mayo de 2020

2.000 litros de agua al día, extraídos del aire, y a menos de 0,02€ por litro

Fue a finales de 2017 cuando apareció por primera vez en este blog la XPRIZE Foundation. Era la promotora del desafío  Google Lunar XPRIZE (Podéis recordar aquí el artículo: "Carrera espacial low cost"). Aquel premio quedó desierto, porque ninguno de los finalistas cumplió el plazo establecido: 31 de marzo de 2018. Aunque, meses después, en Abril de 2019, uno de ellos (SpaceIL) sí que llegó a la Luna, pero falló la etapa final y, en lugar de alunizar, se estrelló contra su superficie.

La Fundación fue creada en 1994 por el ingeniero y emprendedor americano, nacido en el Bronx, hijo de inmigrantes griegos, Peter H. Diamandis. Copio de su página web (www.xprize.org):

Peter H. Diamandis, fundador de XPRIZE
"La misión de XPRIZE es articular claramente una visión de un futuro preferido y positivo en un conjunto de disciplinas; identificar una hoja de ruta de los avances necesarios para llegar allí, y establecer los incentivos que enfocarán los recursos, el talento y la tecnología necesarios para permitir avances y acelerar ese futuro.
Queremos inspirar y guiar a los innovadores para crear avances que permitan un mundo de abundancia, un mundo donde cada hombre, mujer y niño pueda acceder a toda la energía, agua potable, vivienda, educación y atención médica que necesiten.

La Fundación cree que las soluciones pueden venir de cualquier persona, en cualquier lugar. Los científicos, ingenieros, académicos, emprendedores y otros innovadores con nuevas ideas de todo el mundo están invitados a formar equipos y competir para ganar el premio. En lugar de arrojar dinero a un problema, incentivamos la solución y desafiamos al mundo a resolverla".

El concurso de premios con incentivos ha existido durante siglos. Por ejemplo, el premio Longitude (convocado en 1714 por el Parlamento británico para resolver el problema de la determinación de la longitud geográfica, que quedó desierto, pues el problema se resolvió por otro lado, antes del plazo establecido), o el premio Orteig (por Raymond Orteig, hotelero neoyorkino, que ofreció $25.000 del año 1919 para el primer aviador que hiciera el vuelo París-Nueva York o viceversa sin escalas) que impulsó a Charles Lindbergh a cruzar el Atlántico en su "Spirit of St. Louis".


El primer premio que concedió la Fundación fue el Ansari XPRIZE al vuelo suborbital. El reto era construir, con capital privado, un vehículo espacial que fuera capaz de llevar a 3 tripulantes y hacer dos vuelos suborbitales en dos semanas. Lo ganó en Octubre de 2004 la SpaceShipOne.

Pero el desafío al que quiero dedicar este post es el que llamaron "Water Abundance", y que paso a detallar a continuación.

El reto "Water Abundance" fue lanzado en 2016 con el patrocinio del grupo empresarial Tata y de la organización Australian Aid, y dotado con un primer premio de $1,5 millones. Consistía en diseñar y construir (no bastaba sólo con diseñarlo; había que demostrar que efectivamente funcionaba) un aparato/proceso que:
1) extrajera un mínimo de 2.000 litros de agua de la atmósfera, al día
2) tuviera un coste combinado (capital + operativo) inferior a 2 centavos por litro y
3) utilizara únicamente energía 100% renovable.


Comenzaron la competición 98 equipos de 27 países diferentes, que pasaron una primera revisión por parte del Comité de expertos nombrado al efecto. Tras distintas fases, a la final, en Octubre de 2018, llegaron 2 equipos, y quedaron así:

2º Premio) El JMCC Wing, con base en South Point, Hawai. 

Liderado por James McCanney. Su propuesta es, básicamente, un dispositivo eólico que alimenta uno o varios generadores de agua atmosférica, pero donde el diseño del "molino" difiere del que estamos acostumbrados a ver (el de 3 brazos que rotan). Este diseño parece que hace que la conversión de viento a energía sea muy eficiente, independientemente de la velocidad del viento. También indican sus creadores que el coste por unidad se reduce exponencialmente a medida que aumenta el tamaño del molino.

Dice McCanney: "La extracción de agua del aire requiere grandes cantidades de energía para operar, sin importar el proceso. Los generadores de agua atmosférica son simples y resistentes. Los compresores y ventiladores pueden funcionar durante años con poco mantenimiento. Los ventiladores usan el 10% de la energía con el otro 90% para operar los compresores que enfrían las bobinas para extraer el agua".

Su aspecto es el de un trailer de camión, que se desplaza al lugar donde se necesita el agua, como se puede ver en esta foto: 

La propuesta de JMCC, con el molino de diseño especial  y 2 AWG (Atmospheric Water Generator)


1er Premio) The Skysource/Skywater Alliance, con base en Venice Beach, California.

Liderado por el matrimonio compuesto por el arquitecto David Hertz y su mujer Laura Doss. Su propuesta consistía en un método de destilación adiabática muy eficiente, utilizando la gasificación de biomasa local. Es versátil, autónomo y sostenible; convierte la biomasa o los residuos agrícolas en agua y biochar (carbón vegetal), y ayuda a depositar los posibles gases de efecto invernadero en el suelo.
Trofeo 1er Premio

Más fácil y más barata que la energía solar, y ciertamente mejor que el diesel en todos los sentidos, la gasificación de biomasa no es una combustión ordinaria. Convierte la biomasa en biochar (carbón vegetal), aire caliente húmedo y electricidad. El agua se condensa del aire húmedo caliente en un proceso que imita la forma en que se forman las nubes (el aire húmedo caliente choca con el aire frío y forma gotas de lluvia) y se almacena en un tanque dentro del contenedor de salida. En áreas donde la biomasa está menos disponible, el sistema puede funcionar con energía solar y con baterías en lugar de biomasa; en este caso el coste sería de veinte centavos por litro.

Después de recibir el premio, han seguido desarrollando el proceso, y ahora lo presentan como WEDEW: Wood-to-Energy Deployable Emergency Water  (algo así como "agua obtenida por la conversión de madera en energía, desplegada en situaciones de emergencia"). Se entiende mejor el proceso en el gráfico siguiente:

Proceso WEDEW
La biomasa se puede aprovechar de bosques devastados por la sequía y las plagas, lo que también reduciría un futuro peligro de incendios.

Es interesante lo que declara David Hertz: "Es una tecnología de carbono negativo. Creo que el futuro de las tecnologías se trasladará a este modelo restaurador y regenerativo que, en realidad, ayuda a reparar el daño que hemos hecho".

(Como suele pasar, al poco de anunciarse el premio ya hubo algunos detractores que argumentaban que el coste calculado era incompleto; que no tenía en cuenta todos los factores y que, de hacerlo, el coste real se podría aproximar al $1,00/litro más que al tope de $0,02/litro establecido como requisito en el premio. Doctores tiene la Iglesia).

Los ganadores del "Water Abundance XPRIZE"

En realidad, ninguno de los dos finalistas aporta una solución "disruptiva". Se trata, en ambos casos, de una combinación de soluciones tecnológicas ya existentes, aunque mejoradas, cuyo resultado final es altamente eficiente en términos de costes y recursos. Quizá una pista de que, a veces, no hace falta "inventar la pólvora" para lograr resultados espectaculares en cualquier rama de la ciencia o la tecnología, sino usar y combinar de una manera más eficiente o innovadora cosas que ya están inventadas.
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Los retos que tiene abiertos en estos momentos la Fundación son los siguientes:

IBM Watson A.I. - Lo ganará el sistema de inteligencia artificial capaz de dar una charla TED que convenza a la audiencia. Plazo: 2020.
NRG Cosia Carbon - Desarrollo de tecnologías que conviertan el CO2 en productos con el valor neto más alto para reducir las emisiones de dióxido de carbono de una central eléctrica de carbón o de gas natural. Plazo: 2020.
ANA Avatar - Acelerar la integración de tecnologías emergentes y exponenciales en un sistema de avatar multipropósito, que transportará sin problemas las habilidades y la experiencia humana a la ubicación exacta donde y cuando se necesiten. Plazo: 2022.
Rainforest - Acelerar la innovación de las tecnologías autónomas necesarias para la evaluación de la biodiversidad y mejorar nuestra comprensión de los ecosistemas de la selva tropical, mediante el uso de la integración rápida de datos, para proporcionar un nuevo conocimiento sobre el bosque, así como inspirar nuevas inversiones y exploración. Plazo: 2024.

Seguiremos informando...

1 comentario:

  1. Querido Ángel, lo de “resultados espectaculares” lo podremos afirmar cuando veamos a miles de estos aparatos funcionando y resolviendo los problemas de agua potable de un colectivo amplio de personas.
    Así de entrada, obtener agua atmosférica en zonas de alta humedad ambiental creo que no es una novedad, se llama lluvia y los antiguos sabía mucho de cómo aprovecharla (os recomiendo el vídeo documental de National Geographic sobre Petra).
    Me gustaría ver como funcionarían esos aparatos en un desierto, sin humedad y sin biomasa. En Egipto el agua mineral la obtienen de pozos de 2.000 metros de profundidad y sale más barata que ese 1$/litro que parece costar en realidad condensar el agua de zonas húmedas.
    Lo de ofrecer premios a la inventiva no lo critico, alguna vez ha funcionado, pero para inventar, lo mejor siempre ha sido una guerra o un cataclismo. Otro tema es que mucha gente quiere creer en soluciones fáciles a problemas complejos y eso no lo podemos cambiar, por eso al final de los telediarios los periodistas suelen poner este tipo de inventos (Matías Prats fue pionero en ello y es un genio explicándonos cómo nos cambiarán la vida) ¿cuánta gente sigue creyendo que existe el motor de agua y que lo inventó un español, pero las petroleras lo han parado?

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